Cambio de país, cambio de vida.

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-Chicos, despertaros, en media hora salimos hacia el aeropuerto! – grito mi madre por las habitaciones.

Abrí los ojos y visualiza por última vez mi despertar en mi casa de Londres.

Gire mi cabeza hacia un lado y estaba la cabeza de mi hermano apoyada en mi hombro.

-Aitor, me puedes vestir? – me dijo mientras abría los ojos.

-Claro que si hermano – dije riéndome.

 Fui a su cuarto y le cogí la ropa, unos vaqueros largos remangados por abajo, con una camisa de cuadros y la chaqueta azul marino con los pelos en la capucho.

De seguida fui a mi cuarto, le di la ropa, y mientras se vestía, iba preparándome yo.

Iba de lo más simple, pantalones vaqueros remangados, camiseta blanca, mi chaqueta negra con pelos en la capucha, y mis air max blancas.

Mi madre, nos avisó que bajásemos las últimas cosas que teníamos en el cuarto, porque en 20 minutos salíamos hacia el aeropuerto.

Cuando acabe de recoger, baje las cajas y subí a la planta de arriba.

Iba observando habitación por habitación, recordando los mejores momentos que pase en esa casa.

Cuando llegue a mi habitación, deje escrito detrás del armario, un mini-texto.

“Espero que quien viva en esta habitación, la cuide como lo he hecho yo. Escrito por Aitor García.”

Y deje en la mesita, una figura que encontré cuando comencé a vivir en esa casa.

Mientras bajaba por las escaleras, mi padre vino por detrás, me cogio por los hombros, y me dijo:

-Vamos hijo, sé que no te quieres ir pero es lo que hay – me dijo mientras me animaba un poco.

Cogí las llaves, cerré la puerta y le di un beso.

-Hasta siempre! – dije con un nudo en la garganta.

Mi hermano me alzo la mano, para que se la cogiese, y ir juntos hasta el coche.

Nos subimos, cogí mi móvil, puse los auriculares y puse canciones de One Direction y de Ed Sheeran, que eran las canciones que más necesitaba en ese momento.

Mientras veía, las calles, los prados, las casas de Londres, me apoye en la ventana del coche y note como mis ojos se iban cerrando poco a poco.

Al entrar al túnel del aeropuerto me desperté, el sonido de los aviones aterrizando y despegando me despertaron.

Llegamos a la puerta del aeropuerto    y mi padre bajo la maleas, y fue directo a dejar el coche en el parking.

Había una cola inmensa, gente que se iba a España, otra se iba a la otra punta del mundo, hasta unos niños pequeños que con sus caras de alegría se notaban que iban a Disney Land Paris.

Embarcamos la maleta, nos dieron los billetes y fuimos a la planta de arriba a esperar a que abriesen la puerta para coger el avión hacia España.

Mientras esperábamos, mis hermanos y yo fuimos a dar una vuelta para desayunar y comprar unas revistas para entretenernos en el avión.

Cuando fuimos al quiosco, estaba con mi hermano al lado, cuando iba buscando y rebuscando la revista que quería, empecé a llamar a mi hermano.

No me contestaba.

Intentando coger la revista que quería, que estaba atrás del todo empecé a llamar a mi hermano.

-Arturo, hazme caso, has cogido la revista? Arturo?

Alce la vista hacia mi derecha, y no estaba, empecé a mirar por todo el quiosco, no estaba, me estaba poniendo nervioso.

-Mireia, tu hermano, donde está.

Fui al bar donde habíamos desayunado, y no estaba, cuando iba caminando rápido, hasta el quiosco lo vi sentado con un niño de su edad y una chica, que a primera vista parecía de mi edad.

Llame a mi hermana y le dije que comprase las revista y viniese al banco de al lado.

Mientras iba caminando, mi cabreo y mi nervio se iban relajando.

-Arturo, donde te habías metido? Tu sabes en que lio me podría haber metido si te hubiese perdido? Por qué no avisas cuando te vas? – le dije un tanto cabreado.

La chica y el niño pequeño me miraron un poco asustados, mientras mi hermano se reía.

-Lo siento si os he asustado chicos, estaba nervioso – les dije.

-Aitor, es que mientras estabais comprando las revista han pasado Laura y Jonathan por al lado del quiosco y he visto que hablaban español, y he ido a hablar con ellos.

-Si jajaja, muy majo tu hermano, me llamo Laura, encantada – me dijo, mientras me alzaba la mano.

De momento vino mi hermana con la bolsa de revistas y dijo:

-Ay, hola, quienes sois?

Mientras íbamos presentándoselos, sonó un mensaje en el aeropuerto diciendo que el viaje a Madrid salía en 15 minutos, por tanto mis hermanos, los que habíamos conocido y yo fuimos a la puerta de embarque.

Habíamos hecho muy buenas migas y cuando entramos al avión nos sentamos mi hermana, Laura y yo juntos.

Estuvimos todo el viaje hablando, y al parecer también vivía en la calle donde íbamos a vivir nosotros.

Cuando aterrizamos, nos dimos los teléfonos, para seguir hablando.

Baje del avión junto a mi familia, y empecé a oler el aire de Madrid.

Fuimos directos a por las maletas, mientras esperábamos nuestras maletas, Laura y Jonathan vinieron a despedirse de nosotros.

Veía a mis padres un tanto sonrientes y extraños, cuando cogimos las maletas, sacaron el móvil y empezaron a grabarme.

No entendía nada, pero yo seguía disfrutando de mis primeras horas en España.

Fui a la puerta de salida de recoger las maletas, se abrió y ahí estaban todos mis amigos de Madrid y toda mi familia.

Me asuste tanto que pegue un grito.

Mi cara era de risa, me quede con una cara de .. “esto no puede ser”.

Cuando reaccione, fui corriendo hacia mis amigos y familia y nos dimos todos un fuerte abrazo.

Ya sé por qué mis padres se reían tanto y me estaban grabando.

Ah, no os lo había dicho, también tenían globos y una pancarta gigante, que decía “Bienvenidos familia” y estaba rodeado de firmas y corazones.

Cuando acabamos de hablar con mi familia, le dije a mis padres que me iba a comer con mis amigos, me dieron dinero, las llaves y la dirección de casa y me fui.

Bueno, mis amigos estaban todos muy contentos, porque estuviese viviendo en Madrid con ellos, desde ese momento, me anime mucho más al saber que tenía a gente en Madrid, que me apoyaba y hiciera que mí día a día fuese como en Londres.

Bueno, no os había presentado a mis amigos, son muchos, pero solo pudieron venir al aeropuerto 7, los demás estaban en el restaurante esperándonos.

Són: Edurne, Cristian, Iván, Carolina, Luis, Samantha y Rodrigo.

A este último le podéis llamar Rodri, a Samantha podéis llamarla Sami, y a Carolina podéis llamarla Carol.

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⏰ Last updated: Dec 03, 2014 ⏰

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Preparado para vivir.Where stories live. Discover now