1/2

3.1K 297 100
                                    


Peter esquivo la patada de un extraño delincuente mutante, o eso creía, el color verde y estado pegajoso en todo su cuerpo junto con las pupilas enormes se lo indicaban.

Cuando regresó una patada al costado del hombre este salto hacia atrás terminando en una extraña pose en el suelo, muslos abiertos, rodillas dobladas y brazos apoyados en medio.

—Oye, busca tu propio estilo.

El tipo solo sonrió diabólicamente antes de abrir la boca y dejar salir su larga lengua.

—¿Qué rayos? —exclamó Peter esquivando la lengua—. Eso es asqueroso.

Estaba en la ciudad de Nueva York, ni siquiera sabía porque se sorprendía, dios, el mes pasado lucho contra un tipo rinoceronte, la semana antes de eso, con un hombre demente que usaba una pecera en la cabeza.

Saltó para colocarse encima de una pared y llegar a una altura privilegiada antes de lanzar con su brazo derecho un disparo desde su muñeca.

El hombre saltó alto esquivando la telaraña, él salto literalmente como el de una rana.

Bueno, eso dejaba las cosas bastantes claras, aunque Peter no había tenido muchas dudas sobre que poder tenía ese mutante.

Tipo rana entonces tomó la bolsa del suelo que había terminado ahí al inicio de la pelea tras salir del asalto en el banco y comenzó a correr intentando escapar, Peter bufo y estiró su brazo liberando una telaraña hacia la cornisa de un edifico para comenzar a balancearse en persecución, después de unas calles al no ver tantos transeúntes, Peter se balanceo y estiró sus piernas preparándose para impactar la espalda del mutante y derribarlo.

Sin embargo, Peter fue el derribado.

Por un extraño vestido de cuero que parecía estar construido como un edificio.

Ambos terminaron en un incomodo y doloroso enjambre de manos, pies y telaraña sobre la acera.

—¿Qué? —se quejó Peter sorprendido y adolorido, mirando hacia arriba descubrió a un hombre vestido de rojo y negro, máscara del mismo color con círculos blancos rodeados de negro en los ojos.

El hombre solo parecía estar mirando a Peter fijamente, después de un minuto entero, Peter se sintió incomodo.

—Oye, ¿estas bien?

El hombre abrió la boca, soltó un largo y agudo chillido antes de pasar a un grito emocionado, Peter hubiera tapado sus oídos si sus manos no estuvieran pegadas a una pierna y costado del hombre sobre él, que estaba en medio de las piernas de Peter, la posición era extraña y comprometedora.

—Ohdiosohdiosohdios —chilló.

Peter solo parpadeó confundido bajo la máscara, quizás golpeó su cabeza en la caída, pensó.

—¿Estas bien? —preguntó por segunda vez.

El tipo cerró la boca, pareció alzar las cejas, y bueno, Peter quería saber como lograba hacer su máscara tan expresiva.

—Soy… Deadpool —dijo entonces con voz grave—. ¿Vienes mucho por aquí, bebé?

Peter no pudo evitar reír divertido, también un poco incrédulo.

—Bueno si, soy Spiderman y estamos en Nueva York.

—Así que… ¿Spiderman, eh? —su voz pretendía ser casual y sugerente.

Peter sonrió sintiéndose extraño, la situación era tan extraña.

—Aha, ¿y tú Deadpool, eh? —contestó con diversión.

OportunidadWhere stories live. Discover now