>Te Amé Sin Querer<

Capítulo 1.

Delia:

— Hoy es lunes y son las 7:15 de la mañana, acostumbro siempre a llegar tarde a clases porque no me agrada estar hablando con ciertas personas, buena no es que fueran nerd, pero es algo molestoso.

— Me levanto de mi cama dando un bostezo de pereza. — Mientras me acomodo mis sandalias para ir al baño, pero antes me miro al espejo y me agrada lo que veo. — Mis »curvas« Son preciosas.

— Delia, recuerda que hoy es lunes y tienes una presentación.— Me recuerda mamá.

— ¡Dios mío!— Había olvidado que hoy es mi primer discurso después de mi segundo año escolar. — Me duché lo más rápido posible y me cambié, me peine y le pedí las llaves de mi vespa a mamá, mientras le daba un pequeño beso en la mejilla.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

— Llegué canto antes a la secundaria, no quería perder la oportunidad de catalogar como presidenta de éste año al igual que el año pasado.

— Buenos  días Delia,¿Cómo está?— ¿Dormiste bien?—

— Claro, si, bien. — Llevo prisa, lo siento. — Digo mientras esquivo a los chicos de la secundaria... Pues no es que no sean guapos, sólo que ninguno llama tanto mi atención, además sólo quiero concentrarme en mis estudios y nada más.

— ¡Delia, A pura te!— Ya tienes que dar tu discurso. — Me sostiene la orientadora llevándome al pequeño escenario escolar. — Respiro y me paro en frente del pequeño pupitre para así dar inicio a mi discurso como futura presidenta escolar.

— Emm... — Buenos días a todos. — Veo que todos posan su mirada en mí prestándome toda su atención.

— Continúo con mi discurso. — Mi nombre es Delia Debherman, y si estoy aquí es para proponerles un nuevo cambio 2020 en nuestro centro escolar.

— Pues no es justo que tengamos que esperar que nos manden a limpiar el Instituto, donde somos adolescentes que fuimos educados en nuestras casas, y además ya no somos niños de preescolar!—

»Me miran con cautela y aplauden Apoyándome.

— Y... Tampoco es justo que tengamos que ver  otros estudiantes le pegan a otros, sólo por ser más débiles y otros simplemente por ser gay, emo, cristianos, o tener diferentes colores o culturas.—

¡Digamos le no al maltrato infantil, y adolescente!— ¡No más bulling!—
¡No más maltratos psicológicos!—  Hoy te invito a cambiar!—

>Todos aplaudieron y la apoyaron<

— Ésa chica si que es talentosa. —

— Gracias por su atención. — Solté el micrófono encima del pupitre y me bajé  dándole entrada a otro estudiante , quien daría su próximo discurso.—

— Felicidades Delia. — Me sonrieron las chicas.

— Gracias, digo sintiéndome superior, pero luego el sonido de aquella voz ronca y pasiva llamó mi atención.  

— Hola. — Mi  nombre es Peter Obrien. — Sé que tal vez no tengo nada que darles, pero... — Le miran en silencio. — Pero puedo pedirles que por favor, seamos más consciente de lo que hacemos a diario, estamos destruyendo nuestras propias neuronas , nuestro cuerpo cada vez que innhalamos ésas tontas químicas...

—¡DILE NO A LAS DROGAS!— ¡Tú cuerpo no es papel,no lo rayes!—— ¡No eres prostituta, no prestes tu cuerpo!—

(todos se sintieron melancólicos y acentuaban  con la cabeza mirando a Peter con destreza.

— Te invito a que cambies!¡— Gracias por su atención. — Dijo el Chico mientras bajaba del pupitre, poniendo su mirada directa y llena de presión sobre Delia quien lo miraba con Odio.

— No te saldrás con la tuya... —Susurró Delia apretando los labios mientras que aplaudía con hipocresía seguida de todos.

— Bien, ahora que todos voten por su favorito y pongan los votos dentro de la caja de allá. — Señaló la orientadora.

— Mientras los alumnos votaban, Delia y Peter estaban sentados en el pequeño escenario o anfiteatro.

— ¿Y crees que puedas ganarme?— Le preguntó Delia con hipocresía.

— No siempre se puede ganar. — Pero no aceptaré una derrota. — Le miró Peter.

— Cuánta seguridad en una sola persona. — Qué bien. — Rió Delia y Peter la miró.

— Unos segundos después los votos fueron contados. — El público admirado y ansioso esperaban las palabras de la juez.

— y el puesto presidencial es para—

— Saludos👼👼