Costa acero 2

2 0 0
                                    


Con un mapa en la mano técnicamente ya seria casi imposible perderse, hasta el mapa mágico les mostraba donde estaban en el mismo instante, pero les lleno el corazón de miedo pensar que algo podría estarlos esperando. Calisto revisaba en la bodega de armas a ver si era suficiente para poder defenderse todos. La mayoría del equipamiento eran carabinas monotiro. Usadas porque sus balas son lo suficientemente duras para atravesar el metal. Solo habían unos 20 en el almacén, así que había suficiente para defender el navío en caso de algún ataque pirata.

—Vas muy de prisa con estas conjeturas. —Comento Batang con ya la experiencia de pelea cargada. Ella solo le miro con una mirada severa, aunque de preocupación. —Mira, todo esto es nuevo, entiendo eso, pero no hemos visto nada. Esa fortaleza no tenia defensa mas que la arena que corta al tocar, pero supongo no esperaban tanto que llegara un navío capaz de cubrir al resto de la tripulación, solo son cobardes. — tomo un puro y comenzó a fumarlo, recalcando la poca importancia que le daba a todo esto. Invito a Calisto a tomar uno que tenia en la mano aparte. —¿No tienes miedo verdad? De que sigan aquí de alguna forma. —ella le pregunto con duda. —alguien capaz de construir un monstruo de acero es de temer y por lo tanto, no es nuestro. Pero yo pregunto que ¿estas armas son suficientes? —puso una sonrisa en su rostro. Iba jugando con Calisto de alguna forma, los movimientos que hacia con las manos ayudaba mucho a expresarse a pesar de no ser muy agraciado en rostro. Calisto le sonrió de vuelta captando su punto. —Una vez lleguemos a la costa ya veremos lo que ha de suceder. Si morimos pues... fue buena vida. —sonrió con calma en lo que tomo una bocanada de aire al toser de ese puro. —Ten cuidado, es fuerte eso. —Ella se burlaba de el, ya probo ese puro antes y mejor que nadie conocía lo fuerte que era. Solo para que ambos se rieran de este asunto a pesar de tener cosas más grandes encimas.

Cosan seguía mirando el dispositivo, el lo encontró, el se lo queda. Aunque tampoco es que le pidan permiso para agarrarlo. Este simplemente tenia pensado preguntarle a Calisto si le enseñaba a leer. Se sentía por los iconos pero no era suficiente cuando hay tantas cosas adentro que quizá pudieran contarle de varias cosas. Apenas reviso un icono de una especie de cuadro de fotos, al apretar lo único que encontró fue una enorme galería de imágenes con fotos de personas, las vestimentas eran mas pintorescas, la gente se veía feliz. Había algunas imágenes que en el centro tienen un triangulo y apenas apretando en ese triangulo, esas imágenes cobraban vida y sonido. Le asusto de forma inmediato eso que hasta Calisto le escucho y corriendo hacia el solo escucho esas voces aparte. ­—¡¿Qué carajo haces?! —Exclamando fuerte para quitarle el dispositivo, solo para darse cuenta de que la imagen se estaba moviendo. El resto de tripulación cercana también miraba de forma impactada como pasa con ese dispositivo, hasta que en una parte del video se ve una nave enorme acercarse a ellos, y Calisto como puro instinto suelta el dispositivo en la mesa y se pone a cubierto con el resto de tripulación. El sonido y la imagen quedaron congelados después de que eso pasara. —créeme, yo no hice nada de esto, ya estaba ahí cuando revise y luego apreté el triangulo aquel y luego... —Batang interrumpió. —Calma, no tiene de malo que pasara, menos mal esa nave no salió del "teléfono". ­—Haciendo gestos para recalcar en su debido nombre. Con bastante miedo Cosan decidió tomar el teléfono e ir con el capitán para saber más de ello.

Con una sonrisa calmada el capitán le recibe, era la primera vez que este iba a ver un teléfono como tal. El capitán solo hacia unas cuantas preguntas de cómo funcionaba, asunto que Cosan responde sin dudar debido a la confianza que le tiene este, mas evitaba las partes donde se podía leer debido a que este era incapaz de hacerlo. —Con todo gusto te enseño a leer esto, tiene mucha información la cual también necesito una segunda opinión para entender. — Cosan con cierta vergüenza dijo. —No quisiera serle una carga. — a lo que el capitán le siseo. —Escucha, estaré en cama un tiempo debido a los daños, no me importaría llevar una pequeña carga. Aparte esta tela le daría envidia a un rey, por supuesto no me movería de aquí. —Reviso el mapa para ver donde se encontraban. —Ve subiendo el mástil, creo que te convendría decir las palabras. —Le sacudió el pelo. —Sabes, a tu edad no te dejarían trabajar, antes era así conmigo, pero cambio cuando empeoro todo. Ve. —Cosan obedeció, y montando el mástil hasta la canasta donde estaba el vigía se dispuso a observar los alrededores, hasta ver como la imagen de la tierra se volvía real a sus ojos. —¡Tierra a la vista! —Grito con entusiasmo el chico. Tanto fue así que la tripulación se puso en el frente del barco y encendieron los motores para llegar tan pronto como fuera posible.

La costa no era natural, era plano por completo, e inclusive se veía en el puerto atracado bastantes navíos que llevan años recolectando polvo, el fondo de la costa que llevaba a ese puerto era recubierto de metal, el suelo donde caminaba la gente estaba cubierto de concreto hasta donde se pudiera ver, y los enormes edificios se alzaban tapando la vista del sol, como si fuera un mundo surrealista que llegaba desde los cielos. También había como esas naves que por muchos años los ancianos contaban en sus cuentos, pero eran pequeñas y no se veían en condiciones claras. La tripulación bajo rápido a revisar, todos armados y con una separación justa para responder a todo tipo de emboscada. Ningún tipo de movimiento se hacía, todas las luces estaban apagadas y la oscuridad con la que los edificios tapaban el sol era como ser tragados por un imperio de sombras que fue la cúspide de la luz en algún momento del pasado. —Esto es como en las novelas de la torre oscura. —Respondió un tripulante. —A mí no me gusta esa saga, se me hace bastante fofa. —Batang respondió, sabia leer, pero era de obras mas cultas a su parecer. —Shhh, quieren que nos maten, porque con todo gusto les meto un tiro en el trasero. —Calisto se había molestado, estaban en terreno desconocido y lo único que estaban haciendo era hablar. Llegado a un momento lograron ver dentro de algunas de las naves los mismos dispositivos que el que tenia Cosan, tan rápido y tentados rompieron el vidrio de esas maquinas para tomar los dispositivos, solo para darse cuenta de que no tenían energía. —Hey Cosa... —solo para ser respondidos de mal humor. —¡No me llamen Cosa! —le molestaba el insulto diario. —Si, solo queríamos que prestes ese cargador. — ante la pregunta este vino con un no, porque el capitán tenia el dispositivo y el cargador. La tripulación ante ese sentido decidió solo guardar los dispositivos encontrados y seguir con el camino. Dentro de varios edificios las maquinas estaban bastante oxidadas, aunque las edificaciones parecían intactas con el mismo material que vieron en la torre a mitad de océano.

No lograron explorar más allá de la ciudad debido a que era inmensa, tardarían como 2 dias completos en moverse por la ciudad caminando. Así que volvieron al barco para ver que solución podrían darle a todo esto. Pero en la alta punta de esos edificios, alguien observaba.

TECNER (2 Capitulos la semana)Where stories live. Discover now