tacto.

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no me salía llorar.

tampoco tenían fuerzas mis lágrimas, no sé, no querían salir.

alba tenía leucemia amigo, ¿de qué mierda me perdí?

ella estando flaca, su falta de color, que se haya desmayado de la nada, la pinta de débil o cuando desapareció una semana, debe ser la quimioterapia, qué sé yo.

por un momento el mundo paró, pero yo seguía avanzando, en cierto punto porque no sé si cuenta caminar en círculos en una sala de espera como avanzar.

mi papá me miraba y en sus ojos veía la necesidad de contenerme, pero no podía aceptarlo. yo tenía que ser mi propio soporte, para así ser un soporte para alba.

¿por qué nunca me contó? ¿se sintió intimidada y por eso no dijo nada? eran muchas las preguntas que retumbaban en mi cabeza, y a medida que las agujas del reloj avanzaban, más difícil era ignorarlas.

"mateo" me movió la madre de alba "te busca la pipi"

asentí levantándome rápidamente de mi asiento. la pipi, que dulce.

frené en la puerta. en cierto punto creo que estoy exagerando las cosas osea, se desmayó nada más, no es que la pisó un camión y está toda descuartizada en una camilla, pero bueno, soy dramático a veces.

"toc toc" imité el sonido del golpe de la puerta "¿cómo está la desmayada más linda de san telmo?"

"mateo yo vivo en la boca igual" intentó reír mientras se acomodaba en la camilla.

"PERO CLARO ÑERY PAI PEI PRRRRM COMUNA 4 ESTÁ EN EL ÁREA PAPI, PWO PWO PWO" 

alba largó una carcajada que le quedaba simplemente hermosa.

"che igual siempre nos vemos en san telmo, ¿por qué será?"

"no sé, ni idea" tosió "¿estuviste esperándome desde que salimos del bar"

me limité a solamente asentir.

"no hacía falta tute, anda a descansar a tu casa"

me limité a solamente negar.

"¿qué te dijeron los médicos? me preocupé, de verdad" tomé su mano y vi cómo ella me correspondía el agarre y esa simple sensación de su tacto fue todo lo que necesitaba para sentirme en paz.

"nada, que estoy bien, que solamente fue un golpazo y me hicieron unos puntos en la cabeza"

"¿ y la leucemia y que no tomes tus medicamentos no tiene nada que ver con que te hayas desmayado?"

"sí en cierto punto porque..." pum, alba pisó el palito. "¿quién te dijo de eso? ¿mi mamá o el médico?"

"¿por qué no me contaste?"

sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y sus manos comenzaron a temblar.

"alba, mirame" la tomé del mentón e hice que nuestras miradas se unieran. "no estoy enojado, simplemente quiero saber"

en parte era una mentira, sí estaba enojado pero como cualquier persona normal osea, ¿POR QUÉ MIERDA NO ME DIJO? no es un tema que se pueda pasar por alto que no hay problema. pero no interesaba qué sentía yo porque la idea era que ella se sintiera bien. y callada se quedó mirando a la punta de la camilla.

"capaz me tratabas diferente" musitó. "no me gusta que me traten diferente" me miró. su mirada estaba rota, y su piel bajo la luz blanca la hacía el triple de pálida, y ella hablaba fría, eso dolía. "siempre me terminan tratando diferente"

alba tenía razón, de seguro la hubiera tratado diferente.

"la vez que desapareciste una semana" murmuré  "¿qué pasó?"

"me fui a probar para un estudio, para 'este tema', pero creo que no quedé"

"bueno, ¿qué sigue entonces?" pregunté acariciando su brazo. quería que alba se sintiera contenida, no era un buen momento para hacerme el ofendido la verdad.

"nada, el tratamiento de antes pero con dosis más fuertes, porque no lo respeté antes" 

ambos nos miramos, y aún teniendo la mirada fija en el otro nuestras mentes estaban en cualquier lado. yo era un mar de preocupaciones, y alba... alba era un huracán.

alba era un huracán con todas las palabras. me hacía dar vueltas el mundo con una simple mirada, me movía la tierra con una sonrisa, y con su tacto era capaz de arruinarme en tres segundos. alba arrasaba con mi cabeza y con mi corazón, y eso me encantaba.

"mateo"

"¿qué pasa?"

"te quiero"

𝐜𝐨𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 - 𝐭𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨Where stories live. Discover now