Te seguiré amando en esta vida [ all x Tanjiro ]

La llegada del frío

El clima se había vuelto más frío con el paso del tiempo.

- ¡Gonitsu, maldito idiota, lo dejaste escapar!- gritó el joven de la máscara de jabalí saltando de techo a techo, persiguiendo a un demonio con piel verde.

- ¡tú fuiste el imbécil que planeó una mala estrategia de captura!- replicó el rubio, también tras el demonio.

¿A quién engañaba? Ver a un demonio, rodearlo y que Inosuke se le abalanzara sobre él sin avisarle al equipo no era una estrategia, era usar una nuez como cerebro.

- ¡no sabes seguir a tu jefe, Monitsu!- declaró él lanzando un ataque de lejos antes de deslizarse entre las paredes de dos edificios separados por un pequeño callejón.

- ¡que no eres mi jefe!- chilló el usuario de la respiración del rayo.

- malditos cazadores- el demonio que estaba siendo perseguido chasqueó su lengua con molestia.

No era débil, y lo sabía a la perfección. Pero esos cazadores eran demasiado para él.

- ¡respiración del agua!

Se volteó hacia la persona que dijo eso y antes de que pudiese reaccionar o hacer algo, sintió una espada atravesar su garganta.

Movió apresuradamente sus ojos en busca del maldito que acabó con su vida, encontrándose con un joven pelirrojo.

- ¡maldito! ¡Hijo de puta!- toda clase de insultos salían de la boca del demonio, estaba completamente enfadado.

- lo siento- se disculpó Tanjiro con una mirada llena de compasión.

El silencio prevaleció ya que la boca del demonio ya se había desvanecido, pero el mismo decidió dejar de hablar por la empatía que un cazador le estaba brindando, era demasiado inverosímil.

- ¡Gonpachiro!- gritó Inosuke golpeando la nariz de su máscara contra la espalda del mencionado.

- ¿sí?

El joven pasó sus brazos por la cintura del joven Kamado antes de alzarlo con un fuerte abrazo.

- ¡mi esposa es la mejor!

- ¡que no es tu esposa!- exclamó Zenitsu entre jadeos ya que estaba jodidamente cansado después de perseguir a ese demonio.

- ... hmph- el joven azabache soltó un bufido- ¡es mi reina!

- ¡tampoco es tu reina, maldición!

De alguna manera, Tanjiro sonrió como lo hacía usualmente e intentó detener la discusión entre ambos.

Sus peleas eran habituales cuando salían a cazar demonios.

- ¡vaya!~- una melodiosa voz llamó la atención de los tres muchachos y se voltearon para encontrar a una muchacha de cabello azabache acompañado de dos hombres.

- ¡Makomo-san!- exclamó felizmente el joven Kamado saludando a la muchacha.

- es una gran coincidencia hallarlos por la zona- comentó ella ampliando su sonrisa.

- ¿cómo te encuentras, Tanjiro?- preguntó Giyuu separando al mencionado del gran abrazo de Inosuke.

- bien- respondió con simpleza, ignorando las miradas que se intercambiaban dos azabaches- ¿también están cazando por aquí?

Sabito asintió como respuesta.

- acabamos de terminar con un grupo- agregó como si nada, soltando un suspiro al ver la escena en segundo plano entre su mejor amigo y dos estudiantes universitarios.