"Personas"

3.3K 464 150
                                    




Wang Yibo llegaba al lugar que habitaria de ahora en adelante, su viaje había sido agotador pero aún asi se sentía feliz, había dejado su tierra natal para aventurarse a un mundo nuevo.

Wang Yibo un chico tranquilo y un tanto solitario, quien vivía una vida apartada de la multitud y la concurrencia viviendo en su propio mundo, se encontraba esta vez en un país diferente, con diferente idioma y costumbres, había llegado a Londres gracias a una oferta de trabajo, Yibo era un recién graduado de la carrera de arquitectura, de su clase era el mejor, se había graduado con honores y fue debido a esto que pudo conseguir aquella oportunidad la cual no desperdiciaria, su maestro le había ofrecido conseguirle un puesto en la compañía de su hermano menor la cual era una de las más prestigiosas de Londres, su ingenio a la hora de crear y pensar habian conquistado a su maestro y a su vez a su empleador una vez que recibiera los trabajos realizados por el joven.

Estaba lejos, muy lejos de su familia, de sus pocos amigos y de todo lo que conocía y esto era lo que mas feliz lo hacía, finalmente podría vivir una vida tranquila sin que alguien estuviera a sus espaldas tratando de dirigirlo, señalando cuando lo hacía bien o mal y mucho menos estando bajo la mirada de aquellos que lo veían como un bicho raro.

Bicho raro, así fue denominado en el transcurso de su niñez hasta su adultez, lo más triste de esta situación es que incluso su família lo denominaban como tal, esta era la principal razón por la que Yibo había decidido poner distancia, no resentia a su família, no los culpaba, tal vez si era asi, era un bicho raro y todo era culpa de aquello a lo que llamaba maldición.

**FLASHBACK**

Un Yibo de 7 años entra a la habitación muy sonriente.

- ¡Hola!...te traje tu té favorito...le pedí a la nana que lo preparara...

- ¡Bebé!...¿Con quién hablas?

- ¡Mami!...¿Qué no ves?

- ¿Qué cosa?

- ¡A la abuela!...esta justo ahí...- Levantó su dedito apuntando hacia una mecedora antigua.

- ¡Ya basta!.- La señora Wang le grito.

- ¿Qué sucede?.- El señor Wang llegó a toda prisa.

- ¡Tú hijo...lo hizo de nuevo!.- La señora Wang salió corriendo mientras lloraba.

- ¡Yibo!...¿Ves lo que provocas con tus bromas?

- ¡Papi! No estoy bromeando...es...

- ¡Se acabó!.- Tomó al niño de su brazito y lo sacó del lugar.

A partir de ese día Yibo empezaba a visitar a un señor que parecía muy agradable, este le hacia preguntas sobre muchas cosas pero en especial sobre lo que veía.

El pequeño Yibo había nacido con un don, podía ver las almas de las personas fallecidas, estas se presentaban ante el y el en su inocencia los veía como personas normales, personas que se acercaban a platicarles, que le sonreían mientras se las encontraba en la calle, incluso que jugaban con el, como aquel pequeño que jugaba a las escondidas con el en el parque por las tardes, el pequeño Yibo se divertía bastante con su amigo, tanto que no notaba unos pequeños carteles que colgaban al rededor del parque en los cuales estaba la foto de un niño el cual había desaparecido hace más de 6 meses, ¿Qué iba a saber el pequeño de 8 años que aquel niño desaparecido jugaba con el todas las tardes?

Con el pasar del tiempo la situación empeoraba, el pequeño Yibo seguía viendo a estas personas y se lo hacía saber a sus padres, quienes habían optado por seguir enviandolo con el agradable hombre que se sentaba por una hora con el a platicar 2 veces por semana, pero la gota que derramó el caso fue cuando el pequeño Yibo en medio de una cena le aviso a su padre de la visita de su hermano mayor el cual había fallecido 4 meses antes, esto terminó por enojar al señor Wang el cuál tempestivamente se levantó y acesto una cachetada en el rostro del pequeño niño el cual lloró desconsolado no sólo por el dolor sino porque lo estaban tachando de mentiroso, ¿Por qué mentiría? El nunca ha mentido.

Mas allá de la vida (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora