CAPÍTULO 05

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~Satoru llorando, que sus lágrimas calmen su alma~

La luz del sol comenzó a molestar en mis ojos, mi cansancio no colaborada parar quererme levantar.

Di un suspiro lleno de pesadez y giré mi cuerpo para acomodarme mejor.

—¡Qué mierda es esto! —grité con rabia al sentir como mis manos tocaban el suelo polvoriento.

Abrí los ojos con rabia. ¡Me muero! Los rayos del sol atacaban sin arrepentimiento a mis ojos.

¡Me derrito!

Observé el mismo asqueroso callejón en donde tuve la pelea y recordé; había peleado contra esos patanes y había perdido. No siempre en la vida se gana, ni modo.

Sostuve mi cabeza, me había llegado una punzada de dolor.

—¿Yuu-san? —escuché la voz del Cordero.

¿Qué hace aquí? Levanté la mirada, —yo estaba echado en el piso y él estaba parado delante de mí —se encontraba lleno de moretones y un ojo morado resaltaba de su cordero rostro.

—¿Yuu-san, se encuentra mejor? —preguntó con un rostro lleno de preocupación.

Me levanté —ignorando su pregunta—y lo miré con desconfianza. ¿Por qué esta lastimado y aquí?

Pero, recibí la respuesta al momento en que se había sentado delante de mí, una nota adhesiva estaba en su cabello.

—“A la próxima les partiremos el culo” —leí, el peliverde dio un gritillo del susto.

Reí por la nota dejaba por esos chicos, que gilipollas. ¿No podían poner algo más original?

Observé al peliverde, yo reaccionaria igual; pero, he recibido peores mensajes en mi vida. Mas al leer aquella nota, imágenes llegaron a mi cabeza: El Cordero había aparecido gritando “¡Cuidado!” con la tapa de un basurero, golpeando a diestra y siniestra.

¡Incluso me golpeó a mi! Al momento de querer separar al imbécil que golpeaba mi estomago, se resbaló y me pegó.

¡Esto es un crimen!

—¿Estas bien, Yuu-san? —volvió a preguntar, se levantó y quiso tocar mi hombro.

¡Si, estoy tan bien! Nótese el sarcasmo, incluso no me duele el golpe que me diste, ¡me está agotando la paciencia este chico!

Aprovechando que se había levantado, lo cogí por el cuello, golpeándolo con brusquedad a la pared.

—Quién te crees para meterte en mis problemas… —susurré de forma amenazante.

Mi límite era este ¿Por qué se estaba preocupando por mí? ¿Él también me quiere utilizar? ¿Qué quiere? ¿Protección? Yo ya no soy ese imbécil que por supuestas amistades saca la cara.

—Que sepas que te ayudé desinteresadamente —hablé con frialdad en mi voz. —¿Por qué volviste! ¡Acaso necesitas una niñera que te cuide!

Ensombrecí mi mirada; si era mejor así, hablarles así a este tipo de persona, hacerles dar miedo para que no vuelvan a acercarse y sacar su verdadero rostro. Ese rostro cargado de hipocresía, una máscara que esconde los caprichos y el rencor de las personas.

Aun me duele; ayudaba a muchos cuando tenían problemas, no les hacía diferencias. Todos para mi eran iguales y si yo era fuerte. ¿Por qué no darles una mano?

Satoru Yuu •|•BNHA•|•Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ