¿Confías en mí? [Continuará]

Un sábado por la mañana

Llego el dia sábado, después de no poder haber podido dormir esa noche, solo pude dormir por vencimiento del sueño. Desperté como a las 9 de la mañana, asustado porque pensaba que ya se me había hecho tarde para la supuesta cita con Elliot. Solo pude ponerme la ropa limpia que encontré dentro de mis cajones, no me importo que me estaba poniendo, solo lo hice porque ya estaba algo tarde para mi encuentro con Elliot. Bajé de mi habitación y encontré a mi madre en la cocina.

- Pero que ven mis ojos, pensé que no despertarías hasta el almuerzo. Buenos días, dormilón. - Me dijo mi madre, dándome un beso en la frente.

- Buenos días, mamá. Me he quedado dormido, no pude dormir muy bien, es que tenía liada mi mente con los trabajos del colegio. - mentiras y más mentiras, no quería decirle a mi madre que no había podido dormir por estar pensando en mi cita con Elliot y también pensar en James, en Abigail y en Marianella.

- Pues, date un respiro. Hoy es sábado, fin de semana y tal vez te haría bien que salgas un rato, a caminar o no sé a conversar con alguno de tus amigos. - Dándome ánimos mi madre, para salir de casa y se me ocurrió una gran idea.

- Bueno, hablando de eso. Mamá, ¿Me mas permiso, para salir con Joseff? - Otra mentira, Joseff es un amigo de la infancia, un amigo con quien compartí todo, hasta en primero de secundaria, por cosas de la vida nos separaron en el colegio. También cosas mías que nos fuimos separando poco a poco. Debo confesar que, desde pequeño, el me gustaba mucho.

- ¿Con Joseff?, pero creo que con él no te hablas desde hace años. - Intentando buscarle por qué a mi repentina importancia de supuestamente salir con Joseff, mi madre me pregunta.

- Por eso mamá. No me he hablado mucho con él desde hace tiempo, y justo ayer me lo encontré y me dijo para salir, para tratar de recuperar el tiempo perdido y quien sabe que volvamos a ser tan amigos como antes. - Yo creo que era experto mintiendo a mamá, pero solo a mamá, porque si lo hacía con papá o con otra persona, me descubrían muy rápido.

- Bueno, está bien. Y ¿a qué hora han quedado? - Me pregunto mi madre, como la buena detective que era, con sus interrogatorios, no conseguía entrar en razón, por la cual ella me decía que salga y a la hora que le digo que he quedado con Joseff no me cree.

- Justo ahora, a las diez hemos quedado. - respondí.

- ¿Ahora?, pero ni siquiera has desayunado. - me respondió mi madre.

- Si, pero ya como y me voy volando ¿si mama? - preguntando haciéndole ojitos de niño bueno.

- Está bien, y ¿a qué hora regresas? - siguió mi madre con el interrogatorio.

- Creo que a las 2. No se depende de cuanto tengamos que conversar. - le respondí, atando cabos si es que llego más tarde.

- Está bien, le dices a Joseff que le mando saludos a él y a su madre. - mi madre no podía dejar de ser ella, por eso la quiero mucho.

- Ok, mamá. - le respondí, tratando de zafarme de esa conversación fácilmente.

- Ok, te veo a las 2. Si necesitas algo, sabes que puedes llamarme para que tu papá te pueda recoger. ¿Vale?

- Vale, mama. Gracias. - Le respondí, tomando mi último sorbo de jugo y un bocado más de pan. - Chau mamá. - Me despedí de ella con un beso en la frente y ya saliendo de casa, tome mis llaves y verifique que tenga conmigo a mi teléfono.

- Ok, te me cuidas. - Me grito ya cuando yo estaba en la puerta.

En camino para encontrarme con Elliot, donde habíamos quedado. Que era el parque que esta frente al colegio. Se me pasaban ideas por la cabeza, una y mil ideas. ¿Que pasara ese dia?, o de que me hablara Elliot. También se me dio por la mente la idea, si alguno de nuestros compañeros nos ven juntos y un sábado. Van a pensar mal y yo ya no estoy para más maltrato, para más humillaciones, se me ocurrió la idea de no ir, de dejar plantado a Elliot y darle cualquier excusa, que mi madre no me ha dado permiso o que tuve algo urgente que hacer. Entonces tome el camino de regreso a casa, pero me acorde de mamá, que le había dicho que iba a salir con Joseff y si regreso antes de lo acordado, podía sospechar que le mentí. Hay me iba a meter en un gran lío.