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Unos días más tarde después de obtener el carnet de conducir, sus padres le regalaron el coche que habían prometido, un "Nissan Juke" amarillo. Blas feliz se llevó de paseo a Elías y fueron a hacer turismo por los pueblos cercanos.

Para su desgracia las vacaciones ya iban a acabar y Elías comenzaba a trabajar. Estaría muy liado al empezar en un nuevo centro y con nuevo cargo, pero Blas sabía que no iba a aburrirse, quedaría con Rafa y Sergio, aparte de que tendría que ponerse al día con las cosas de la Uni que en unas semanas comenzarían sus clases.


-Hola chicos, ¿les gusta mi coche? -Fue a buscarlos al pequeño piso que compartían. - ¿Cuándo vas a sacarte el carnet Sergio?

-Ahora que lo tiene Rafa, no tengo prisa, además ni siquiera tenemos coche para conducir.

-Bueno, siempre pueden pedir el mío cuando lo necesiten, además para ir a clase, si coincidimos en horarios puedo ser su chofer.

-Eres muy amable, ¿qué tal está tu novio? -Rafa preguntó en tono burletero.

-En verdad te da lo mismo, ¿a que solo querías decir novio? -Le regañó Sergio.

-Está bien, comenzó a trabajar hace dos días y está liado a más no poder. -Respondió Blas tranquilo, las burlas tontas de Rafa no le molestan porque no eran en plan cabrón. -Por cierto, mi vecina Vero me preguntó por ti, dice que eras muy divertido.

- ¿En serio? ¿por mí? -Soltó un pequeño grito de felicidad. - ¿Qué dijo exactamente?

-Rafa, creo que no te interesa. -El tono frío y duro de Sergio sorprendió a Blas, más la mirada llena de ira que le echó a Rafa. -Prepárate para después.

Para sorpresa de Blas, Rafa se puso serio, se acercó al otro con la cabeza gacha y se disculpó, aunque el otro le aseguró que no quedaría así. Los miró asombrado, algo estaba raro entre ellos, entonces vio a Rafa tomando las manos de Sergio mientras insistía en que le perdonara.

-Un momento, ¿qué me he perdido? -Blas hizo que se separaran para que le miraran. - ¿Qué ha pasado?

-Nada. Supuestamente, estamos juntos desde hace una semana, pero creo que deberíamos ser solo amigos.

-No, Sergio, perdona, solo me hizo ilusión que hablaran bien de mí. -Parecía que Rafa iba a llorar mientras abrazaba al más pequeño. -Tú estás acostumbrado a que toda chica pregunte por ti, pero es mi primera vez. No te enfades.

-Joder, de verdad están saliendo. -Más sorprendido estaba Blas. -Pues no entiendo que gracia te hace lo de novio, si ya tienes uno.

-Es que ya no me puedo burlar de Sergio como antes, así que solo quería divertirme un poco.

- ¿Por qué no puedes burlarte de él? -Blas estaba cada vez más sorprendido.

-Me "castiga" si lo hago.

- ¿Qué? -No podía creerlo, es que todo el mundo practicaba el sadomasoquismo.

-No te sorprendas, el consejo me lo dio tu novio. -Sergio cortó la conversación con toda tranquilidad.



-Hola Blas, ¿qué tal con los chicos? -Elías le dio un pico, mientras se iba quitando la ropa para darse una ducha. - ¿Pasa algo? ¿Por qué me miras así?

- ¿De qué coño hablaste con Sergio?

- ¿Por qué?

-Porque me dijo que el "castiga" a Rafa tras seguir tu consejo, ahora son pareja.

Para su sorpresa Elías comenzó a reír a carcajadas. Poco después mientras se duchaba le contó lo que pasó en la fiesta y lo que hablaron, pero Blas comprendió que tampoco fue tanto lo que había dicho o hecho Elías para que su intimidad hubiera sido expuesta.



Los últimos meses del año, tanto Elías como Blas han estado muy ocupados, adaptándose a sus nuevas obligaciones, aparte de todo lo que tiene que estudiar Blas. Este se despierta temprano para preparar el desayuno de los dos y después pierde varios minutos mientras intenta que se levante, muchas veces acaba enredado entre sus brazos recibiendo besos y caricias.

Los dos desean perderse en las caricias del otro, pero la vida real se abre camino en sus deseos para separarlos y hacer que pasen poco tiempo juntos, obligados por sus mil quehaceres. Una pequeña angustia sigue anclada en el corazón de Elías.

Cierto que las cosas entre los dos van muy bien, es más el menor es muy cariñoso, complaciente, le cuida y mima con ahínco. Pero aún no le ha dicho que le ama, ni una vez. Elías se lo ha dicho en diversas ocasiones y el rubio calla o sonríe, ni siquiera le ha dicho que él también o algo así.

No es que dude de los sentimientos de él, se siente amado con todos los pequeños gestos de los que llena sus días, pero muere de ganas de escucharlo. Sabe que podría hacer que lo dijera con ayuda de sus juguetes, pero necesita que salga de forma voluntaria del pequeño.

- ¿Qué te apetece hacer en navidades? -Preguntó Elías mientras corregía exámenes.

-No lo sé. Mi familia no ha dicho nada de verme. Así que soy todo tuyo. -Respondió mientras seguía estudiando.

-Pues podríamos irnos por ahí los dos solos a pasar la navidad y fin de año con mi familia. ¿Quieres conocerla? -Se puso un poco nervioso al plantear la pregunta.

- ¿Les has hablado de mí? -Dejo de estudiar para mirarlo asombrado. - ¿Qué les contaste?

-Pues les dije que tenía un alumno muy inteligente en el instituto viejo. Que le había dado clase hacía varios años. -También dejó de corregir para contar la mentira que había dicho a su familia. -Nos encontramos en vacaciones ya que por casualidad vivimos en el mismo sitio, tras mi traslado. Hemos estado quedando, hasta que comprendimos que nos gustamos y ahora salimos.

- ¿Saben mi edad y que soy hombre?

-Sí, se han burlado un poco bastante, pero tienen muchas ganas de conocerte.

-De acuerdo. Pasemos una semana para relajarnos por ahí. Fin de año con tu familia.

- ¿Qué te parece un hotel con todo incluido? En la playa.

-Me parece muy divertido, podríamos repetir al que fuimos, me gustó mucho.

- ¿Te gustaría decirles a Rafa y Sergio si quieren venir?

- ¿Lo dices en serio, no te molesta?

-Son pareja, estarán en el mismo plan que nosotros, no serán ninguna molestia.

Así continuaron cada uno con sus obligaciones, mientras se sonreían felices con las decisiones tomadas. Más tarde Elías hablaría con su familia y Blas con sus amigos, para ir dejando sus vacaciones navideñas encaminadas y resueltas.

Continúa>>>

EducandoWhere stories live. Discover now