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Pongo su brazo en mi hombro para pararlo y poder salir, lo lleve al baño que se encontraba a algunas cuadras del lugar.

Lave su cara quitando toda la sangre y el maquillaje que tenía - Ar- arthur Kang? - tartamudeo me había puesto nerviosa, me miró sorprendido.

+ Me llamo Arthur, pero mi apellido no es.. Kang -  mira a otro lado para que no lo mire - muchas gracias - dice sin apartar su mirada de la puerta - por todo

- no hay de que - digo un poco decepcionada enserio quería que sea el - quiere que lo lleve algún lado?

+ No, estoy bien señorita.. - me mira - como te llamas?

- ah me llamo - no podía decirle mi nombre a un extraño - Mary

+ Estoy bien señorita.. Mary - se levanta con un poco de dificultad

- entonces adiós? - en realidad me preocupaba, si volvía a encontrarse con otro maliante en verdad necesita ayuda.

+ Puede ser un hasta pronto - me regala una sonrisa, se va cerrando la puerta y yo me quedo sentada en el piso frío y sucio del baño.

Hasta el momento de irme a casa, un departamento no lujoso, que a veces olía a orina de gato y que siempre las paredes se ponían de un color verde por la humedad.

Era extraño hablar de mi hogar que no era más que eso un edificio horrible, colgué mi abrigo en el perchero, me senté en el sillón sacándome los tacos.

Busco con la mirada el control para prender la televisión y poner alguna película​. 

- Hola - contestó el teléfono - mamá deja de preocuparte ya estoy en casa - suspiré cansada - sabes, hablamos mañana estoy muy cansada

Pongo a descansar mis pies en la mesita que se encontraba al frente, Arthur me tiene intrigada eso de encontrarme con un payaso con una risa similar es algo muy sospechoso.

Escucho como alguien golpea la puerta, me quedo en mi lugar tratando de tranquilizar mi respiración, nadie además de mi madre sabe que vivo aquí. Sigo en mi lugar hasta no escuchar nada.

La televisión sigue prendida, tenía el teléfono en mi mano podía marcar a la policía y avisar que podía morir si no venían a tiempo.

En qué momento me quedé dormida en el sillón la con la ventana abierta? Pero todo Lucía igual nada se había movido de su lugar.

En la pequeña estantería de la al lado de la puerta del baño, abajo de un adorno barato de porcelana que estaba en ella no estaba la llave de repuesto del apartamento, lo único que faltaba era eso y una foto mía de cuando tenía catorce.

Ahora tendré que asegurar mejor la puerta, después de una larga ducha y elegir entre muchos trajes, busco uno de mis bolsos de repuesto y el celular más viejo que tenía.

por fin salgo hablar con el portero del edificio.

- Hola Zac - saludo al tipo viejo del edificio

+ Hola Liz, cómo estuvo tu noche?  - a que se debía esa pregunta

- mi noche estuvo bien un poco extraña pero sobretodo bien

+ me alegro mucho por usted, tengo algo para usted - busca algo en sus bolsillos - toma, esto es tuyo, un tipo vino a traerte lo

- un.. tipo? - tomo las llave desconfiada - puedes decirme como era? 

+ Era muy tarde y estaba un poco dormido no pude ver quien era

- gracias, adiós Zac - a veces podía ser un poco incómodo hablar con Zac pero era un buen tipo un poco viejo y sordo.

+ hasta pronto señorita - sonrió por lo último, hoy sería mi primer día de trabajo y tenía que estar feliz el tipo no entrara a mi departamento por suerte.

"HE/SHE"Where stories live. Discover now