Afección - [InoTan]

Capítulo 1

Y allí estaba.

Ahí adelante, a tan solo unos metros, se encontraba la leyenda viva de los viajeros, ese que generaba temor entre quienes tuvieron la posibilidad de verlo con sus propios ojos y los que oían las aterradoras historias de los que lo experimentaron.

"Es de dos metros de alto"

"Su torso es tan enorme como un tronco"

"Es mitad jabalí y mitad humano con la fuerza de un oso."

"Él sólo es capaz de destruir un pueblo entero"

"Caza a los demonios nocturnos porqué se alimenta de su fuerza"

"Habla en una lengua muerta"

Eran algunas de las frases que decían los viajeros y que iban pasando boca en boca. Tanjiro escuchaba esas historias que llegaban a su reino y que sus criados la relataban como si ellos mismos habrían vivido en carne propia lo contado.

Ahora, él lo estaba viendo. Pero no parecía de dos metros de alto, ni que su torso sea como un tronco y mucho menos que se haya alimentado de las fuerzas de los demonios que lo atacaron. La bestia se quedó mirándolo, esperando alguna reacción más débil, más asustadiza, más denigrante. Ambos se miraron, observando los detalles del otro. Los ojos del jabalí sobresalían en la noche y su colmillo brillaba como si fuese mágico. ¿Por qué no huía? Todos, al verlo, corrían desesperados hasta que no puedan divisarlo. ¿Acaso este humano era diferente? En efecto, era diferente. Lo que tuvo fue un inesperado y sincero "Gracias" junto con la sonrisa del príncipe. El no había huido de él, no se había espantado ni lo había insultado ni maldecido.

- ¿Cómo te llamas? - Preguntó el príncipe, observándolo con curiosidad y aún manteniendo su sonrisa. La Bestia titubeó. Qué debería importarle su nombre y que haría con ese dato. No era de importancia y no cambiaría nada de lo sucedió allí. Aún así...el que pregunten su nombre...lo emocionaba. 

-...Inosuke Hashibira! - Respondió emocionado luego de unos segundos con una sonrisa que el chico no podía ver pero si oler. Hacia tiempo que no le decía su nombre a otro humano. - ¡No lo olvides! - Desgraciadamente, Tanjiro era el único sobreviviente del pelotón que lo acompañó al Reino del Oeste para protegerlo. Se confiaron demasiado en que no iba a haber demonios a la noche y finalmente ocurrió una matanza. Todo el grupo fue masacrado junto con los caballos. Tanjiro se defendió e intentó atacar, pero sus espadas no eran las especiales para aquellos seres. Al esquivar el ataque de uno de los enemigos, otro lo golpeó. Fue lanzado hasta un árbol y todo su cuerpo junto con la fuerza del demonio lastimaron gravemente su brazo derecho. Era incapaz de blandir su espada. Hubiese sido comido de no ser por Inosuke, llegando a tiempo para matarlos antes de que lo devoren. 

-Inosuke...que bello nombre. - Contestó en voz baja con tranquilidad. - Gracias por salvarme, Inosuke Hashibira. - Volvió a agradecer dándole otra vez una sonrisa antes de caer desmayado de costado como consecuencia del cansancio. Luego de escuchar eso, Inosuke sintió que la temperatura de su cuerpo había aumentado repentinamente y que dentro de su máscara hacia demasiado calor. Una gota cayó en su hombro, avisándole que la lluvia había llegado.