Capítulo 2

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Alma cobarde
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Clarisse.

Inhalé el humo del cigarrillo y susurré al viento un fragmento de mi canción favorita.

Había tenido un mal día y estaba tratando de despejar la mente y dejarla en blanco, no quería más líos de los que de por sí me cargaba. Por ello preferí colocarme los audífonos y aislarme del mundo por un momento, por lo menos hasta que mi conflicto cesara.

Aunque justo esa noche pareció no ser lo más conveniente.

Observé por el rabillo del ojo a un hombre que recordaba haber visto unas cuantas calles más atrás, aquello me provocó un escalofrío, pese la poca visualización que tenía de él, su cercanía me alertaba. Por primera vez en mi trayecto desde la universidad observé mi entorno, me encontré con la desdichada sorpresa de que estaba sola. No había nadie que pudiera auxiliarme, me auto consideraba una presa fácil en esos momentos.

Metí la mano libre a los bolsillos de mi pantalón en busca de algo con lo cual defenderme si es que era necesario, pero tan solo encontré un trozo de papel.

Había mucho que pensar, pero la música tan solo me distraía, ¿Qué se suponía que debía hacer?, ¿quitarme los audífonos y revelar mi desconfianza?, ¿llamar a alguien?, ¿correr?.

Maldita sea, debía concentrarme.

Apresuré el paso tratando de convencerme de que tan solo era una mala pasada de mi mente, que todo estaría bien. Pero pasó de manera rápida, como ese tipo de cosas suceden, y antes de precisarlo tenía a ambos brazos inmovilizados y a una navaja presionando mi cuello. El cigarro cayó a un costado de mis pies.

Quise gritar, pero la voz me abandonó, al igual que la cordura.

-No te muevas - Articuló el hombre adentrando sus manos a los bolsillos de mi suéter. Asentí paralizada, rezando por que esto se deduciera en un asalto.

Fue hasta que sentí sus manos rozar mis pechos cuando el mundo se me vino en cima. Un chillido se me escapó de los labios y miles de sucesos comenzaron a aparecer en mi cabeza. Excepto el que ocurrió a continuación.

Sentí un fuerte choque en mi espalda y segundos después estuve libre sobre el cemento de la banqueta con un pitido afectando mi audición. Respiré profundo y me toqué el cuello, pequeñas gotas de sangre se escurrían de él.

-Corre - Escuché en medio de los zumbidos de mi oído. Giré y bajo la escasa luz de los edificios que nos rodeaban distiguí unos brillantes ojos negros, en medio de un rostro borroso. Tardé ligeros segundos en visualizar de nuevo el cuerpo del hombre que me atacó y comprendí sus palabras.

Asentí y me puse de píe, dudando antes de dar el primer paso. Quise quedarme ahí pero corrí. Quise socorrer a aquel hombre de la misma manera que el me ayudó. Quise ser solidaria, empática y valiente. Pero mi cobarde alma se perdió entre el horizonte de la calle y no paró hasta que cerró la puerta del departamento a sus espaldas y se sintió segura.

Esa noche llamé a la policia, cuando dieron su informe tan solo pudieron reportar una navaja, sangre, un cigarro a la mitad y una calle completamente sola.

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⏰ Last updated: Mar 09, 2022 ⏰

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Soñé, con besos fríos.Where stories live. Discover now