P37: Sencillez es amor.

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—Y…este es mi departamento. —anunció Danna abriendo la puerta.
Erick se quedó en silencio contemplando las paredes del lugar, metió sus manos dentro de los bolsillos de sus pantalones y se giró para mirarla un momento.—Es...

—No es igual a tu departamento lleno de lujos y esas cosas pero me gusta de este modo.—se apresuró a decir. Las cejas del muchacho se fruncieron de inmediato.

—¿A quién diablos le importa eso?—replicó de inmediato.—Iba a decir que es muy bonito y tiene tu esencia en cada cosa que hay aquí…—Las mejillas de la castaña se sonrojaron de inmediato.—¿Por qué siempre crees que para mí los lujos y las comodidades lo son todo en la vida, Dan?—ella negó con una sonrisa en los labios.

—A veces eres muy presumido.—bromeó apretando sus labios. Erick dejó escapar un jadeo de sorpresa y negó antes de echarse a reír.

—Bien…supongo que tengo que admitir que cuando nos conocimos en primer lugar si era demasiado arrogante y creía que las cosas lujosas siempre eran las mejores pero después…cuando nos casamos quiero decir, me acostumbré a ti y a tu sencillez…—le explicó sin dejar de mirarla.—Y después cuando realmente te conocí me di cuenta que a pesar de todo lo que tienes y que te corresponde por derecho nada de eso te importa y ni siquiera dejas que cambie tu esencia…tu forma de pensar ni tu forma de ser y creo que te amo mucho más por eso…porque eres autentica y no te importa ni una de las mierdas que le importan a las otras chicas dentro de este maldito círculo social al que pertenecemos...

—Erick…

—Aprendí que prefieres comer en un restaurante de comida rápida que en un restaurante de lujo, que prefieres las hamburguesas con queso que los platillos finos, que el helado de vainilla con caramelo es tu favorito, que te gusta caminar descalza por la playa, reírte sin explicación alguna y que eres la mujer más sencilla sobre la faz de la Tierra…sencillez es amor, Danna.—el corazón de Danna se detuvo un momento.—Y que todo lo que quieres hacer en la vida es ser libre de tu padre…que anhelas tener tu libertad y tomar tus propias decisiones…eso es lo que aprendí de ti y también descubrí que me gusta. Me gusta la sencillez porque aprendí contigo que las mejores cosas que hay en la vida son las más sencillas…sacaste la mejor versión de mí y no tienes ni idea de lo que eso significa. Me enseñaste que en la vida no son necesarios los lujos para ser feliz porque contigo soy completamente feliz…

Los ojos de la castaña se llenaron de lágrimas. Inspiró profundamente tratando de que las lágrimas se mantuviesen dentro de sus ojos pero era imposible. Erick permanecía de pie contemplándola fijamente con  una sonrisa en los labios.—Te amo…—articuló con sus labios sin emitir sonido alguno.

Él deshizo su posición y la envolvió en un largo abrazo.—También te amo, Dan…por el resto de mi vida…

(…)

Zabdiel dejó escapar un largo suspiro pero no apartó la mirada del ordenador delante de él. Se quedó en silencio contemplando la pantalla sin prestarle demasiada atención en realidad. ¿En qué demonios se había metido? Cuando Erick le había pedido que se hiciera cargo de la empresa y él había dicho que si sin ni siquiera pensarlo un par de minutos había pensado que serían temporales mientras los recuerdos y el dolor de su hermano se esfumaba.

Nunca se le había ocurrido pensar que sería tanto tiempo ni que su vida se iba a complicar de la manera en la que lo estaba haciendo en ese momento. Su cabeza le decía que tenía que concentrar sus pensamientos en las cuestiones laborales que tenía por delante pero su corazón no hacía más que latir desenfrenadamente cada vez que pensaba aunque fuese un poco en Miranda y ella ni siquiera se daba cuenta de ello.

¿Y que se supone que tenía que hacer? Ni siquiera lo sabía. Inspiró profundamente pasándose ambas manos por el cabello y finalmente apartó la mirada de la pantalla. Oprimió el botón verde del interfono y se aclaró la garganta.

¿Sera porque te amo?||Erick B. Colón.|Completa.Where stories live. Discover now