cuatro.

8.8K 835 38
                                    

04

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

04.| ERES UN CERDO. SOY UN DEPREDADOR.

      Las personas que pasaban a su alrededor creerían que ellos eran una pareja por la forma en que estaban caminando. Damon tenía su brazo alrededor de sus hombros y el rostro de ella estaba cubierto por unas sombras rosadas. Su cabello rojo estaba atado en una coleta baja, pero una parte de el aún lograba deslizarse a su rostro. Laurel alzó la cabeza para mirar al vampiro antes de intentar quitarse su brazo de encima, pero él solo le dio una sonrisa y volvió a colocar su brazo a su alrededor.

      Por alguna razón extraña, había un millar de mariposas en su estómago. Solo por el simple contacto. Damon era su mejor amigo y, aún, ella tenía los más raros sentimientos cuando él estaba alrededor. Ella soltó un pequeño suspiro antes de cruzar sus brazos por sobre su pecho.

      —Oh, vamos, Lau—, susurró Damon, bajando la cabeza de forma que sus labios estaban cerca de su oreja —. No intentes intentar actuar si no pretendiéramos SIEMPRE que salimos. Es lo que hace nuestro juego divertido.

      —Éste juego, del que estás hablando, siempre termina en cerdos asquerosos coqueteándome y tú tienes chichas a tu alrededor—, le recordó Laurel mientras se detenía en el medio del lugar. Se giró a mirarlo, cruzando sus brazos sobre su pecho —. Dame una buena razón de por qué no debería dejarte ahora.

      —Porque eres mi amiga.

      —Soy tu única amiga—, espetó Laurel —. Hemos hecho esto cientos de veces.

      —Bueno, te he ofrecido ser más qué amigos--.

      —No tengamos ésta conversación otra vez—, suspiró Laurel antes de retomar su caminata. Ella deslizó sus delgadas y pálidas manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.

      Los azules ojos de Damon siguieron a la pelirroja antes de soltar una pequeña risa. Nunca había habido una chica que le causara tantos problemas a Damon como Laurel lo había hecho. Ella siempre había sido la que ponía a Damon en su lugar. Incluso cuando Laurel no le estaba haciendo entrar en razón, ella estaba apoyándolo. Ella era la que se había enfrentada al vampiro fuera del bar de Bree. Ella estaba con Elena y Damon, y el vampiro creía que sería Elena la que lo defendería.

      Pero fue Laurel. Ella siempre había estado de su lados. Laurel era una buena persona y, normalmente, las buenas personas no se ponían del lado de los malos. Y eso era lo que Damon era. Uno de los malos. Él era el villano de la historia y, aún así, Laurel era la salvadora. Claro, Stefan tenía el peinado de héroe, pero Laurel era la humana que se había asegurado que su amigo no muriera. La fiera humana pelirroja, que constantemente se encontraba en el camino del peligro debido a Damon, estaba ahí para ayudarlo.

      Damon omitió una carcajada, pero entonces, él levantó la vista para ver que Laurel se había detenido frente a una ventana. Sus ojos estaban pegados a la pantalla de su celular, los cuales brillaban con curiosidad. Él se acercó a ella a velocidad vampírica, mirando por sobre su hombro.

      — ¿Qué te tiene pegada a esa cosa?—, cuestionó Damon.

      —Stefan—, respondió honestamente. Ella miró por sobre su hombro antes de encogerse. Deslizó su teléfono celular de vuelta a su bolsillo antes de girarse para enfrentarse a Damon —. Así que, ¿a dónde?

      — ¿Qué?—, cuestionó Damon.

      Ella le dio una mirada —. Damon, teníamos un plan. ¿Qué querías hacer hoy? ¿Ir a cazar? ¿Matar alguna chica? ¿Qué?

      —Cierto—, asintió Damon —. Estaba pensando que podríamos ir a algún lindo restaurante. Ver si podemos encontrar a alguien rico.

      Laurel soltó un resoplido —. Eres un cerdo, ¿lo sabes?

      —Soy un depredador, Lau. Parece que olvidas eso—, corrigió Damon mientras seguían avanzando por la calle —. ¿Y qué quería mi hermanito? ¿Sigue habiendo problemas en el paraíso?

      —Elena es complicada—, suspiró Laurel —. Pero, por supuesto, ya sabías eso. Aparentemente, ella vio uno de los diarios de Stefan y leyó un par de entradas sobre mí un tiempo atrás. Se puso celosa y le demandó saber si seguía teniendo sentimientos por mí y él dijo que no.

      — ¿Te sigue gustando?—, inquirió Damon, haciendo que Laurel rodara los ojos.

      —No, Damon. Stefan y yo... dejamos las cosas en un buen lugar. Decidimos que estar juntos era peligroso, así que rompimos. Como claramente puedes notar, él y yo seguimos siendo buenos amigos. Por eso lo ayudo tanto como puedo con todo este drama con Elena—, explicó Laurel a Damon, quien ya sabía todo esto sobre la humana y el vampiro —. ¿Por qué? ¿Celoso?

      —No—, respondió Damon rápidamente. Laurel soltó una pequeña carcajada antes de levantar la cabeza para mirarlo. Damon la observó mientras los dos seguían caminando, antes de notar que había un restaurante a un par de pasos de distancia —. Vamos, ese restaurante luce como que tiene visitantes ricos.

      —Otra vez, eres un cerdo—, señaló ella.

      —Otra vez, soy un depredador.

Somebody Else: damon salvatoreWhere stories live. Discover now