Prólogo

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«Prólogo»

El prólogo es una palabra extraña. Pró-lo-go... Bastante extraño, mientras más lo repitas, sonará aún más extraño. ¿Por qué? Es un fenómeno extraño, se le llama saciedad semántica, pasa cuando repites una palabra tantas veces que su significado se diluye haciendo que suene, pues, extraño. A decir verdad, hay una segunda razón, pero esta es más difícil de explicar sin sonar a un tonto que no recuerda el primer digito de el número 11.

Las palabras son extrañas. Todas lo son, cada una de ellas tiene una etimología extraña, significados raros y pronunciaciones de lo más extravagantes, y eso es un hecho, porque el lenguaje es así, extraño. Tiene palabras para cosas no triviales, sino, estrambótico, como   «Defenestración» que significa lanzar a alguien de una ventana. O «Abracadabrante» que produce sorpresa o desconcierto. ¡Es tan extraño!

Entonces ¿Por qué Prólogo sería la excepción? Pues, en realidad no lo sé. Supongo que quien quiera que sea la persona que invento la palabra se sentó a pensar, por uno largos 11 minutos. ¿Por qué 11? Ya lo repetí dos veces en este escrito, es un número bello, es simétrico, primo, además es un número de Heegner. Eso es un dato interesante. 

Bueno, el punto. Nuestro amigo filosofó (Filósofo porque ¿Qué más iba a ser? Los inventores de las palabras siempre son filósofos.) inventor de la palabra, pensó por 11 minutos, y luego, gritó «¡Eureka!» y salió desnudo a donde estaban los demás filósofos. Espera. No. Esta es la historia incorrecta. El filósofo que hizo eso fue Arquímedes, y por lo que se, el no inventó esa palabra. Rayos, soy malo en esto. 

¿Dónde estaba? A sí, en el prólogo, bueno, el prólogo se llama prólogo porque suena lindo. No hay otra razón. Suena lindo. No todo tiene que tener un significado oculto, ni todo tiene que ser mucho más pensado de lo que debe ser. Eso puede llevarte a quedar tan concentrado, que tu concentradez te consumirá por completo, por lo que no, no te concentres demasiado. 

O bueno.

Tal vez sí.

Concéntrate, piensa tanto que sacarás párrafos y párrafos de una palabra cualquiera, como, acuarela, estepa o prólogo.
¿Ves? Siempre vuelvo al mismo punto. Bueno, no. No siempre, pero sí a veces. Y es que es lindo volver a lo mismo, das todo un recorrido para terminar en el mismo lugar. Es bello.

Pero también es extraño, ¿Por qué volverías al mismo lugar? Puedes ir a cualquier lugar, puedes ir a Alemania, al patio de tu casa, e incluso sí quieres, puedes ir a el espacio. ¿para qué querrías volver? No lo sé. Tal vez porque en el inicio es donde todo esta calmo, y nada nuevo pasa, tal vez es mejor, porque ahí entiendes todo. No hay más cosas que descubrir. A menos claro, que pienses y repienses cada cosa que vez. 

Te dije que volvía al mismo punto.

Esto es un libro donde siempre volvemos a lo mismo. Si te esperabas un cuento bien hecho, pues, aquí no lo encontrarás. Ahora si bien, quieres leer pensamientos acerca de palabras raras, del camino de la palabra o de simplemente paradojas, pues. Puedes venir aquí, a sobre pensar las cosas un poco, tal vez demasiado.  Y, acerca del título. 'Historias de Universos Paralelos' Pues, no sé. Creí que sonaba profundo, y al mismo tiempo interesante. 

Por lo que, sí.  De hecho, podría ser que cada historia sea de un universo completamente distinto, pero paralelo al nuestro. ¿Cómo? Pues, imagínate el libro como uno de esos en donde hay muchas historias una junto ala otra que no tiene nada que ver entra sí, todas de diferentes universos y autores. Bueno esto es lo mismo, solo que... Menos profesional. Con solo un autor, que viaja por el mundo sin saber que es lo que esta pasando, y escribiendo lo que piensa. A sí, y que además habla en tercera persona de sí mismo. ¿Por qué?  Pues, no lo sé, me hace más objetivo, supongo.

Historias De Universos ParalelosWhere stories live. Discover now