Capitulo 9

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CRPOV’s:

La luz de mediodía se daba a conocer.

Una pequeña ave de arcilla entro lentamente por la ventana de la casa de Sumay, dudo un momento y la tomo con delicadeza observándola detalladamente, noto un pequeño pedazo de papel en el ave falsa.

“He decidido irme por un tiempo, es inesperado, lo sé, ni yo misma lo planee pero te ruego por favor, no me busques, prometo estar bien. _______”

Y al instante reconoció la desordenada letra de su hija.

Sumay doblo el papel con frustración, sabia que esto ocurriría, pero no ahora, sintió un gran remordimiento hacia si misma por no haberle advertido a su hija, y lo peor es que no podía ir por ella, no tenia ni un mínima idea en donde estaba _______.

Busco el ave con la mirada, ¿Dónde habrá conseguido uno de esos?

Su búsqueda fracaso, esta no estaba en ninguna parte.

Se puso de pie exaltada buscando en cada rincón a la vista, sus ojos se dirigieron a la ventana por la cual había entrado solo hace unos minutos,  el ave ya estaba lejos, intento alcanzarla pero la explosión de la figura de arcilla se anticipo.

¿Qué había sido eso?

Sumay suspiro con rabia.

“Debo confiar en ella” se dijo a si misma.

+++

-¡Deidara!- El cierto tono de urgencia en la voz de ella lo preocupo.

Deidara camino hacia atrás dejando a Sasori solo, y se acerco a _______-

-¿Qué te ocurre?- Sus ojos reflejaban preocupación.

Ella tomo aire y lo miro a los ojos.

Se miraron atentamente.

-Necesito que me hagas un favor.- Susurro dudando, con un sabor amargo en su boca.

Sintió la necesidad de abrazarla, su tono había sido con ansiedad, pero se quito rápidamente esa idea de la cabeza.

Él espero a que _______ continuara hablando.

-¿Podrías mandar esto a mi madre?

_______ saco un pequeño trozo de papel de su bolsillo y lo puso frente a Deidara.

Él apretó los labios y observo el contenido del papel, solo un aviso para su madre, lo haría, después de todo él se había portado como la mierda con ella, solo un pequeño favor.

En cosa de segundos había hecho una ave de arcilla con sus manos, enrollo el trozo de papel y lo coloco en las patas del ave.

-¿Estas seguro que le llegara?

Deidara asintió.

-Gracias

-No hay de que

Sonrieron al mismo tiempo mientras observaban como el ave se alejaba.

Frío - Deidara, Sasori y Tú. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora