CAPITULO 1 DE VUELTA

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Lorenzo miró a su alrededor, hacía rato que sentía una sensación extraña, de antemano sabía que todo estaba bien, porque sus escoltas permanecían impasibles en sus puestos.

Hacía cinco minutos que esperaba impaciente a Susan, su novia de turno, estaba fastidiado, odiaba la impuntualidad, de hecho, de no ser por esa sensación de inquietud se hubiera levantado desde el primer minuto de retraso y se hubiese marchado, pero estaba seguro de que algo estaba por suceder.

Siete minutos. Se levantó dispuesto a retirarse. El restaurante se hallaba lleno, seguramente habían desalojado a algún comensal para darle la mesa a él, como sucedía a menudo, sin embargo, no le importó, estaba alcanzando la salida, con sus escoltas detrás de él, cuando Susan llegó precipitadamente echándosele prácticamente encima y rodeándolo con sus brazos.

_ MI amor, discúlpame. - le dio un beso apasionado.

El la apartó con impaciencia, mirando hacia afuera.

El la apartó con impaciencia, mirando hacia afuera

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Su corazón dio un vuelco. Parada a unos metros de él, unos ojos sorprendidos lo miraban.

Susan siguió hablando colgada de su cuello, disculpándose y explicando el porqué de su tardanza, pero él ya no la escuchaba, sólo miraba esos ojos tristes, ese rostro serio, esa figura hermosa, era Sofía, su Sofía, después de años de no verla, estaba ahí, y estaba siendo testigo de la escena romántica que su novia estaba montando.

Antes de que él pudiera reaccionar ella bajo la mirada y siguió su camino con rapidez, desapareciendo de su vista.

Sin dudarlo se deshizo del abrazo de Susan y salió a la calle, miró a los lados, pero ella ya no se encontraba ahí.

_ MI amor, ya te expliqué lo que sucedió. - lo alcanzó Susan en la calle.

_ Sabes que no tolero la impuntualidad. - dijo seco. _que te lleven a casa. - dio la media vuelta y se marchó subiendo a su camioneta, mientras ella se quedaba sorprendida. Aunque no debería extrañarle, todo mundo sabía cómo era él, sabía que había sido paciente con ella, que le había mostrado consideraciones que con otras no tenía y que incluso su relación estaba durando más de lo que él acostumbraba, lo que le hacía sentirse segura y con la confianza de hacer lo que acababa de hacer, desafiar su poca tolerancia a la impuntualidad y no atenerse a las consecuencias, y de hecho sabía que había avanzado un paso más, porque aunque no se había quedado como ella esperaba, no se había molestado ni había gritado, simplemente la mando a su casa y él se fue a atender sus asuntos.

Estaba contenta, porque sabía que muy pronto iba a lograr su cometido, que la llevara a su casa, al rancho principal, en donde vivía y en donde había vivido con su esposa.

Hasta la fecha, nadie había logrado meterse en ese lugar, las mujeres que habían estado con él desde que su esposa lo dejó tenían que conformarse con habitar en otras de sus propiedades, si, muy lujosas y con todas las comodidades, pero nada comparadas con la principal, tampoco nadie había logrado pasar la noche en su lujoso departamento en la ciudad, nadie salvo ella conocía ese departamento, aunque sólo había sido unos cuantos minutos, mientras él recogía algo, pero había estado ahí, y detalles como ese le daban la certeza de que su relación era especial y de que cada día iba a mejor.

EL SECRETO QUE ME ATA No.5️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRAWhere stories live. Discover now