capitulo 10

1.6K 146 35
                                    

3 años atrás
POV VALENTINA

Pasaron poco más de dos meses en los cuales solo quería ver a Juliana, ni mi hermano, ni Renata ni nadie más me hacía sentir un poco menos de dolor, excepto Juliana.

Mi novia era más de lo que yo hubiera podido pedir, estaba pendiente de mi a todas horas, gracias a ella de vez en cuando comía, me bañaba y ocasionalmente iba a trabajar.

Nunca tuvo palabras de presión hacia mi, me daba todo el tiempo que necesitaba para llorar en su hombro, un día sin siquiera yo pedírselo me dijo que se mudaria a la mansión conmigo.

Al principio me negué no porque no la quisiera conmigo era más cuestión de saber que dejaría sola a Lupita y tampoco quería que ellas se alejaran por mi culpa.

Pero Juliana insistio y saliendo de trabajar pasaba a ver a su mamá y después venía conmigo y se quedaba a dormir aquí.

Me dijo que cuando yo estuviera bien regresaría con Lupita y no me permitió algún tipo de objeción.

Amaba la forma en que me cuidaba y protegía nadie jamás había hecho algo similar por mi.

Mi papá era todo para mí y cuando ya no lo tuve de no haber sido por Juliana estoy segura que habría caído en el alcohol o una depresión o algo parecido, pero ella me sostuvo y logro hacer que con su amor no me derrumbara.

Ese día después de haber postergado la lectura del testamento por más de un mes Guille y yo tomamos la decisión de que era el momento adecuado.

_Amor yo te esperaré en la sala mientras tú y tu hermano están con el abogado_

_No creo que a Guille le importa si me acompañas, me sentiría mejor contigo ahi_ Le hice uno de mis clásicos pucheros para convencerla aunque lo único que obtuve fue un suave y tierno beso.

_No creo que sea prudente, es más supongo que ni siquiera me permitirían estar ahí, pero cuando salgas estaré aquí esperandote_ A veces solo mi novia sabía decir las palabras exactas para calmar mis nervios.

Después de unos minutos en los que Guille y yo esperábamos al abogado, Chivis nos informó que ya había llegado y que nos estaría esperando en el despacho de mi papá

Nos sentamos frente al Licenciado Palacios pero nos dijo que faltaban algunas personas, mi hermano y yo nos volteamos a ver sin saber a quién se refería, después vimos como entraron Chivis y Juliana y se quedaron de pie tras nosotros.

_Ahora si estamos todos_ Anuncio el Licenciado empezando a leer el testamento de mi papá

El hecho de que mi padre le haya dejado la casa de campo y una pensión a Chivis como agradecimiento por todos los años que estuvo a su servicio no nos pareció extraño, tanto mi hermano como yo estábamos seguros que mi papá haría algo así por ella por tantos años de fidelidad con nuestra familia.

Los demás bienes fueron repartidos de manera justa y bastante equitativa entre Guille y yo, la única diferencia es que yo me quedaría con la mansión y el con un departamento en Nueva York.

Lo que realmente nos dejó en shock fue escuchar el reparto de las acciones de la empresa cada uno tendría la mitad de las acciones totales de mi padre es decir 30% serían para Guille y 30% para mí, pero existía una cláusula en dónde especificaba que si yo me llegaba a casar con Juliana ella sería dueña del 20% así que tanto Guille como yo estábamos obligados a otorgarle 10% de nuestras acciones.

Guille enloquecio.

Me pidió hablar a solas conmigo.

Nunca había visto a Guille tan molesto.

Reescribiendo nuestro amorWhere stories live. Discover now