Parte sin título 4

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Poder hablar con Jonathan fue una tarea imposible, el chico se había encerrado en su habitación sin mediar palabras y cuando los golpes en su puerta lo colmaron, salió volando por su ventana a esconderse de los supersentidos de Clark.

Preocupados y conmocionados repasaron las palabras de Bruce; lo único que entendían era que la vida de Damian podía estar en posible peligro. Para Lois no tenía ninguna lógica, no hacía más de dos noches Jonathan y Damian le habían narrado de primera mano como se habían enamorado y como se amaban profundamente. Si Bruce estaba molesto por la relación de su hijo y de Jon, entonces no tenía sentido la amenaza que la reportera no pudo responder con astucia. La única solución era ir a Gótica y hablar con Damian directamente.

Cuando Clark llego a los cielos de la Mansión Wayne se sorprendió por lo que encontró.

Había sido una grata coincidencia notar como una pluma que caía a su costado parecía salir despedida hacia arriba, casi quemada. Agudizando la vista noto el imperceptible brillo dorado que parecía rodear todo el hogar Wayne, Clark jadeo sorprendido cuando noto los signos mágicos flotando sobre aquel destello dorado, ¿qué tenía que ver en todo esto Zatanna?

Más alarmado que antes se dedicó a analizar su entorno, efectivamente como la pluma repelida le había enseñado, un campo mágico protegía la mansión. Seria complicado, pero Clark tenía una idea de cómo podía entrar sin alarmar a la hechicera y al murciélago que seguramente se encontraban dentro de la portentosa vivienda. Zatanna una vez le había explicado amablemente que la magia no era absoluta, los campos de protección demasiado grandes eran también, relativamente, fáciles de evadir si se tenía cuatro cosas a la mano: una buena vista para ver donde los signos eran más débiles, una impresionante agilidad como velocidad para atravesar las murallas, una mente en paz para que la magia no fuera tan agresiva y un señuelo que sirva cuando las alertas se disparen.

Superman no estaba completamente convencido con su plan, la magia de Zatanna era de las poderosas que jamás hubiera enfrentado y lo era aún más cuando en lugar de atacar protegía, pero ¿qué más opciones tenía? Resuelto busco aquella pequeña brecha, la encontró por la parte trasera, curiosamente la que daba con la sección de habitaciones. Sabía que solo tendría una oportunidad para entrar sin llamar de más la atención, después de todo una de sus debilidades era la magia así que debía reunir mucha energía para conservar una buena velocidad y traspasar. Su señuelo tendría que ser aquella pequeña ardilla que encontró rápidamente en el bosque cercano a la mansión, la cubriría perfectamente entre sus manos y una vez adentro la dejaría correr haciéndola pasar por la carnada de las cámaras de Batman. No le valdría para el premio al mejor plan pero Clark estaba convencido de que sería lo bastante bueno para llegar a donde Damian parecía ser prisionero. Con todo aquello el reportero calculaba que solo tendría pocos minutos para hablar con Damian y descubrir que era lo que había enfadado tanto a Bruce.

Respiro hondo mientras acariciaba con el pulgar a la pequeña ardilla que más que asustada parecía curiosa por estar tan en lo alto. Miro nuevamente el rombo que contenía los signos más pequeños y se preparó para entrar.

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─ No creí que fuera verdad que intentará entrar la misma noche.

─ Ni yo─ Clark acaricio una última vez a la pequeña ardilla antes de dejarla libre en el suelo─ ¿cuánto tiempo crees que tarde en despertar?

El superhombre y la hechicera contemplaron el cuerpo inconsciente de Superboy. Jonathan había sido menos afortunado en notar el campo y había chocado directamente contra el, Zatanna había salido al sentir sus murallas ser perturbadas.

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