Un nuevo comienzo (Sasuke y tu)

Maraton 2/5

Narradora

Era demasiado temprano y ______ ya no daba una, bueno, tenía buen aguante y aún era algo hiperactiva cuan niña, pero ¡No podía vivir bebiendo café cada vez que tenía sueño! Terminaría enfermándose de los riñones y culparía a su baka hermano, sí, sí, problema resuelto. Aunque no hiciera más que revisar papeles, firmar y evaluar equipos para las misiones, si se estresaba. Se volteó en su silla mirando los colores en el cielo, apenas siendo iluminados por el sol. Por más que se quejará, le gustaba estar ahí. No pretendía quitarle el puesto a su hermano, pero no estaría mal ser la 'Octava Hokage'. Agitó la cabeza rudamente y mejor continuó firmando los papeles. ¿Qué pasada con ella? Ella no era ninguna tirana ni mucho menos una robasueños, además aún debía centrarse como madre —no biológica, claro está— en la pequeña Sarada... Sarada.

—¿Ya estará despierta, mi niña? —se pregunto a si misma apareciendo una sonrisa boba en sus labios.

De pronto la puerta se abrió se golpe, para sorpresa de la Uzumaki entró una pequeña de cabellera negra que inmediatamente saltó sobre el escritório a sus brazos.

—¡Sarada-Chan!, ¡Has madrugado! —clamo la rubia aceptando el cariño de la menor.

—Papí, me a dicho que ayudas al tío Naruto y quise visitarte —explicó la mejor ligeramente sonrojada.

—¿Has venido tú sola?, ¿Qué te e dicho de salir sin compañía a la calle?, ¿Y dónde está papí? —cuestiono algo molesta. ¿Cómo se le ocurre a Sasuke descuidarla así?.

—¡Papí, que no te de pena!, ¡Mamí no se reirá de tí! —clamo la menor mirando a la puerta, la cuál estaba abierta, dejando confundida a la Uzumaki.

Pronto Sasuke cruzó la puerta cerrándola detrás de si y se quedó de pie en medio de la habitación. ______ se quedó petrificada al ver el cabello de Sasuke adornado con unas trenzas y moñitos de colores afeminados. No lo soportó más y terminó riendo a carcajadas, junto a Sarada, que ocultaba su risa entre sus manos.

—¡Te vez muy lindo, Sasu-Chan! —______ no podía dejar de reír.

—¡¿Verdad que sí, mamí?! —a Sarada le brillaron los ojos emocionada—, ¡No dejé que se los quitará para que pudieras verlo!

—... —Sasuke torció la boca y fruncio el entrecejo, sonrojado de la vergüenza.

—Aún con éso, luces hermoso, Sasuke —ahora le sonrió sincera.

—¡Hay, el amor! —Sarada suspiro, haciendo sonrojar a ______ aún más que Sasuke, quien no evitó poner su sonrisa ladina.

—... —______ carraspeo— ¿Y qué los traé por aquí? —pregunto cambiando de tema.

—Sarada quería verte —contestó Sasuke quitándose los moños de su cabello. Ésta vez Sarada no protesto, pues ______ ya lo había visto, ahora solo daba gracias a Kami-Sama por que Sarada no lo había maquillado con el maquillaje de ______, si no... Adiós, dignidad y orgullo Uchiha.

—¡Ahhhh~!, ¡Mi niña si me quiere! —______ estrujó de nuevo a Sarada conmovida.

—No me aprietes tanto —se quejó la menor, ya que se le estaba yendo el aire.

—Oh, lo siento —sonrió y la dejo libre, sentándola sobre el escritorio.

—También papí quería verte, mamí —le dijo.

A Sasuke le dio un tic en el ojo, iba a defenderse, o más bien a excusarse ya que en cierto punto, Sarada no mentía. Pero ______ río bajito y retomo la palabra.

—¿Ya has desayunado? —dijo.

—¡Sí! Papí, me a cocinado.

—Que sorpresa. No sabía que cocinabas, Sasuke —admitió ______ sonriendole al Uchiha mayor.

—Hmp. Aún no sabes mucho de mí —mencionó tranquilo bajando la mirada con los ojos cerrados.

—Mo~ Mo~, pues tendrás que hablarme más de tí luego —dijo sonriendo marca Uzumaki.

Se quedaron mirándose a los ojos del otro, azul y negro, buscando en lo más profundo del alma del otro. Un momento mágico y significativo para ambos, pero...

—¿Ya me darán un hermanito? —pregunto Sarada de lo más inocente.

______ no tardo en ponerse roja cuán tomate (El vicio de Sasuke XD), al contrario de Sasuke que volvió a sonreír, como él solo.

—¡¡SARADA!! ≧⌓≦

[...]

—¿Eh? —miro por la ventana del cuarto.

—¿Qué pasa, Naruto-Kun? —le pregunto Hinata acostada a su lado.

—Nada, solo creí haber escuchado a mi hermana —dijo volviendo a cerrar los ojos abrazando a Hinata—. Hoy volveré al trabajo.

—Naruto-Kun... —susurro Hinata triste, pero lo comprendía.

—No debo descuidar tanto la aldea y ______ no dejá que me acerque a la oficina hasta que pase una semana —explicó y se estiró soltando a Hinata—. Y hoy es el último día.

—Comprendo. Entonces iré a preparar el desayuno y a planchar tu camisa —Hinata se levantó de la cama con una gran sonrisa y dejo el cuarto, no sin antes sacar una camisa naranja de Naruto del ropero.

[...]

—¿Dije algo malo? —pregunto Sarada sin comprender porque el grito de su mamí y terminó por esconderse detrás de su papí.

—No te preocupes, no fue nada —le dijo Sasuke, observando a ______. Ésta tenía el rostro contra el escritório para evitar que notarán su cara roja, ya que había recordado lo que estaba por hacer con Sasuke en ése mismo lugar antes de Shikamaru interviniera.

—Toc, toc, ¿Se puede? —se escucho detrás de la puerta.

—Claro —______ se puso derecha y seria, desapareciendo el sonrojo de su cara.

La puerta se abrió y entró Shikamaru con algunos papeles en manos. ______ alzo una ceja, notando que había llegado más temprano que los días anteriores.

—Hoy es día de que todos se despierten temprano, ¿O qué? —______ cruzó los brazos haciendo un puchero infantil.

—Tienes visitas —dijo el Nara al ver a los Uchiha's.

—Konnichiwa, Nara-San —saludó Sarada sonriendole.

—Konnichiha, Sarada-Chan —devolvió sonriendo con pereza, como él solo y luego miro al mayor, haciendo un asentimiento de cabeza como saludo—, Sasuke.

—Nara.

—¿Más papeles para firmar? —pregunto ______ tronando sus dedos y luego su cuello, como si estuviera a punto de pelear contra un enemigo poderoso, aunque no había diferencia entre un enemigo difícil de vencer, a una gran pila de papeles para firmar. Se le cansaba la mano :v.

—No. De hechó, Naruto llamó avisando que hoy vuelve, que ya descanso lo suficiente —dijo.

—¿Hoy vuelve? Ya veo... —susurro pensativa y luego sonrió mirando a la menor— ¿Oíste, Sarada-Chan? Ya me iré con ustedes dentro de poco.

—¡Síííí! —clamo Sarada sonriendo.+

Los tres mayores igualmente sonrieron.