conociendo al amor

Celestial

Por los cielos de la tierra, en el punto más alto de un horizonte se veía a lo lejos como se desparramaban las nubes. Era un día tan radiante y las brisas del viento susurraban un te amo.
En el pueblo de aquel extraño y desconocido lugar todos oían los susurros del viento, allí abundaban las personas sin sentido, codiciosas, envidiosas y bañadas en maldad. Eran personas, como quién diría, pero que estaban vacíos de corazón.
¿Cómo entre tanta maldad podían escucharse susurros de esperanza en el aire?
Todo era algo incierto, para muchos, incluso para mí.
Pasaron tantas noches y tantos días dónde a cada hora se podía escuchar a lo lejos esa suave y tierna voz, todo era muy confuso, pues me sentía atraído y no entendía el por qué.
En mi mente me preguntaba:
¿Será qué me buscan a mí? ¿O solo yo me siento así? tantas preguntas y sin una respuesta.
Al caer la noche, recostado en mi cama no dejaba de pensar en esa voz tan dulce que había cautivado mi corazón. Miraba y miraba el techo buscando alguna explicación y lo único que se me ocurría era ir en su búsqueda.
Un primero de marzo decidí ir a buscarla, pero tenía un gran desafío, ya que entre tantos grises.. ¿Cómo podría encontrar el color?
Fue ahí, dónde mi mente hizo un click y recordé aquel lugar dónde todo comenzó, emprendí una caminata hasta el océano, donde se encontraba el monte más alto del pueblo y pensaba..
Si en en viento se escucha tan dulce voz, he de ir al punto más alto para encontrar lo que venía quitándome el dolor.
Al llegar a ese lugar, no podía ver nada más que arena y arena que con el sople del viento cada granito de removía de un lugar a otro, pero no hallaba lo que tanto buscaba.
Estaba nervioso y no sabía por qué, la ansiedad secaba mis labios y el sol me estaba quemando.
Caminando y caminando comencé a oír la voz de nuevo, esa voz celestial que me calmaba la sed y me daba tranquilidad.
En un momento, esa voz se dirigió a mi y me dijo.
_ estaba esperando a que te dieras cuenta que desde el primer susurro me dirigí a tí..
Por un momento quedé helado, pero eso no impidió que preguntase, ¿ Quién eres? A lo que ella me respondió.
-desde el aire pude notar que en este pueblo de corazones vacíos, había uno que aún no se había corrompido, un corazón lleno de sueños, anhelos que debía mantener así.
Imaginaba que era un sueño, que estaba dormido en la arena o que tal vez el calor me nublaba el juicio. Pero no era así, estaba lúcido y fue de nuevo cuando oí que me dijo.
-Solo quienes pueden sentir con el corazón son dignos de tener un amor.
Fue en ese preciso momento, en que sentía que no estaba solo y al mirar detrás de mi espalda, se encontraba una bella mujer.
Al mirarla mis ojos sintieron una conexión, los de ella tenían un brillo propio, una sonrisa cálida, era hermosa y yo aún sin poder creerlo.
Se acercó y me dijo
-He visto x lo que haz pasado y aunque no me conoces se que tienes un corazón noble que no merece vagar en las penas de este mundo.
Sentí tantas cosas, tantos sentimientos encontrados que nada parecía tan real como lo que me estaba pasando.
Esto era para mí y no creí que era merecedor de conocer, pero ahí me encontraba y no iba a despreciar la oportunidad de aprender los ínfinitos significados de aquel te amo.