VI

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—¿Ya puedes quitarte de la ventana? Llevas todo el día sentado ahí. —reclamó Minhyuk mientras se tiraba a su cama, ya empezaba a hartarse de solo ver a Kihyun mirando por la ventana como si fuese la única tarea que podía realizar en vez de perderse en sus libros.

En parte, el diamante no dio respuesta alguna, menos se movió del lugar. Su vista se fijaba en la calle mirando a cada persona que cruzaba por la avenida de la mansión, en si Kihyun no estaba seguro porqué tuvo aquel interés tan repentino de saber quien pasaba, tampoco se daba cuenta de los gestos bastantes serios ¿o de decepción? cuando enfocaba a un individuo. Sin embargo, Minhyuk al darse cuenta y juntar todas las acciones tan misteriosas que daba su compañero algo en su mente se activó. Con una sonrisa llena de malicia que llegaba de oreja a oreja se acercó al más bajo de forma cautelosa abrazándolo por la espalda tomando por sorpresa a este que dio un pequeño brinco al instante.

—No me digas que esperas a ese vagabundo bañado. —dijo Minhyuk mirándolo con sospecha.

—¿Q-qué estas diciendo? —su corazón dio un brinco con solo escuchar las palabras descabelladas de Minhyuk. Las mejillas de Kihyun estaban ya rojas, ¿cómo podía deducir que esperaba a tal hombre? ¿Yoo Kihyun? ¿El diamante en bruto de la casa de las joyas? Una total tontería.

—¿Te golpeaste la cabeza con la cabecera de la cama? Yo no espero a ese hombre, solo quise mirar las personas. Es todo.

Queriendo mostrar desinterés ignoró por completo la mirada acusadora de su compañero, era claro que no lo hacía por ese motivo. Solo se sentó ahí por el mismo aburrimiento. Nada más eran imaginaciones de Minhyuk luego de andar leyendo las novelas románticas que suelen regalarle sus clientes habituales. Se creaba historias estúpidas en su cabeza.

—Claro, muy sospechoso que ese apuesto hombre llegara contigo y tú estés tan pendiente de qué alma pasa por la calle. —para Minhyuk siempre fue un pasatiempo buscar algo con qué molestar al castaño, por su puesto, estaba más que encantado tras ver como se ponía el otro por el tema de ese tal "vagabundo". —¿Al menos ya sabes su nombre? No me contaste nada.

Kihyun nuevamente lo ignoró.

—¿Besa bien? ¿Huele bien? —decía Minhyuk sin parar —¿Tiene un buen... pene?

—¡¿Puedes callarte?! —gritó Kihyun ya exasperado por el otro, se lo quitó de encima de un leve empujón ya retirándose al fin de la ventana, en verdad que su paciencia con su amigo no era del todo buena, menos cuando se ponía como un detective llenándolo de preguntas sin importar si estas fueran incomodas. Caminó hacia el tocador sentándose a retocar su cabello, ahora desordenado por el otro. —No te diré nada, tú no me hablas de los penes y vaginas que pasan por ti, por eso no estoy obligado a decirte al respecto.

—Bueno, si lo quieres es que te cuente sobre cada trabajo que hago... Ya es tan frecuente que me toquen tipos tan raros. Uno quería que lo tratara como un cerdo mientras yo sostenía un...

Una almohada impactó en el rostro del rubio obligando a callar lo que decía, quien sabe donde Kihyun había sacado la almohada, pero era tan necesario golpear ese bonito rostro irritante de Minhyuk.

—No me interesa los fetiches medievales de tus clientes, solo cállate. —dijo Kihyun ya harto.

Con la almohada en sus manos, el rubio hizo una mueca. —Solo quiero saber. Kiki, no es justo que tengas clientes misteriosos y no me digas un simple detallito.

—Hyunwoo.

—¿Eh?

—Su nombre es Hyunwoo. —repitió otra vez Kihyun mirándose en el espejo mientras se colocaba su collar de diamante.

Roxanne   ‹ showki ›Where stories live. Discover now