Amor, a veces te extaño

A mi amor número 1

Tenía 7 año cuando te conocí, solamente siete años. 

Era pequeña cuando te conocí, tenías el cabello castaño y los ojos claros. Me sonreíste con esa sonrisa imperfecta y yo te sonreí de vuelta. 

Fue algo así como amor a primera vista. O al menos eso me gusta recordar. 

Eramos niños, eramos inocentes; crecimos juntos. 

Fuiste el primer chico que me tomó la mano. 

Fuiste el primer chico que beso mis labios. 

Fuiste el primer chico que me dedico una canción. 

Fuiste el primer chico que decidió estar conmigo y no con otra. 

Fuiste al primer chico que le dije te amo, aunque aun no entendiera que significaba realmente. 

Fuiste el primer chico que me dijo que también me amaba. 

Fuiste... eras. 

Eras el chico perfecto. 

Hasta que me hiciste llorar, hasta que me hiciste sentir insegura, hasta que me hiciste volver una niña toxica. 

Exacto, me volví una niña tóxica, era solo una niña. 

Eramos solo unos niños. 

Fuiste el primer chico que me rompió el corazón. 

Y aun te recuerdo, pero no con maldad, no con odio, eramos solo unos niños.

Si quisiera tener hijos, les contaría a ellos sobre nuestra historia, aún tu nombre sigue en mis diarios de pequeña. 

Eres algo especial, algo memorable.

Con el tiempo te perdí de vista, dejaste de doler, porque sí doliste, pero menos que muchos. 

Hace un tiempo supe que estabas bien, que te habías superado, que tu familia drogadicta no te había arruinado. Me alegre por ti, de veras. 

Así que primer amor, me alegro que no nos tengamos que pedir perdón, que no nos recordemos con amargura, que las lagrimas fueron menos que las risas y que no te extraño. 

Eso de que el primer amor nunca se olvida, era en serio.