Capítulo 3 : Los Rengoku y Kamado

2.1K 254 386
                                    

Kyojuro reapareció como hacía cada año después del festival en su casa sólo que esta vez sonreía y de eso se dio cuenta su padre.

-Bienvenido hijo. ¿Cómo fue este año? ¿Por qué sonríes así? -

-Los fuegos artificiales de este año fueron excelentes - comentó feliz, debía guardar su encuentro con un humano en secreto de su padre por ahora puesto que la cabeza de la familia guardaba rencor a los humanos.

-Han mejorado esos humanos en

-Oni-san, ¡has vuelto! - se acerca alegre su hermano pequeño moviendo sus tres colas.

Posa su mano en la cabeza de su hermano con cariño - claro que sí -

-¿Cómo lo pasaste , oni-san?- Senjuro iba en sus brazos alegre y moviendo sus colitas

-Creo que nunca lo había pasado mejor - decía con una ancha sonrisa en sus labios.

-Cuéntame ,¿qué hiciste? ¿Qué comiste?- Kyojuro suelta una risa leve al escuchar el entusiasmo del pequeño zorrito y más al ver como sus colas se movían del mismo modo. Su hermano era demasiado tierno y se alegraba en el fondo que quisiera romper con esos tabúes de su especie de despreciar y odiar a su enemigo más peligroso: el ser humano.

-primero que todo, el takoyaki es sabroso- se acerca un poco al oído de su hermano para susurrarle con sumo cuidado - y también conocí a un humano bastante particular - tomó su distancia nuevamente bajo la mirada atónita del pequeño zorro y entre risas disimuladas volvió a mencionar - y los dangos son geniales -

-Tu siempre con la comida - le da un pequeño manotazo divertido-Eres un glotón-

-Solo se puede disfrutar una vez al año, es normal que lo haga - comentaba soltando con cuidado a su mimoso hermano haciendo su típica pose de brazos cruzados.

-¿Y cuándo podré ir yo contigo?-

-Ya te lo dije Senjuro, si te comportas bien este año te llevaré sin falta la próxima vez, así que practica mucho tus transformaciones -

-Lo haré , daré lo mejor de mi -abraza una de sus colas sonriente

-Si eres tan blando y amable no llegarás a tu cuarta cola nunca-dice su padre serio pasando cerca de ellos. 

-Padre... Me alegra ver que hoy esté bien de salud-dijo haciendo caso omiso del comentario de su progenitor, sabía bastante bien que discutir no llegaría a nada.

-Pero padre no todos los humanos pueden ser tan malos - dijo sonriente Senjuro.

Dejó salir una sonrisa llena de orgullo al oír a su pequeño hermano, tenía razón, así que como habían espíritus buenos y malos, lo mismo sucedía con los humanos.

-¡Ellos destruyeron nuestros hogares! Hace siglos si nos dejábamos ver por ellos pero eso se acabó. ¡Son unos monstruos!- 

-Pero hay humanos que no están a favor de toda esa destrucción, que buscan resguardar los lugares sagrados y todo lo que allí vive... -se entrometió de pronto el mayor de los hermanos a Rengoku de forma un tanto desafiante.

-¿Cómo?- su expresión molesta y de enfado cambió a una de curiosidad y sorpresa que ocultó bien -¿Humanos que aman la naturaleza?-

-Ellos ni siquiera saben de nuestra existencia, nos creen como ficción y aun así... Desean tanto como nosotros cuidar lo hermoso de este mundo - volvió a decir Kyojuro en un tono más calmado.

-¿Hablaste con alguno anoche? -

-Es inevitable el contacto con humanos estando ahí fuera- admitió sin mayor problema, sabía que sería un problema que su padre lo supiera, pero tampoco sería un mentiroso.

Tanabata ( Kyotan AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora