Cuidate, wacha [Neo Pistea]

DIECINUEVE

Primero que todo, si sigues aquí después de tres meses, joder, GRACIAS. Estuve muy ocupada con mis clases, este curso estaba siendo súper complicado y apenas tenía tiempo. Pero creo que todo el mundo está en cuarentena ahora mismo, así que he vuelto para quedarme todo el tiempo que esto dure. Espero que todxs estéis bien, cuidaos muchísimo vosotxs y a vuestros seres queridos!!!
Y nada más , espero que disfrutéis de mis escritos 💖💖💖

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Una semana y media era todo el tiempo que me quedaba para decidir si mi vida en españa llegaba a su fin. Mis estudios, mis amigas, mi padre... Dejar todo atrás por amor. ¿Sería capaz?

Le daba vueltas al tema mientras recogía mis cosas y comprobaba que Neo no se había desvelado. Tenía que irme para la tienda, y ya llegaba tarde.

-Yari...-dice con voz ronca justo antes de que cierre la puerta.
-Dime, amor- susurro.
-¿Sabés lo que me apetece ahora?

Pongo los ojos en blanco y respondo irónica:

-A ver, sorpréndeme.
-Ah, no lo sabés, te lo aseguro-ambos nos quedamos en silencio y entonces continúa-. Me gustaría hablar de nuestro futuro.

Me quedo muy sorprendida y tardo un par de segundos en reaccionar.

-¿Me estás vacilando? Hay que ver, luego dices que por qué pienso yo todo el rato en mil cosas-sonrío.
-Vivís angustiada vos siempre. Tus amigas son lo único piola que tenés acá. Y yo solo puedo pensar en tenerte conmigo.
-No lo sé Sebastián-me siento al borde de la cama y reflexiono-. Para mí esto es toda una novedad, en todos los sentidos. Y no quiero que todo se vaya a la mierda y yo me vea sola al otro lado del charco...
-¿Cómo? -Se levanta y me agarra las manos-No, linda, no te haría nada de eso. No sabemos si esto será para siempre pero podés estar tranquila que yo no te voy a hacer nada malo, Yari...
-Dame tiempo, ¿vale?

Nos miramos a los ojos y ambos tenemos cara de pena y tal vez algo de amargura. Poco a poco y sin querer nos acercamos mutuamente hasta juntar nuestros labios.

El sol empezaba a salir y el tiempo se me echaba encima, pero mis ojos avistaban algo que necesité inmortalizar.