Life 2: Decisión.

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Asia iba caminando a casa. Tampoco es que tenga un club, así que podía retirarse al toque.

Estaba pensando en lo que había dicho su amiga Aika respecto a la debilidad del hombre, y a su vez.

Pensaba en la teoría del porque los hombres y mujeres son complementos mutuos.

Tal vez es cierto.

Después de todo, ella no creía en algo sin pruebas irrefutables.

No es raro.

Había dejado de creer en Dios cuando un sacerdote casi la viola.

Ella hablo con la verdad, pero como ignorantes solo le creyeron al sacerdote.

Gracias a eso ella fue expulsada y tachada de bruja.

No iba a negarlo, había días en los que pensaba como tener algo que comer.

Rezar no servía de nada.

¿Cómo creer en un ser que nunca te ayudo en tus peores momentos?.

Es verdad que la biblia dice " ayudante y te ayudare".

Pero no es que estando en las calles.

Haya personas en las que confiar.

Lo único de lo que estaba feliz al ser expulsada, era el que pudo conocerlo a él.

Aquél chico de cabellos castaños del cual, se había enamorado inconscientemente.

Ya estaba en la casa, solo tenía que entrar.

—Estoy en casa.— no era necesario hablar en voz alta.

Es verdad si que hay una persona en ese lugar.

Pero tampoco es que este de humor para recibirla.

Dejo sus zapatos en la entrada y subió las escaleras.

¿Debería tomar un baño primero?.

No hubo ejercicio físico hoy, así que no había necesidad.

Sin siquiera ir a su cuarto para cambiarse, fue al cuarto de su hermano mayor.

*Toc toc*.

—Ise... ¿Puedo pasar...?.— sin respuesta alguna.

Ella tomo la perilla y roto.

Sin seguro.

Al abrir la puerta, se encontró con ese cuarto en aquel pésimo estado.

Para empezar: el suelo estaba sucio, sino fuera porque ella lo limpiaba podría asegurar de que estaría lleno de polvo.

Los zapatos, tenis y botines estaban regados. Lo normal seria que estén guardados, eso ya decía el pésimo estado en el que se encontraba.

El televisor tenia un poco de polvo.

La ventana estaba serrada y tapada con una cortina de color negro, dando así, un lugar oscuro con apenas luz entrante.

Y por ultimo Issei.

El estaba dormido.

Desde ese día, no hacia nada más que dormir.

¿Bañarse?, sólo porque ella o su madre lo obligaban.

¿Comer? También.

Pero eso no quitaba que tuviera marcas de lágrimas que caían de sus ojos.

Ella entró.

Y cerro la puerta, también puso el seguro.

Es verdad que ahora están solos, pero Rias es de esas personas que llegan sin avisar.

High School DxD: Broken. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora