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Había llegado hace unas horas de Chile a España, arreglé todo lo que se encontraba en mi antiguo departamento, embalé las cosas que faltaban y limpié todo.
Por un minuto me quede observando todo a mi alrededor, aquí habían pasado muchas cosas, cosas que me ayudaron a crecer y volverme la persona que soy hoy, es por ello que lo vendí y preferí mudarme a un nuevo sitio.

Estaba por ir a votar toda la basura que había cuando mi celular comenzó a sonar, fui a buscarlo para ver que en este se leía el nombre de "Samu".

— Hey, te iba a llamar pero me olvide —Dije apenas conteste, del otro lado Samuel soltó una carcajada.

Si claro, no te regañaré por no haberme llamado, solo que estaba preocupado —Sonreí cuando escuché sus palabras.

El año anterior no fue el mejor de todos, pasé por muchas cosas, cosas malas, y una de las personas que más me ayudo en todo fue Samuel. Después de todo lo qué pasó comprendía su preocupación pero ya todo había pasado.

— Lo siento pero llegue directo a terminar todo en el departamento.

¿Cuando lo tienes que entregar?

— Hoy en la tarde noche —Dije mientras acomodaba la mayoría de las cajas hacía un rincón.

Bueno, mejor que lo entregues de inmediato, ya sabes para salir luego de esto —Samuel tenía razón, cuanto antes mejor.

— Toda la razón, así que por eso te voy a dejar hasta acá, me quedan muchísimas cosas —Suspiré cansada.

Esta bien, ante cualquier cosa me llamas, no importa que esté en Andorra de igual manera trataré de ayudar o tomo un vuelo —Dijo riendo, yo también reí.

— Okey, gracias y que tengas buena tarde.

Tu igual Dani.

Colgué la llamada y me guarde el teléfono, comencé a llevar todas las cosas de a poco hacia mi auto, dejando poco a poco el departamento completamente vacío. Mire todo por última vez y cerré con llave, baje por el ascensor y le dejé las llaves al conserje para que se las pudiera entregar a la persona nueva que iba a llegar al lugar.

Subí a mi auto con todo cargado y me fui a donde estaba ubicado mi nuevo departamento.

( . . . )

Luego de un largo viaje, cerca de las nueve de la noche llegue a Madrid. Elegí este lugar porque la mayor parte de mis amigos están en este lugar, bueno muchos de ellos se fueron a Andorra hace un tiempo pero preferí quedarme en España para estar más cerca de mi familia.

Al llegar al bloque de apartamentos me dirigí a la entrada.

— Tu debes ser la nueva chica del 406 —Gire mi cabeza hacia la voz para ver a un señor detrás del mesón.

— Si, soy yo, un gusto —El señor me sonrió y me ayudo con el bolso que traía, colocándolo al lado del elevador.

— Bueno, bienvenida —Dijo estrechándome la mano—. Le ayudaría a subir sus cosas pero ya me estoy yendo.

— Oh no se preocupe —Dije, mientras subía al elevador.

— No eres de por aquí, ¿verdad?

— No señor, soy de Chile —El me miró sorprendido.

— Que genial, siempre he querido conocer Chile, aparte que su comida es fantástica.

— Bueno cuando haga algo de comida típica le compartiré un poco —El asintió muy feliz mientras el elevador se iba cerrando.

 Ocean Eyes - Misho AmoliWhere stories live. Discover now