𝘤𝘩𝘪𝘭𝘦

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La fiesta en el hotel se había ido un poco de las manos y los de la recepción aparecieron de inmediato pidiendo orden y que cada uno se retirara a sus respectivas habitaciones.

Julia se quedó en la habitación de Rubén acomodando un poco antes de irse a dormir.

—Ay, Dios —dijo alarmada. Su amigo, un poco ebrio, se dió la vuelta para observarla— Rompieron un jarrón.

La muchacha se asustó un poco, seguro valía bastante y Rubén tendría que pagarlo luego, pero notó que este estaba en otro mundo y decidió dejar la limpieza para otro momento.

El reloj de su celular marcaban las tres de la madrugada y debían despertarse temprano para organizar el show de ese mismo día.

—Ve a dormir —dijo Julia agarrado a su amigo de la mano y llevándolo a la cama.

—Desvísteme como si fuera un niño —susurró Rubén tirándose a la cama con los ojos cerrados.

Una risa boba se escuchó en la habitación. Julia no podía creer que fuera tan imbécil.

Comenzó por sacar los zapatos de su compañero y cuando se aventuró a quitarle la campera se detuvo.

—Hacé vos el resto.

Rubén bufó aún con los ojos cerrados y comenzó a desvestirse. La muchacha tuvo que quitar la mirada a pesar de haber visto su pecho desnudo en varias ocasiones.

—Por favor despertate temprano —le rogó mientras colocaba una alarma en el teléfono de su amigo y lo dejaba cargando sobre la mesita de luz.

Rubén no respondió más. Se había quedado completamente dormido y no llegó a quitarse los pantalones ni a taparse con las sábanas.

Julia sacó un acolchado del armario, lo tapó y se decidió por fin a irse a su habitación.

Su cuarto se encontraba en el piso de arriba y cuando caminó por el pasillo hacia el ascensor pensó en lo que le costaría despertarse luego.

Tocó el botón y el ascensor se abrió de inmediato. Se asombró por ver quién estaba allí.

—Vegetta, ¿Qué haces tan tarde dando vueltas? —preguntó al entrar. Las puertas se cerraron.

—Julia —saludó con una sonrisa—. Pues nada, no me puedo dormir de los nervios.

—Ya, es normal.

—No sé cómo lo haces.

La puerta se abrió y ambos salieron. Compartían el mismo piso.

—¿Hacer el qué? —preguntó intrigada.

—El presentarte frente a tanta gente —respondió mientras se dirigían al final del pasillo—. No estoy acostumbrado.

—No sé qué te hace pensar que estoy acostumbrada. El hecho de haber estado en un evento así antes no significa que no tenga nervios —dijo buscando la tarjeta para entrar a su habitación—. Pero podrás hacerlo bien mañana, te acompañan los chicos.

—Eso espero. —Samuel colocó su tarjeta en su puerta y entró—. Que descanses.

—Igualmente. Por cierto, estuvo bien el video de hoy.

Ambos cerraron sus puertas a la vez después de echar unas risas.

Julia se dirigió hasta el baño para darse una ducha y luego acostarse a dormir. Se avecinaba un día muy largo.

Una vez en la cama agarró su teléfono y leyó un poco los mensajes que le habían llegado.

"Julia y Vegetta no paran de tirarse indirectas tras indirectas, WILLY QUE HAGAS ALGO"

¿De qué hablaban? ¿Ellos tirándose indirectas? No, claro que no. Simplemente eran amigos y se llevaban bastante bien. ¿O es que sí había algo entre ellos? Los mensajes últimamente habían estado carcomiendo la mente de la argentina y cada vez que veía a Samuel algo dentro de ella se generaba, pero estaba segura que era porque él era muy guapo y ella no era estúpida, pero nada más.

 ¿O es que sí había algo entre ellos? Los mensajes últimamente habían estado carcomiendo la mente de la argentina y cada vez que veía a Samuel algo dentro de ella se generaba, pero estaba segura que era porque él era muy guapo y ella no era estúpi...

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Juliaciarelli: Chile, que grandiosos que son🇨🇱


—No recuerdo muy bien lo que sucedió anoche —dijo Rubius mientras desayunaban. Se escuchaban los gritos de los fans afuera.

—Mejor que no recuerdes na' —comentó Mangel con una sonrisa— Se descontroló un poco.

—Un poco bastante, chaval —dijo Alex comiendo una tostada—. Creo que rompieron un jarrón.

—Y echaron a uno del hotel por romper un ascensor.

Todo el desayuno se había tratado de hablar sobre la noche anterior y sobre todo el trabajo que llevaría lo que vendría durante el día.




—Me acaban de decir que hay un parque de atracciones al lado.

Frank, Willy y Julia salieron para tomar un poco de aire y ver aquella montaña rusa que se veía a lo lejos.

—¿Estás nerviosa, Julia? —preguntó Frank grabando para su vlog. La muchacha negó.

—Ahora mismo no, sé que falta, pero cuando llegue el momento voy a estar muy nerviosa.

—A mi me pasa lo mismo —dijo Willy observando a su alrededor todo lo que sucedía.

A lo lejos notaron que alguien se acercaba corriendo.

—¿Qué hace Rubius corriendo? —preguntó sorprendida Julia, pero con una sonrisa en su rostro.

Frank apagó su cámara y fueron acercándose al muchacho.

—Lamento tener que sacaros a la pequeña —dijo agitado por la carrera—, pero tenemos cosas que ensayar y terminar de arreglar ahora con Mangel.

Julia asintió y se fue con su amigo rápidamente para los camerinos a terminar de retocar su parte del show.

—Tengo muchos nervios por Argentina —se sinceró la muchacha.

—Todo irá bien, te lo prometo.

—¿Qué le puede salir mal a Julia? —preguntó Vegetta pasando por su lado con una sonrisa en sus labios.

La latina sonrió y le dedicó una suave mirada.

𝙨𝙤𝙛𝙩 𝙧𝙪𝙗𝙞𝙪𝙨 • 𝙧𝙪𝙗𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙗𝙡𝙖𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora