Craig Campbell acaba de casarse en circunstancias sumamente "especiales" por decirlo suavemente, pero la verdad es que haría todo lo que en sus manos estuviera para salvar a su clan, en especial a sus padres de una mortal enfermedad que amenaza con...
Craig, estaba completamente mudo, sus ojos se humedecieron y con suma suavidad acariciaba el vientre que llevaba a su hijo… no lo podía creer… su hada, su esposa… su amor, ahora le daba un regalo infinitamente más valioso, se sentía humilde ante su pequeña mujer, quien derramaba lagrimas silenciosas de unos ojos que no se apartaban de los suyos. Delicadamente la atrajo a él, sin pensarlo, como un poseso, rompió aquella transparente ropa que ella llevaba puesta y que sucumbió ligera ante la menor presión, dejando al descubierto su vientre.
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Si… ahí estaba su hijo, y como quien reverencia a los dioses o a algo más sagrado aun, besaba el lugar en donde se gestaba el fruto de su unión y de su amor. -Oh hijo mío!! Ya estás aquí… yo soy tu padre mi amor… quien te amará y protegerá más que a su propia vida!! Ahora… junto con tu madre, se han convertido en mi razón de vivir!! Aileen no podía contener el llanto… ver a su enorme highlander postrado, besando con adoración su vientre, y hablándole a su hijo con tanta ternura y devoción, era más de lo que se podía imaginar… se sentía inmensamente feliz… tanto que hasta dolía… tanto que hasta temía… sus lágrimas bañaban su rostro, mientras que veía a su marido también derramando las propias… ese momento quedaría grabado a fuego en su memoria, simplemente era perfecto.
Acariciaba dulcemente el cabello rojizo de su marido, mientras este continuaba acunando el lugar en donde crecía su bebé… cuando la levanto en voladas, acunada contra su pecho, depositándola en su cama… para este punto ella estaba completamente desnuda, mientras él se deshizo de la bata quedando en igualdad de condiciones. La besaba como nunca antes lo había hecho… con ternura, salpicaba besos en todo su cuerpo, adorando cada parte de ella, y le hizo el amor de la misma manera, mirándola a los ojos en cada arremetida, hablándole con su cuerpo, diciéndole que la amaba o mejor dicho que los amaba con una intensidad que estaba segura sobreviviría a lo que se viniera… incluso a el tiempo. Pasaron las horas, empezaba a despuntar el alba y aunque no habían dormido lo suficiente, se sentían vigorizados ante la certeza de la felicidad que estaba por delante. Aileen descansaba en el pecho de Craig, quien con sus ojos cerrados, no dejaba de acariciar su espalda… se sentían plenos. -Desde cuando lo sabes esposa? Aileen sopesó la pregunta… -Desde hace dos semanas. La respuesta hizo abrir los ojos de Craig, dos semanas?? Lo sabía desde ese tiempo y hasta ahora se lo dijo?? Sintió una pequeña irritación arruinando la velada. -Dos semanas Aileen?? Y por qué no me lo dijiste en cuanto lo supiste?? Alguien más lo sabe?? Oh por lo más sagrado!! Sentía la molestia de su marido en ese momento!! -La única que lo sabe es Catriona. -Con que mi nana sabia de la llegada de nuestro hijo y tampoco me dijo nada?? Y la muy ladina me veía todos los días y no me lo dijo!! Se sentó en la cama… hoy si, su malestar era evidente. -Han sido un par de imprudentes!! Qué tal si algo te hubiese pasado en ese tiempo? Has estado trabajando mucho!! Y si eso les afecta?? Has tenido en consideración semejante descuido?? A pesar de su diatriba, su hada tenía el descaro de sonreír abiertamente, como que si de algo gracioso se tratara. -Cálmate Craig… créeme que Catriona ha estado vigilándome más de cerca que de costumbre… también he tomado mis precauciones, no me estoy excediendo en el trabajo, así que por favor ya deja de reñirme y ven a la cama… y en cuanto al silencio de nana, sabes que primero muere antes de revelar uno de sus tan celosos secretos!! Ella es así… confiable!! Eso lo hizo calmarse un poco… pero solo un poco, volvió a la cama con ella, quien sin perder tiempo se colocó a horcajadas sobre él. -Porque no me lo dijiste antes Aileen? Debí saberlo de inmediato… lo sabes? Aunque sus manos viajaban acariciando a la ninfa que estaba sobre él, su rostro de repente se tornó serio. -Lo se Craig… pero tenía miedo… no quería que la noticia te hiciera sentir obligado a estar conmigo… y créeme que me lo hubiese callado hasta que llegara el tiempo del fin de nuestro matrimonio. En una rápida voltereta, ahora era Craig quien estaba encima de su esposa, y entre sus piernas. -Pensabas dejarme y llevarte a mi hijo?? -Si… lo hubiera hecho sin dudarlo, pero al declararme tu amor, me diste el valor de decírtelo… Craig… yo te amo también!! Las palabras suficientes para volver a perderse el uno en el otro, se amaron con pasión desenfrenada… celebrando la vida que estaba por nacer. Cuando la mañana llego, el solo susurro a su oído. -Jamás te iras… nos pertenecemos el uno al otro… soy tuyo en cuerpo y alma… Te amo.
