LA SEMILLA

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En un terrible lugar donde la maldad es lo único que se conoce, nació un niño el cual era débil e indefenso y estaba destinado a morir ese día, pero algo ocurrió, un demonio femenino sintió por primera vez compasión por un ser humano, atraída por su debilidad y llanto, dio parte de su fuerza de vida a aquel niño, ese día prometió cuidarlo y nunca apartarse de él.

Pasaron los años y el niño se convirtió en un muchacho el cual tenía toda clase de contratiempos y la suerte lo odiaba. El muchacho siempre intentó encontrar a una hermosa luz que lo acompañara, pero siempre que lo intentaba surgía algún evento que hacía que las mujeres se alejaran de él.

El joven una noche ya harto de su vida y suerte pensó en acabar con ella de una vez por todas y tomó la decisión de hacerlo, la mañana siguiente. Cuando cerró los ojos fruto de la magia de Morfeo, empezó a soñar.

Se encontraba en un extraño lugar, pero más extraña era la sensación familiar que tenía sobre él, estaba ubicado junto a un río, en frente había una cantidad infinita de caminos, cuando levantó la mirada una especie de gnomo se acercaba a él, el cual con un gesto, le indicó qué camino tomar. Cuando terminó el camino, se encontró que estaba parado en una especie de pedestal negro hecho de piedra, que estaba ubicado frente a tres inmensas rocas de aspecto imponente y lisas.

Antes de que el muchacho diera otro paso para bajar de ese extraño pedestal algo surgió ante sus ojos un ejército de extraños seres que parecían sombras de color rojo y blanco, surgieron de la oscuridad y todo el lugar se iluminó.

El joven, impactado por lo ocurrido no se movió ni un milímetro de donde estaba parado y de repente una de las sombras se acercó a él y con una voz que no era humana y tampoco algo que se pueda describir con facilidad le dijo.

     - Señor, por fin has acudido a nuestro llamado.

El joven dudó en responder unos segundos impactado por el color de los ojos de aquel ser,cuando por fin tomó valentía quien sabe de dónde y por qué, dirigió sus palabras a él.

     - ¿De qué estás hablando? yo no sabía nada, yo no he hecho nada.

El muchacho retrocedió unos pasos pero se topó con que el extraño gnomo estaba a sus espaldas, el miedo corrió por su cuerpo, dispuesto a salir corriendo el gnomo lo detuvo y le dijo.

     - Yo me encargaré de explicarle lo que sucede.

El joven inundado de terror accedió a que gnomo hablara y este comenzó.

      - Amo, ellos son los 50 caídos que hicieron pacto con tu casta para estar a su servicio,      enseñando los secretos de las ciencias y el mundo, yo soy el sello de ese trato.

El joven sintió en él un espíritu de curiosidad que lo incitó a preguntar más.

     - ¿Trato de mi casta? ¿A qué te refieres? y ¿qué quieren de mí?

     - Si, tu casta, alguien con tu sangre sediento de sabiduría y poder consiguió encontrar     una legión de caídos sin propósito para el servicio suyo y de tu sangre hasta el fin de los     días, de ti sólo queremos órdenes.

El joven no podía creer que alguien de su familia fuera capaz de hacer algo como esto y cuando estaba a punto de preguntar de nuevo al gnomo la sombra roja se dirigió a él y le dijo.

     -Nosotros los 50 estamos a servicio de tu sangre y nunca nos separaremos de esta familia.       Luego de esto le ordenó al joven que lo siguiera hasta una de las tres rocas gigantes, cuando         estaban frente a la piedra del medio, la sombra roja volvió a hablar.

     - Esta es la piedra, que posee los nombres de todos los elegidos por los 50 para servirles.

El joven observó una cantidad de nombres, pero ninguno le fue familiar, luego de que observara el último nombre la sombra roja dijo.

     - Es tu turno de firmar, corta tu dedo pulgar y ponlo sobre la roca así tu nombre aparecerá y           podremos comenzar.

El muchacho decidido cortó su pulgar con el filo de uno de sus colmillos y firmó, luego deesto apareció la legión enfrente suyo, la sombra roja se puso a la cabeza y dijo su nombreadvirtiendo que nadie más que el muchacho debería saberlo y le entregó un sello el cualindicaba que estaba a su servicio, seguido el gnomo lo tiró de un brazo, indicando que erahora de irse de aquel lugar.


Ángel, demonio o algo másWhere stories live. Discover now