Miedo

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Martes

—¡Buen día Levi!
—Bu-buenos días.

El joven azabache saludaba a su vecino, resultaba ser que habitaban en cuartos vecinos y sin querer se habían topado a la hora del almuerzo. —¿Vas a almorzar?— A Eren se le notaba más activo de lo que estaba en Berlín, al parecer el cambio de aire le resultó positivo, todo lo contrario a Ackerman quién habían recibido tal golpe de realidad. —Sí, pensaba ir a ese restaurante que fuimos ayer.— Exclamó el de orbes grisáceos guardando sus llaves en el abrigo negro que puesto llevaba, Francia también era muy fría. —No sé si sea muy precipitado decirte esto pero... ¿Quieres ir conmigo? Iré a ver a mi madre. Me alegraría tener compañía.— Algo en la desesperada mirada de Eren le decía que debía de acompañarlo, le contó sobre su madre pero... ¿Tenía un padre? No quiso indagar sin que el moreno lo dijiese por su cuenta, más de algo estaba seguro, le debía el favor y ahora tendría que acompañarlo. —Está bien, pero quita esos ojos arrogantes... Pareces un niño.— Expresó con tranquilidad caminando al frente, llevándose una mirada brillosa y sumamente alegre por parte de Jaeger. —¡Sí Levi!— Dijo llamando la atención de los individuos que caminaban por los pasillos, cosa que hizo enrojecer absolutamente a Ackerman.

—¿Donde vive tu madre? Tomaremos un taxi.
—Oh, no te preocupes por eso, he traído mi auto. Ven, vamos al estacionamiento.
—Eh...
—Te lo explico. Tengo un amigo de la infancia que es el dueño del lugar y pues... Cuando vengo aquí me deja el auto que le encargo.
—¿Tu amigo es dueño de Alizee?
—Exactamente, convertido en dueño oficial después de que su padre muriera.

Conversaban todo aquello mientras llegaban al estacionamiento, todavía se llevaron la tarea de caminar un poco más para llegar a los privados, donde varios portones de color ladrillo estaban, pronto el mayor sacó sus llaves y presionó un botón que hizo accionar el portón 6, dejando ver un coche bastante lujoso en color negro. Al subir al auto y salir de la cochera, el portón automáticamente se cerró, llevándose el cielo nublado como paisaje y música bastante buena y vieja al parecer del Ackerman, iban recorriendo las calles de Francia en total silencio, se comenzaba a sentir incómodo, pues el pelinegro no sabía que decir, no entendía el por qué debía ser tan importante que Jaeger tuviese compañía, mientras Kiss sonaba de fondo, sus nervios afloraban al recordar con quién iba en aquel auto, el ojos dorados, el que sólo llegó a cautivarlo con sólo mirarlos, tan llenos de vida como de tristeza, ahora que se daba cuenta era así, Eren cargaba tristeza y él se veía bastante aflijido con sólo pensar en lo que le pasó a tan corta edad. Mientras él tenía amorío tras amorío, el pelicastaño sólo estaba con una sola persona, su hermana que nunca conoció.
Continuaba por perderse en aquellos pensamientos cuando el mayor por fín habló. —Levi... Yo... Perdóname por ser tan precipitado y arrastrarte contra tu voluntad a esto.— El azabache llevó su vista al moreno, aquel se mantenía mirando hacia la carretera sin llevar su vista hacia el blanquecino. —Oh, tranquilo... Si no haya querido venir tu lo hayas entendido, y si estuviese contra mi voluntad ¿No creés que estaría amarrado al asiento o algo así?— Ambos rieron dejando la incomodidad a un lado, ahora de sentían más en sintonía, era bastante bueno. —¿Y tiene mucho que no vienes a ver a tu mamá?— Cuestionó mirando al frente, conocía las calles pero nunca había venido por aquí. —Oh no, vengo en las vacaciones, de hecho... Siempre estoy con ella.— Amoroso se le notaba al hablar de su preciada madre. —Disculpa si me entrometo en lo que no me importa pero... ¿No pasas tiempo con Historia entonces?— Frunció el ceño al recibir esas palabras, más suspiró levemente para contestar, se sentía extrañamente en paz con Ackerman y eso era algo que sentía inquebrantable. —Yo... La verdad no la quiero.— El blanquecino ensanchó los ojos. —Para serte sincero no siento nada por ella, lo sabe, pero parece que aprovechó de que le agradaba a mi padre para entrometerse. Ella es heredera de una cadena de farmacias enorme, por eso mi padrastro quiere que me case con ella.— Ahora que lo oía de Jaeger lo sentía más real, pero algo en él decía que debía de enfurecerse con el padrastro del moreno, no era de buen gusto casar a la gente por interés. —Él no debería controlarte Eren, eres mayor y debes pensar por ti mismo, perdón si te lo digo pero tu padrastro es un idiota.— Pronto paró el auto, asustando al pelinegro en el proceso. —Yo... Desde que Mikasa murió... No sé cómo continuar por mi cuenta... Yo...— Miró al lugar queriendo llorar, abrió la puerta del carro y salió, dándole a entender a Levi que ya habían llegado. —Mi madre nos vio... Eh, será mejor que vayamos.— Exclamó mirando a la ventana de su contrario, rápidamente acató y salió para ser recibido con una mirada bastante dulce, ojos dorados como los de Eren, más apacibles y viejos por los años, pero llenos de amor al ver a su hijo nuevamente después de varios meses. —Eren... Cariño, bienvenido.— La mujer llevó la vista detrás de su hijo, pudo darse cuenta del tercero. —Oh, ¿Hoy me traes un invitado?— Sonrió dulcemente haciendo sentir a Levi como en casa, raramente se sintió en paz, como si esos ojos le llevaran a la calma absoluta al verlos. —Mamá... Él es Levi, el hijo de Kuchel.— La mujer se sorprendió al oír aquellas palabras, tanto que caminó hasta el Ackerman para tomar sus manos entre las de ella. —Oh cariño... Siento tanto que te enteres de esta manera pero... Creo que tarde o temprano debía pasar. Espero y te puedas dar el tiempo para escuchar a Kuchel... Es muy importante que le escuches.— Decía la mujer con paciencia pero también desespero, bastante se había entrometido en la vida de su buena amiga. —Eren me dice lo mismo, después de todo quiero saber que fué lo que los orilló a esto.— Suspiraba la mujer, tantos recuerdos llegaban a su mente al ver el rostro de Levi. —Usted... ¿Es amiga de mi madre, no es así?— Cuestionó a la mujer. —Sí... Somos las mejores amigas, ella y otras dos, me ayudaron bastante con Eren cuando era un bebé.— Volvió a sonreírle calidamente al Ackerman.
Pasaron el tiempo conversando de manera tranquila, Carla era la que contaba cosas del pasado, algunas que avergonzaban a Eren y otras que le resultaban interesantes a Levi, pues se trataba de la persona que nunca conoció, quizás... Si él hubiese estado ahí... Eren no haya sufrido tanto, pero por algo pasan las cosas y por algo debía de ser así.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2021 ⏰

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