Prólogo

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— ¡Durante mucho tiempo, los humanos hemos vivido en paz y armonía!

Frente al estrado de la conmoción, el hombre de cabellos rubios tan claros como la nieve manchada del polen de la primera, exclamó con gran júbilo. En la derecha, una copa de champan, en la izquierda, un gran aparato en forma de tubo metálico con un núcleo en forma de diamante cuyo brillo azulado resplandecía como una estrella en el firmamento.

Alrededor del hombre había tres personas cuyas edades parecían hacer juego. Tenían la juventud en pleno apogeo. No pasaban de los treinta años. A la derecha de él había un hombre alto de cabello rubio intenso atado en una coleta y vestido con un frac negro, a la derecha, una joven cuyo tonalidad de pelo correspondía a una similitud del central pero semi recogido al dejar una fibra que cruzaba su rostro en una media luna, igualmente vestida con un traje muy formal de chaqueta y falda negra, al lado del potente rubio, otra mujer similar a la primera, casi idéntica, pero era un poco más joven y llevaba un par de lentes transparentes.

El hombre que hablaba frente a la multitud y que yacía perfectamente alineado a sus compañeros, vestía un frac negro, pero su corbata blanca y su cabello rubio ceniza corto agregado a su aspecto facial afilado que hacía juego con el resto de los alineados, le daban fuertes aires de liderazgo sobre el gentío. Su fuerte mirada penetrante rebosante de felicidad y orgullo supremo era su principal característica.

— ¡Pero ninguno de los nuestros había pensado en las amenazas de nuestro futuro!

Continuando con su discurso, el hombre alzó su copa de champan hacia la multitud, la cual correspondió inmediatamente con sus respectivas bebidas.

— ¡Nuestra sombra de la paz y el desarrollo ha llevado a nuestra compañía a la invocación de nuestra merced; deseando el nuevo orden, esperamos alegremente su magnifica compostura! ¡Brindemos, damas y caballeros, por el nacimiento del "espíritu"!

¡Salud!

Los reunidos chocaron sus copas mientras el grupo frente a ellos lo hacía entre ellos mismos.

La celebración en el salón de fiestas de la compañía se encontraba atiborrado por un pequeño grupo de personas, lleno de banquetes sobre las largas y extensas mesas de madera rectangulares, hecho de una exquisita madera dorada e iluminado por grandes lámparas amarillas que destacaban los complejos patrones del alfombrado rojo de terciopelo que cubría el suelo.

La finalización del brindis supuso el inicio de los festejos para la comunidad, incluyendo a los jóvenes del estrado que tras charlar un largo rato entre risas y sonrisas, se acercaron a un extremo del salón. Allí se hallaba un joven alto de cabello azul, cuyo frac oscuro era de un modelo más antiguo que recordaba al estilo burgués de la época victoriana.

— ¡Buen trabajo!

Chocando su copa con la del joven peli azul, el joven rubio que se mantuvo en silencio en la fila, fue el primero antes de que el resto le hicieran compañía.

—No fue nada, Elliot, solo estaba haciendo mi trabajo.

—No, no fue así, tus esfuerzos han ido mucho más de tu humilde empleo.

La joven cuyo fleco cruzaba su rostro, negó la respuesta del joven inexpresivo hacia su compañero, mostrándole una pequeña sonrisa sincera que hacía lucir sus hermosos ojos purpuras.

—Siempre me ha alabado en exceso, Ellen, no he hecho nada que no esté fuera de mis deberes como desarrollador principal de Industrias Deus Ex Machine.

— El único que no tiene suficiente aprecio sobre tus esfuerzos eres tú, joven Perniolli.

—Isaac, tal como lo dije antes...

—Ya, ya, fueron suficientes contenciones. Toma, mi promesa está cumplida. Aquí está el núcleo que rediseñaste para nosotros, intacto, tal como lo has solicitado.

—Gracias, es muy amable de su parte, señor director.

Perniolli tomó el tubo que le ofreció el hombre de cabello cenizo, es decir, el director general de Industrias Deus Ex Machine: Isaac Ray Pelham Westcott.

—Coslay-san, no olvide que mañana es el plazo máximo para presentar su proyecto del rastreo de energía.

—Entendido, Karen.

—Sigo sintiéndome un poco incomoda al ver que usted es el único de los trabajadores que se dirige a nosotros sin honoríficos.

— ¿Es algo malo?

Mientras el joven Coslay, el hombre del traje clásico, tomaba el tubo entre sus manos, la mujer que lucía similar a Ellen, Karen, lo estaba cuestionado por una falta de modales ante sus superiores. Pero esta historia ya era agua pasada, puesto que había sido así desde el primer momento en que fue presentado como un simple ayudante del departamento de desarrollo tecnológico.

—Déjalo ser, Karen, nuestro buen Perniolli sigue teniendo un corazón tan puro como sus magníficos núcleos. Se ha ganado ese honor, y con mucha razón. Si hubiéramos usado el aparato original, la acumulación de mana en el ambiente hubiera sido incontrolable para nuestros propósitos; pero fue gracias a este joven que nuestro sueño está a pocos pasos de hacerse realidad, ¿no lo crees, Elliot?

Isaac relajó su mano izquierda en el hombro de Coslay, notándose bastante satisfecho con los trabajos de su vasallo al calmar las exigencias de Karen. Su sonrisa mantenía una presencia extraña para cualquiera, era como una señal de poderosa imponencia que demarcaba sus estatus.

Elliot tomó la palabra para confirmar al director.

—Es cierto, Ike. Una vez que encontremos al espíritu, nuestros pasos se acercarán a un nuevo futuro. Felicidades a todos nosotros, aunque hubiera preferido tenerte cerca de mí en el estrado. Merecías estar allí arriba, Coslay Perniolli.

—Un nuevo futuro...si, tiene razón, Elliot, un nuevo futuro está a punto de surgir para la humanidad.

—Espero grandes cosas de ti, joven Perniolli.

Fueron las últimas palabras de Elliot, Coslay y Isaac, respectivamente, que dieron inicio a un nuevo encuentro de sus copas de champan mientras las damas de aspecto parecido se les unían en un gesto de felicidad.

Pero... ¿será posible que la creación de un ser bañado en gloria perteneciente a un mundo distinto al nuestro, pueda cambiar el orden mundial?, ¿o será este el inicio de un nuevo mal con la capacidad de destruir todo lo que el hombre ha creado con la misma tecnología que lo ha traído a la vida?

DATE A LIVE X: Rondo of BloodWhere stories live. Discover now