Algo iba a ir mal muy mal con su piel, se sentía realmente enfermo, era como tener un montón de grava encima, por más que comía, tomaba vino barato de Luzu o incluso algunas posion que compro en el mercado o incluso medicinas, ninguna le había efec...
Esa era la maldición que Luzu le había lanzado a Auron, la maldición que los dioses oscuros le dieron en forma de botella con un líquido rosado, el chico Evil no sabía realmente los efectos de esa cosa, solo sabía que en un inicio se llamaba maldición de venganza, para al final renombrarlo como maldición de la miel, que tenía unos efectos muy interesantes que Auron fue descubriendo poco a poco.
El Primero y más obvio era el cambio de apariencia, la piel y el cabello se tornan de un color naranja, casi amarillo, levemente brillante, con una textura viscosa/pegajosa como la miel y algo tibio.
El Segundo, era que ahora tenía unas leves habilidades como la que tendría un Mood Slime normal, entre esas habilidades era poder trepar las paredes gracias a adherirse en las paredes con la miel de su piel, con esto dejaban manchas a su paso y tenía que tener las manos y los pies desnudos junto con que la temperatura tenía que estar algo baja para poder adherirse a las paredes.
El Tercero, los ataques a distanciado le afectaban de forma distinta, el mejor ejemplo son las flechas lo atravesaban literalmente y salían por el otro lado de su cuerpo como si él estuviera echo de papel, el daño era obvio, pero el pequeño hueco que se formaba en el lugar que era atravesado, no tardaba en regenerarse, pero con todo y la regeneración, el dolor se mantenía en ese lugar por unos cuándos minutos para que se vaya el dolor o cuando se caía de un lugar alto, aparte de hacerse algo de daño revotaba como pelota.
El Cuarto y último era su habla, aveses ya no hablaba normalmente, empezaba a hacer ruidos de gárgaras o gruñidos difíciles de entender y que parecían los típicos sonidos que haría un Slime o un Zombie, si no fuera que al instante se dan cuenta de que era Auron, se hubiera llevado muchas flechas encantadas o algún ataque del Golem de nieve que tenía Rubius por novia, solía pasar esto cuando empezaba a vocalizar mal o estaba muy enojado.
Aun con todo lo positivo que podía a llegar a tener esta Maldición, tenía demasiados "peros" en esta, inicialmente sus hijos y compañero de piso no lo reconocieron, sus perros, Golem y compañero casi lo atacan antes de que el gritara que era el, su hijito preferido, Frederick, no lo reconoció y huyo de él, cosa que le rompió un poco el corazón al psicólogo, era imposible usar otra ropa parte de la que le había aparecido por la maldición, aunque esa ropa no era incomoda, si intentaba usar otra ropa como su traje de juez o las máscaras, estas quedaba pegajosas y sucias, cosa bastante complicada de aguantar cuando tenía que ser el juez en los juicios porque era super incómodo y más sentía mucho calor, cosa que lo hacía sentir algo ahogado, quería tener devuelta su aparecía normal, aunque estaba acostumbrando, igualmente era sumamente molesto.
Estaba en su Bunker inexpugnable, se había acostado en el suelo descansando usando de cabecera su saco de dormir que siempre llevaba a todos lados, aun no se había hecho una cama en donde dormir, tal vez debería craftear una cama para acostarse o algún sillón en el cual estar tirado en los tiempos muertos donde no tenía ganas de hacer nada, Frederick se subió encima de él acurrucándose en su estómago para dormir.
-Ostia Frederick, esta pesado –se quejó al sentir el peso del pollito, pero escucho como alguien daba unos leves golpes a su puerta con detector facial – jodeeeeer –Se levantó apartando a su querido animalito, se levantó para ir a la puerta y ver quien venía a molestar-... ¿Merlon?...-Ladeo un poco la cabeza al ver al hombre viejo que les dio la Bienvenidas a él y algunas misiones a otros.
- Buenos días Señor Auron Play, vine a pedirle que venga al cartel de Karmaland –dio una leve reverencia mientras decía esas palabras quitándose el sombrero.
-¿y ahora por qué? ¿Tenemos una misión?- Merlon lo miro con extrañeza para contestar.
-Es para darle la Bienvenido a los nuevos Héroes para Karmaland.
¿Nuevos?.
Esto ya le llamo la atención a Auron, hace tiempo no había llegado alguien nuevo, se preguntaba si eran dos chicos, dos chicos o uno chico y una chica, si una o las dos eran mujeres, pobrecitas de ellas o los desafortunados que ahora tenían que aguantar a un cura raro, un pájaro explosivo, un policía exhibicionista, un robanietas, un ilegalisimo, un edgy boy, un alcalde robahijos, una chimenea desaparecida y a él.
Que los dioses se apiaden de sus almas.
-Valeeee – salió.
De su casa mientras Merlon se daba la vuelta para irse por donde el vino-.... ¿cómo esquivo las torretas?
Los 9 héroes de Karmaland estaban reunidos frente al Cartel como Merlon se los había pedido, por primera vez al estar reunidos se quedaron callados mirando a los nuevos.
Un chico y una chica
El anciano sujetaba un hombro del chico y a la chica la tomaba delicadamente de uno de sus brazos.
El chico nuevo se veía bastante normal.
Parecía no pasar de los 18 años, mediría aproximadamente 1.70, parecía delgado y no muy fuerte físicamente, cabello café parecido al color del cabello de Luzu, con un chaleco que tenía mangas blancas, usando la capucha, unos jeans azules claros, zapatillas negras con detalles blancos, sus ojos eran celestes muy claros, lo único destacable de él era que tenía una flor bastante bonita enganchada en su cabello por donde se alcanzaba a ver y tenía una canasta llena de amapolas, podían suponer que mientras ellos llegaban, él se había puesto a recolectar las amapolas de alrededor eso o las tenia de antes, sonreía se notaba nervioso.
Mientras que la chica era una cosa muy distinta.
Era extremadamente alta, llegaba a ser más alta que Vegetta por unos poco Centímetros, pero en su cara se alcanzaban a ser rasgos jóvenes, usaba un cubre bocas, sus ojos eran tan rojos como la sangre y en sus pupilas parecía tener un punto blanco, su piel era demasiado pálida, usaba de ropa un sailor fuku de color negro y blanco con una pañoleta roja, la falda que usaba le llegaba por debajo de las torrollas, su cabello también era largo y lacio, amarrado en una coleta, llevando zapatos bajos color negros con medias blancas, se notaba como tenía un collar con una cruz y cargaba una mochila roja, se veía más relajada que el chico, pues se notaba seria.
-Buenos días a todos ustedes, Héroes de Karmaland- Merlon los inspecciono a todo con la mirada contando mentalmente a los 9- Estos son los nuevos, preséntese joven y señorita –Soltó el hombro del chico y el brazo de la chica.
El chico de quedo en silencio unos momentos, parecía no saber que decir para presentarse, empezaba a sudar un poco y sus manos estaban temblando, desvió la mirada a otro lado, la sonrisa que tenía cayo, la chica solo juntos sus manos como si fuera a rezar, no parecía que iba a ser la primera en hablar y presentarse, el ambiente comenzó a colocarse algo incómodo.
-Eh... ¿Qué se supone que debo decir? –Su tono fue un poco tembloroso.
-Puedes decir tu nombre, edad y algunas cosas que te gusten o alguna habilidad que tengas –Murmuro en voz baja la chica para que solo el muchacho la escuchara.
-AH!! Entiendo –Su sonrisa volvió y coloco su espalda recta- Yo...soy..
Fin del Capítulo 1
Gracias por leer.
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