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Una copa de vino descansaba en la mesa del living, esperando a ser tomada. El repiqueteo de las teclas resonaba en el pequeño cuarto, que tenía dos grandes sillones, la mesa ratona, la biblioteca y el escritorio donde trabajaba Harry. Era su segunda página de la nueva novela y las teclas de la máquina de escribir, golpeaban la superficie de la hoja, llenándola de magia.
El escritor extendió el brazo y tomó la copa de vino luego, tragó un sorbo y la dejó en la mesa, volviendo a su arduo trabajo. Solo si el teléfono dejaría de sonar, podría concentrarse. Pero no, seguía sonando el sonido. Harrytenía una ley: Cuando escribía, escribía. No hacía nada más. Golpeo el escritorio con su puño y tomo el teléfono.
Un mensaje brillaba en la página:
Araceli: Hola
Austin desbloqueo su teléfono y escribió rápidamente:
Austin: ¿Quién eres?
Araceli: ¿Qué importa? ¡No puedo creer estar hablando con usted! Me parece una locura. ¡Mi corazón va a explotar!
¿Quién rayos era Araceli y cómo mierda había conseguido su número?
Escribió una respuesta rápidamente:
Austin: Mira no sé quién eres, así que adiós. Estoy trabajando.
La respuesta llego al instante:
Araceli: Usted no me conoce, claro que no. Pero yo a usted lo conozco como a nadie más, siento que estamos unidos por alguna razón, por sus libros.
Austin: ¿Así que eres una fan? ¿Cómo rayos conseguiste este número?
Araceli: No soy solo una simple fan, soy su fan número uno. ¿Cómo podría usted saberlo? Claro.
Austin: No has respondido mi segunda pregunta.
Araceli: ¡Maldición estoy hablando con Austin Mahone!, alguien quemede un puñado de calmantes.
Austin: Mira, me alegro que te gusten mis libros, pero no hablo con mis fans. Y si me disculpas, estoy bastante ocupado.
La máquina de escribir parecía rogarle que teclee. Pero Austin no pudo hacerlo, porque el torbellino de mensajes llego demasiado rápido como para apagar su teléfono.
Araceli: Pero ya se lo dije, no soy una simple fan.
Araceli: Maldición, creo que moriré.
Araceli: ¿Está escribiendo un nuevo libro?

Araceli: ¡No puedo creerlo, tengo una primicia para mi Blog!
Austin se tomo la cabeza entre las manos. No quería que nadie supiera de su nuevo libro. Era su segunda regla: No contar nada del libro hasta haber hecho medio trabajo y estar convencido de mandárselo a su representante...
Pero ahora todo el mundo lo sabría debido a esa mujer que consiguió su número.
Austin: Por favor no lo hagas, es algo muy nuevo aún.
Araceli: Si, siga dándome información. La publicación ya tiene noventa comentarios. ¿No es genial?
Austin: ¿Publicación? Solo te lo he dicho hace un minuto.
Araceli: Ya le dije, usted no me conoce c;
Austin: Maldición.
Araceli: ¡Me dijo maldición! Alguien traiga un chaleco de fuerzas, porque voy a enloquecer.
Austin: No, yo enloqueceré. ¿Alguien más tiene mi número?
Araceli: ¡Claro que no! Lo quiero sólo para mí :$
Austin se tragó el vino que quedaba.

CHAT (Austin Mahone)Where stories live. Discover now