Capitulo 1

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Paris, Francia 1996...

La vida que he llevado hasta ahora no ha sido nada fácil, escapar después de la muerte de mis padres me ha desmoronado por completo y ya no he sido la misma de antes.

El desmembramiento es un acto salvaje y despiadado para aquellos que no tiene escrúpulos que están cegados del odio y del rencor. Es uno de los momentos más dolorosos de mi vida.

Yo, Elizabeth Vangaurt me he vuelto una de las personas más temidas del pequeño condado de Belpois, ya nadie se burlará de mí, ya no soy aquella mujer con esa dulzura que la caracterizaba que trataba siempre ser humilde. Ya ella murió desde aquel día del asesinato de mis padres.

― Madame el señor Lavoie la espera en su despacho –informa Antoinne mi mayordomo.

― Gracias Antoinne puedes retirarte.

Construí mi propio imperio petrolero, soy una de los magnates de Francia dentro de la industria, cabe destacar que el negocio de piedras preciosas me ha ido excelente y me he convertido en una de las mujeres con más poder en el condado de Belpois.

Ajusto mi vestido de color negro de cuero que moldea mi cuerpo a la perfección combinado con mi brazalete de plata y mi sombrero.

Salgo de mi habitación con dirección al despacho, sin duda obtendré más información de quien fue el responsable del sabotaje de las maquinarias de la petrolera.

Jalo las dos puertas de caoba y entro dando mi entrada triunfal y una sonrisa brillante adorna mi cara mientras veo a un señor canoso y elegante calando su cigarrillo viendo en frente de la ventana.

― Veo que vino más rápido de lo que había imaginado –digo sentándome en mi escritorio.

― Hola madame me da gusto volver a verla –dice besando el dorso de mi mano.

― El gusto es mío señor Lavoie. Dígame, ¿ya encontraron al delincuente que ocasiono el sabotaje?

― Aparentemente si, él se entregó a la policía a media noche y se declaró culpable del sabotaje también revelo que no lo hizo solo también tuvo cómplice –relata de manera neutral y seria.

― Vaya, vaya al parecer no sabe que está nadando con los peses gordos en un pequeño estanque –digo con ironía. – Lo quiero esta noche en mi casa, me conoces Dimitri y sabes el que se mete conmigo tienen sus horas contadas.

― Entendido madame –asiente.

Dimitri se retira de mi oficina y comienzo a servirme un trago de whisky para relajarme un poco.

― Antoinne.

― Si, madame.

― Esta noche necesito que ponga la mesa para dos tenemos visita. –informo y bebo el resto de whisky que queda en el vaso de cristal.

― Entendido. –asiente y se retira.

Mi cabeza comienza a trabajar los planes para esta noche, por culpa de ese imbécil perdí millones de euros y ya es hora de que desaparezca del mapa.

***

― Bienvenido pase adelante.

Un caballero de ojos grises y piel pálida hace presencia en el comedor.

Ya era la hora de comenzar actuar.

― Muy buenas noches señor Fischer –digo sin perder el tiempo.

― Gracias por la invitación señorita Vangaurt.

― No es nada, por favor tome asiento.

Astuta Soltera ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora