©𝐏𝐑𝐘 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐆𝐎𝐃 K.ɴᴊ +18 [♡]

00:03

POV's TN ________

    Después del la coyuntura emocional, apresurada e irreal del pasado viernes. La escabullida que me tuve que dar para que no nos descubrieran. Salir del baño como si no hubiese pasado nada y hacerle creer a las tres chicas que estaban esperando, que había una culebra queriendo salirse del tragante. Salieron corriendo.
  Luego de eso me asomé desde la entrada de mi dormitorio, observando cómo NamJoon me lanzaba una mirada cómplice.
  Todavía no puedo creer, cómo carajos le dije que le amaba. Dios, supongo que me sentí tan vulnerable. El me miraba con esos ojos que reflejaban amor, deseo, lujuria... Pero todo tan sincero, tuve que expresar también mi sinceridad. Aunque creo que el siempre tuvo la certeza de lo verdaderos que eran mis sentimientos.

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  Lunes 03:00 PM

   Después de la rutina de estiramientos, luego de dos largas horas moviendo las caderas en mis preciadas clase de twerk. Subí rápidamente las escaleras, dirigiéndome a mi dormitorio para dejar mi mochila y buscar lo que siempre usaba a la hora de tomar una ducha. Actos interrumpidos por unos espectaculares gritos, unos de pánico, otros de euforia... Qué venían desde la planta baja, más específicamente, la cancha de baloncesto.

Bajé como loca, no sin antes ponerme un chándal verde olivo, por encima de la malla corta que llevaba; no me atrevería nunca a bajar a la cancha con algo que mostrase toda esa carne.

Me quedé paralizada al encontrar a dos hombres apunto de matarse como monos. Se estaban golpeando salvajemente mientras que algún atrevido se disponía a separarlos, trabajo totalmente imposible ya que estaban imponiendo tanta fuerza...

-¡¿Alguien me explica qué carajos está pasando aquí?! - Gruñí con enojo y un tanto desesperada. No soporto ver hombres pelearse y estabas casi segura de que había sido por una estupidez.

  Una rubia alta del equipo de gimnasia se me acercó.

-Se agarraron a golpes luego de que NamJoon perdiera el partido por una supuesta falta ...- Hizo una pausa y su rostro cambió en una mueca que no supe descifrar.- y luego Nam le dijo a Dae-Hyun que tú eras de su propiedad.

Mi rostro se tornó pálido. Mierda, maldito idiota. ¿Le costaba tanto quedarse callado? Todos los hombres son iguales. Los gritos de la rectora principal y de su asistente, obligaron a separar tal torpeza.

Los chismosos se dispersaron entre murmullos, el resto de muchachos se fueron a los camerinos y a los responsables del desorden se les ordenó seguirle el paso a los mayores hasta llegar a la sala de rectoría.

Yo me quedé estática por unos segundos.

Después de darle tantas vueltas, me decidí a seguirle, confiada de que nadie me vería.

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- Explíqueme Jung. Nunca ha sido un alumno causante de disturbios. - Habló la rectora refiriéndose a Dae-Hyun.

- Yo no hice nada...- Comenzó.- Este engendro del demonio me ha empujado y eso se considera como una falta.

- Principito...- Paró soltando una risa nasal.- Nadie te ha empujado. Que tú seas tan sensible es algo muy diferente.- Le dijo Nam.

Justo cuando Dae le iba a responder, se escuchó timbrar el teléfono de la rectora, haciéndole salir corriendo, pues al parecer, la requerían para algo importante.

- Estudiantes. Se quedarán solos aquí y más les vale comportarse si no quieren que este tema llegue a oídos de sus mayores en casa. - Acto seguido escuché los pasos de la mujer, acercándose a la puerta para salir. Me escondí en la habitación contigua 'Cuarto del Conserje'. Cosa de la cual me arrepiento, pues soy malditamente alérgica al olor del detergente. Espiando, pude ver cómo la señora se alejaba y me decidí a continuar con mi trabajo.

Me volví a colocar frente a la puerta de la oficina, pero extrañamente no se escuchaba nada. Al parecer, habían decidido no dirigirse la palabra.

Puede parecer una locura.

Es una locura.

Pero, yo entré.

Al primer instante, robándome la mirada de los dos fulanos frente a mí. No sé porqué diablos me sonrojé.

Lo que menos esperaba era que NamJoon se pusiera de pie frente a mí.

- ¿Podemos hablar?

- No tenemos nada de que hablar...- Suspiré- Te has pasado Nam...- Eres un idiota. ¿Cómo te atreves a decir esas estupideces sobre mí?

- TN, escúchame. Yo no quería, yo...- Se calló al momento de ser interrumpido por Dae-Hyun.

- Tú...- Me señaló mientras me miraba con desprecio.- Eres una puta.

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Continuará...