Melodía de una Promesa

Lan WangJi estaba sentado, una delicada y bella taza de té en la mano. Su corazón rugía con rencor ante la persona que le hacía companía, su rostro permanecía impasible. Desde niño le habían enseñado que guardar rencores estaba mal, mas no pudo evitar que el oscuro sentimiento rodeara su corazón al ver a la persona que más daño le había causado en su vida. 

Jiang WanYin permanecía con la mirada baja y el ceño fruncido, la taza de té apoyada suavemente sobre sus finos labios. La tensión pesada en el aire, ninguno de los dos estaba dispuesto a ser el que la rompiera. 

Al contrario de Jiang WanYin, Lan WangJi no dejaba de observarlo; sus ojos claros sobre Jiang WanYin se sentían gélidos y a pesar de su color suave, eran tan duros como la piedra. Aunque su rostro no mostrase cambio, sus ojos expresaban su odio con claridad. Quizás por eso Jiang WanYin no levantaba la mirada, quizás se sentía intimidado bajo el ardiente escrutinio del mayor, quizás temía ver en sus orbes el odio que WangJi sentía por su persona. 'Bien,' pensaba este; aún sabiendo que lo más probable era que el más joven no quiera verse obligado a iniciar una conversación con él si cruzaban sus miradas. WangJi no le contestaría de forma pacífica. Eso era claro.

Su corazón palpitaba fuerte. WangJi lo ignoraba cuanto podía, pero siempre era difícil. Jiang Cheng dio un suave sorbo a su té, despúes de haber sostenido la taza contra sus labios por... bueno, desde que ambos debieron sentarse a beber té siguiendo el protocolo que mantenía un aire de respeto entre las sectas y los discípulos; Jiang Cheng levantó la mirada. Ojos almendrados se encontraron con una restringida furia cristalina. Su voz no titubeó como una parte apartada en la mente de Lan WangJi quería que ocurriera.

"HanguangJun, le ofrezco mis más sinceras disculpas por los inconvenientes que le fueron causados a sus discípulos por la impulsividad de mi sobrino." Su voz no tenía una gota de sinceridad. Lan WangJi sintió su ceño ceder a causa de  su molestia, frunciendose de forma casi imperceptible. Sí, estaba disgustado con las tácticas empleadas por el sobrino de Jiang WanYin, Jin Ling, y con el trato a sus discípulos. Sin embargo no era de allí dónde originaba su odio y Jiang WanYin lo sabía. Su corazón golpeaba con furia contra sus costillas mas sus palabas sonaron indiferentes y estáticas.

"No debe disculparse, líder de la secta Jiang, " Lan WangJi hizo una pausa, llevando la taza a sus labios. Notando el estrés de Jiang WanYin, agregó "Aún sigue en pie la oferta de pagar las redes que fueron destruídas." El labio de Jiang WanYin tembló y su mirada fue inundada con desprecio. WangJi rió por dentro de lo fácil que era ofender al más joven, considerando su orgullo inflado. Chispas de color violeta destellaron de Zidian. Aquellos discípulos que habían decidido no participar de la cacería nocturna cesaron su charla, atentos a cualquier acción de los superiores en caso de tener que detener un conflicto. Conociendo el carácter de ambos y la mala relación que tenían era muy posible que tuvieran que interponerse o dar fin a la reunión para evitar un problema mayor entre las sectas. 

Jiang WanYin relajó su postura y comenzó a jugar con el anillo en su dedo. Su mirada aún fija en la de WangJi. "No es necesario," las chispas de Zidian cesaron, "tanto la secta Jiang como la secta Jin no necesitamos su hospitalidad. Podemos permitirnos redes nuevas." 

"Mn." Lan WangJi había completado su cometido; con el orgullo de Jiang Cheng amenazado este no volvería a hablar. Y así fue.

Poco a poco, con el correr de los minutos, los discípulos volvieron a sus conversaciones tranquilos de que el peligro ya había pasado.  Aún así la tensión en el aire no parecía haberse desvanecido junto al silencio. Ambos hombres continuaron bebiendo su té, ninguno de los dos volvió a levantar la mirada.

WangJi sabía que esto no estaba bien. Sabía exactamente que era probable que él estuviera equivocado. Pero era tan difícil. Tan difícil admitirlo, porque de no ser así... ¿Qué significaría para él?