Ángel pervertido. [K. Th] (+18)

【𝟭𝟮】

—Grabar afuera a veces no es favorecedor.— Se quejó Taehyung haciendo pucheros.

—Solo serán unas escenas y nos iremos.— Dió ánimos el director hacia el gruñón de Tae.— Por lo mientras suban al autobús a dar una vuelta.

—Vamos, nene.— Le tomé de la muñeca y lo jalé conmigo para que dejara de quejarse y dejar de abrumar al director.

Subimos al autobús y por mi parte me senté en el penúltimo asiento dispuesta a dormir un momento. Me ví interrumpida al sentir una presencia a mi lado, sin embargo no abrí los ojos.

—Tae-ah, hay mucho más asientos a los cuales puedes ir.— Informé buscando una posición más cómoda.

—Noona, ¡mire!.— Su entusiasmo despertó un poco mi curiosidad y acaté su orden. Me sonrió y tomó mi nuca para poder besarme sin alejarme de él.

Su mano libre fue a mi cintura para poder acercarme a él y sentir nuestros pechos juntos, muy juntos.

Con dificultad me logré alejar sólo un poco para poder respirar, él aprovechó mi desorientación para ir a mi cuello y comenzar a chuparlo haciéndome gemir ante el tacto de sus dientes en mi piel.

—Ta-Tae.— Traté de alejarlo más, pero el tacto de su boca en mi cuello me hacía débil.

Ambos nos quedamos inmóviles al sentir como el autobús comenzaba andar. Nos separamos volviendo a una posición normal.

—¿Señor Choi?.— Preguntó Taehyung asomándose.

—¡Hola, chicos!.— Se detuvo un momento, aparentemente en una luz roja, y se asomó a través de la cortina.— Ví que estaban abrazados y supuse que dormían, así que cerré la cortina. ¿Les desperté?.

Me encogí en mi asiento completamente avergonzada. Por lo menos no sabía lo que realmente sucedía.

—Oh, algo así.— Contestó Taehyung mientras su mano iba hacia mi muslo interior alterándome un poco.— ¿Podría poner música y dejarnos dormir un rato antes de regresar?.— Pidió con un poco de aegyo. Abrí mis ojos como platos.

El ángel quería seguir con sus oscuras intenciones.

—¡Claro, no es problema!.— Se escuchó el cerrar de la cortina, luego la música.

Taehyung me volteó a ver sonriendo perversamente.

—¿Seguimos durmiendo, noona?.— Se inclinó ante mí intimidándome.

—E-Eres un ángel muy sucio.

No actualicé el lunes, así que actualizo ahora. Una disculpa<3.