Mi problema es amarte #2 [EN EDICIÓN]

Capítulo 16

América se aferra a mi brazo cuando bajamos de la camioneta y Delta no para de observar todo a su alrededor con cara de estúpida cuando fue ella misma la que nos dijo que actuáramos normal.

—Esto es una muy mala idea —comenta y no quiero admitirlo en voz alta, mucho menos delante de ella, pero tiene razón. Con solo estacionar el vehículo ya supe que esta fiesta no es para nosotras y probablemente nunca la sea. Sé que pagaré las consecuencias por arrastrarlas hasta aquí, pero no tenían otra opción, ya he hecho demasiado por ellas, me he humillado bastante y ahora les toca.

—Dylan, ¿podemos hablar? —pregunta Carlos detrás mío y me aparta un poco de mis amigas—. ¿Estas segura que este lugar no es peligroso? —pregunta bajando la voz y observando disimuladamente todo a su alrededor. Estamos a las afueras de la ciudad, bastante lejos de la civilización se podría decir. Era de esperarse que Sarah y sus amigos tuvieran fiestas en este tipo de lugares. Hay varias camionetas viejas estacionadas con algunos chicos sentados en la parte trasera. Hay música heavy metal sonando en alguno de los estereo de los vehículos y dos sillones viejos con dudosa higiene. Incluso improvisaron una fogata y todos beben cerveza en botellas pequeñas de vidrio. Aria fue inteligente esta vez y programó todo su fin de semana para que nosotras no la metamos en otra fiesta, ahora me arrepiento de haber insistido tanto a Nick para asegurarle que esta salida no iba a ser peligrosa. Un grupo de chicos están sentados en un sillón, pasándose un cigarrillo y estoy segura que ese olor no es precisamente tabaco.

—Claro, no te preocupes —le aseguro y él no se ve muy convencido. Con solo ver que el lugar parece un basurero ya te da mala espina. Tomo el brazo de América otra vez y caminamos hacia Sarah, que está con alguno de sus amigos. Por suerte América decidió que para pasar desapercibidas debíamos vestirnos un poco más estilo "dark" y es por eso que las tres llevamos jeans, botas y nuestro maquillajes es bastante oscuro.

—Esto no me gusta nada —murmura entre dientes antes de llegar a Sarah. Ella nos recibe con una sonrisa y una botella de cerveza para cada una.

—Linda fiesta —comento para rellenar el silencio que nos invade. A América y Delta no les gusta este lugar, mucho menos Sarah.

—Tus amigas no se ven muy cómodas —comenta Sarah en voz baja para ellas no escuchen. Hago una seña con la mano para que no le dé importancia.

—No les hagas caso, no están acostumbradas... —me freno antes de decir algo que ofenda a Sarah y ella sonríe.

—¿A este tipo de fiestas? —finaliza por mí, leyéndome el pensamiento. Me encojo de hombros—. Descuida, no es como si de repente fuéramos a hacer algún rito satánico —comenta divertida—. Enseguida regreso, disfruten la fiesta —suelta cuando una de sus amigas le dice algo al oído. Ambas se alejan y las pierdo de vista.

—Relájense, no va a pasar nada —comento en voz baja cuando América comienza a ponerse nerviosa—. Es una fiesta más, ¿acaso no querías disfrutar de las fiestas universitarias?

—No es lo mismo, Dyl, en mi mente había fiestas un poco más sanas —añade entre dientes—. Lugares donde se pueda socializar un poco sin que involucre drogas de por medio.

Pongo los ojos en blanco y veo que Delta también piensa lo mismo que Amy, lo cual me fastidia. Las ignoro y me dedico a descifrar lo que dice la música. El parlante de la camioneta tiene el volumen muy malo, pero a nadie parece importarle que no se entienda lo que dicen las canciones. Prácticamente conversan a los gritos, incluso hay un grupo pequeño que están jugando al poker y solo gritan cuando alguno pierde. Bebo un poco de mi botella, pero la verdad es que no tengo planeado beber mucho alcohol, mi estómago todavía se encuentra sensible por la borrachera de la otra vez. Mis ojos de repente se detienen en una figura masculina que se acerca hacia nosotras, Logan camina decidido y molesto. Acaba de frenar de golpe su auto, como si no no hubiera nadie más a su alrededor. Sus ojos se clavan en los míos y aprieta los puños cuando nota que lo observo.