Capítulo 27

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Rosalie POV

Toqué a su puerta y no tardó mucho en abrir, nunca me cansaría de ver esa sonrisa.

-¿Por qué sigues tocando la puerta?- pregunta Alex tomando mi mano para luego atraerme hacia él.- Yo entro a tu casa como si fuera la mía.

Deposita un casto beso en mis labios y entramos a su casa.- No sé, quizá es la costumbre de que nunca entro así a ninguna casa. Ni a la casa de Nat entro así.

-Quizá yo necesite darte una llave para que así te sientas como en casa- y no sé por qué esas palabras me ponen en pánico.

-No, eso no es necesario- Alex suelta una carcajada, sus ojos iluminados con un lindo brillo que me tiene ligeramente hipnotizada.

-Chispita, ¿te das cuenta de que prácticamente ya somos una pareja casada? Digo, si tú no duermes aquí, yo duermo en tu casa, hacemos el amor como recién casados, hacemos las compras juntos, pagamos los recibos juntos, hasta discutimos porque dejo vellos en el lavabo cuando me rasuro. Sólo nos faltan los hijos y las mascotas.

-Oh no señor, esta situación tiene que cambiar, tenemos que esperarnos hasta estar casados- bromeo y él se aleja hacia la cocina, le sigo.

-Como tú digas, chispita, pero sé que no te resistirás a mis encantos- se voltea y me guiña un ojo y se va a menear el cucharón de una olla que está en la estufa. Me siento en uno de los bancos y lo veo concentrarse arduamente en su momento de chef. No puedo evitar observar los medicamentos que están a un lado de mí.

-¿Y estos medicamentos?- pregunto confundida.

-Antes de llegar a casa pasé al doctor, tenía unas punzadas muy fuertes y la vista borrosa.

-¿Todo bien?

-Sí amor, sólo es exceso de trabajo y me faltan vitaminas, es todo- asiento de todas maneras no muy conforme con su respuesta.- Quizá hasta necesite lentes, así que ya saqué cita con el oftalmólogo.

-Si quieres te puedo acompañar.

-No hay problema, chispita, estoy bien, es un chequeo de rutina.

-Nat y Geo ya me están metiendo presión para anunciar la fecha de la boda.

-Nos podemos casar mañana mismo- deja por fin la olla y se voltea, las comisuras de su boca están elevadas, por mi expresión entiende todo.- De acuerdo- se recarga al otro lado de la isla central.- Yo ya sé qué fecha daremos, y te encantará.

*****

No podía creer que estuvieran mis seres queridos reunidos en un mismo restaurante. Papá y Nat platicaban arduamente sobre política, temía que terminaran aventando los cubiertos. Los papas de Alex estaban de lado de él riendo de no sé qué chiste les contó su hijo; Geo y Ayleen no dejaban de ver a los chicos que se encontraban en la mesa frente a nosotros, casi se los devoraban con la mirada. Rick y Sebastian platicaban sobre fútbol americano, cosa que no me sorprendió en absoluto. Nick y Madeleine no dejaban de hacer guerra de pulgares.

¿Podía ser más feliz que ahora? Quizá cuando por fin me case y sea la señora Aldrich.

-Bueno familia- dice Alex de repente sacándome de mis pensamientos.- Los hemos citado a todos aquí para darles una gran noticia.

-¿Rose está embarazada?- chilla Geo con los ojos como platos, en un segundo siento las miradas de todos hacia mi persona y no puedo evitar que toda la sangre de mi cuerpo se acumule en mis pequeñas mejillas.

-No, familia- murmuro avergonzada y veo como todos ponen cara de tristeza... ¿Tristeza? ¿Qué demonios?

-Ya nos encargaremos de esa parte en los próximos días- Alex me guiña un ojo y todos se sueltan riendo...y yo, yo estoy que quiero meterme debajo de la mesa para que nadie me vea.

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