(LOVELY ! ) CHAPTER ONE. ' NENE-CHAN IS SO CUTE! '
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YASHIRO NENE ESTABA PENSANDO SERIAMENTE EN LAS PALABRAS DE SU SENPAI. La verdad si creía que, —por lo menos por parte de Hanako— parecían unos gatos buscando mimos y atención, nunca pensó en el menor de los Yugi, es más, nunca le dio importancia al no tener muchos acercamientos con él, podrían contarse con los dedos las veces que se veían y esas solo eran por peleas que tenían entre los gemelos, Mitsuba y Kou. Ella nunca tuvo mucha —por no decir nada— interacción con el menor de los Yugi, unas simples palabras de intercambio fue lo que siempre se dieron al encontrarse, nada más allá de eso.
Sin embargo, ahora, ¿Por qué tenía enfrente al gemelo menor?
Su espalda contra la pared mientras el estaba inclinado hacia ella, dejándola acorralada sin estarlo a la vez, ya que ni siquiera tenía sus brazos al rededor de su cabeza; Yashiro tenía la vía libre para escapar y salir corriendo en busca de Kou o Hanako, pero sus piernas no se movieron por nada del mundo, se quedó ahí, quieta. Tsukasa no tuvo reacción, tenía una gran sonrisa enganchada en el rostro viendo sus rasgos desde cerca, y, ¿Qué podía hacer? Si huía, también cabía la posibilidad de que le hiciera algo peor —si es que tenía algo planeado ya— por tratar de escapar, como dicen por ahí, mejor prevenir que lamentar, ¿No?
La verdad, si planeaba hacerle algo malo, sea lo que sea, esperaba lo peor para ella, no sabía que le esperaba y más si venía del gemelo de Hanako, nada podía ser cierto.
—Así que... —Yashiro tembló en su lugar al oír la vos juguetona del Yugi, que sin preocuparse acercó más su rostro al de la fémina— Mmm, ¿Yashiro?... ¡No! ¡Nene-chan! —exclamó como si hubiera adivinado un acertijo.
La recién llamada por su nombre lo observa detenidamente con curiosidad y un poco de miedo, callada esperando el próximo movimiento del único hombre en el pasillo, Nene esperó quieta y callada, como si Tsukasa no la fuera a ver si hacía tal cosa.
Error.
—Nene-chan está asustada... —su rostro se ladeó, mientras la punta de su nariz roza con la de Yashiro, esta suela un jadeo mientras su rostro se torna pálido— ¡Tranquila, yo no muerdo!... No a menos que me provoques.
Lo último hizo que un escalofrío recorriera la espalda de Yashiro, sacándole un intento sonrisa nerviosa que parecía más una mueca ante las palabras del orbes anaranjados, quien rió como bebé al obtener tal reacción por parte de ella.
—¿Tsukasa-kun...? —murmuró para no sonar grosera, si no contestaba seguramente Tsukasa entendería mal y creería que se habría olvidado de él.
—¡Oh! Así que puedes hablar y decir mi nombre —su mano se dirigió al rostro de Yashiro; no tenía intenciones de dañarla, mucho menos a su angelical rostro.
