Capitulo 2

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Luego de lograr comunicarse al fin, Mateo y Gina se convirtieron en grandes amigos, Mateo le insistió a su madre un año más tarde que lo llevara a un lugar donde pudiera aprender el lenguaje de señas, la señora Verónica pensó que su hijo tenía un capricho con Gina, así que al principio se negó, pensó que quizá con el tiempo todo pasaría y su hijo dejaría de insistir, pero estaba muy equivocada.

El niño comenzó a pedirle diariamente a su madre que lo llevara a algún lugar donde pudiera aprender y no solo a su madre sino que también comenzó a insistirle a su padre, Ignacio.

- Por favor papá – le suplicaba Mateo – quiero aprender.

- ¿Pero por qué tanta insistencia en aprender el lenguaje de señas?- le pregunta el señor Ignacio algo cansado a su hijo.

- Es que quiero comunicarme mejor con Gina, quiero conocer su mundo.

El señor Ignacio observa a su hijo algo sorprendido, y en ese momento cayó en cuenta que nada lo haría cambiar de aparecer, también pensó, que quizás, no era un capricho y su hijo si apreciaba en verdad a Gina, su hijo estaba creciendo y esto lo ponía un poco nostálgico.

- Está bien – acepto al fin – pero tendrás que cumplir con tus deberes en la escuela.

A Mateo se le dibujo una gran sonrisa en su cara y de la emoción solo podía mover su cabeza afirmando, sin poder soportarlo más abrazo a su padre y le dio las gracias, corrió y le dijo a su madre las buenas noticias, aprendería lenguaje de señas, al principio su madre se sorprendió un poco de que su esposo hubiera aceptado y no le quedo más remedio que aceptarlo también.

Ese día le dio la noticia a Gina, su rostro se iluminó y hasta le dijo que podrían practicar después de clases en su casa, desde ese momento comenzaron a ser aun más cercanos y el tiempo paso, los dos crecieron y Meto aprendió el lenguaje de señas.

Ya han paso 20 años, ambos lograron sus metas, hoy Mateo es un buen abogado y Gina enfermera, a los dos les costó llegar al lugar donde están ahora, Gina en su adolescencia conoció un chico del cual se enamoro perdidamente y el cual Mateo quería matar, pero no podía hacerlo, hasta que le fue infiel con una de sus amigas, el pobre chico quedo con un ojo morado y la nariz algo inflamada.

Mateo consoló a Gina en todo momento hasta que lo supero, pero nunca se atrevió a decir nada, en la actualidad se ha armado de valor y piensa decirle lo que siente, pues ella le menciono que un doctor está interesado en ella y piensa, que si lo intenta, quizá funcione y él no está dispuesto a correr riesgo que el doctor se llave a la chica que ama, así que cito a Gina al parque donde se conocieron, porque tenía algo importante que decirle.

Al llegar ve a los niños correr, su corazón se llena de alegría y nostalgia al recordar su infancia, camina hasta encontrar a Gina sentada en una de los columpios, la ve con su vestido azul, destaca entre la multitud, le roba el aliento como la primera vez que la vio.

Al Gina percatarse de Mateo lo saluda, corre hasta encontrarse con él, Gina aun es como una niña, Mateo ahora más alto que ella la abraza y le da vueltas mientras ella se ríe, él ama su sonrisa, luego de varias vueltas la devuelve al piso.

"te extrañe" – le dice Gina por medio de señas a Mateo – "tenía dos semanas que no te veía"

"Yo también te extrañe Gina"

Mateo le regala una sonrisa, en su adolescencia Gina se dio cuenta que estaba perdidamente enamorada de Mateo y desde entonces sus ojos azulados y su hermosa sonrisa le roban el aliento, por eso decidió que quizá ya era hora de olvidarlo, ella piensa que Mateo no siente lo mismo, por eso piensa darse una oportunidad con el doctor Esteban.

Amor en silencio (historia corta)Where stories live. Discover now