Siempre a tu lado.

Capítulo 1. Primera escapada.

Sighișoara, Rumania.

Instituto de la Ciudad.

Dos jóvenes corrían por las escaleras, sin algún ruido gracias a la nieve que pisaban. Apenas se oían los jadeos de los mismos por correr de manera tan "escandalosa", deseaban no ser vistos... Espera, ¿Por qué corrían? Se habían escapado de las clases, de su instituto. Escaleras abajo, para llegar al cementerio cerca del instituto a fumar un cigarrillo.

Al llegar, el joven Emil se tropezó por frenar de golpe al ver una ardilla plantando una nuez en la nieve... No quería asustarla, mucho menos hacerla correr. Aunque fue lo que ocurrió, al caerse, en un ruido seco contra el suelo fue suficiente para ver al pobre animal correr fuera de ahí. El contrario solamente se rió de sus actos preguntando: "¿acaso te caes así de fácil? Eres un niñato" mientras reía. Le ayudó a levantarse ofreciéndole su mano, Emil "tomó" su mano. La cual rápidamente se movió y no logró tomar, nuevamente se resbaló cayendo en la nieve una vez más.

Xaver lo veía como un bufón... Se reía de sus caídas, golpes y demás.

- ¡Id*ota! ¡Ayúdame! -. Se quejó en el suelo, por la misma vergüenza sus mejillas se pintaron de un color carmín suave. No tan notable, debido al frío, sus mejillas ya estaban rojizas de por sí.

Se levantó por sí mismo después de no aceptar la ayuda de su gran amigo, se habían conocido ese mismo día en el instituto con un chico más llamado Hermann. Pero ahora no se encontraba con ellos, se negó a escapar de clases debido a que poseían un examen sumamente importante ese mismo día, un examen de artes... Aunque solamente se trataba de una evaluación sin gran importancia. Se encontraba en el aula sosteniendo su pincel delante de un lienzo blanco pensando sobre que lo hacían sus amigos.

- ( Debí ir con ellos... Ahora deberán estar jugando con la nieve... ) -. Pensó Hermann cerrando sus párpados algo desilusionado de su elección.

Trazando una simple línea en lo blanco acorde sus pensamientos. Incluso empezó a hacer círculos, transformándose en garabatos automáticamente, presionando cada vez más en el lienzo de papel, de un momento a otro lo traspasó por la humedad de la pintura, pintando el gabete. Se espantó, y despegó de una buena vez el pincel, salpicando la pintura del mismo al profesor: Sr. Hagen. Volteando lentamente... Se encontró con el nombre, una expresión monótona con gotitas de pintura reposando en sus gafas, además de su barba. Soltó un jadeo del mismo susto.

- Lo... Lo siento, señor. No lo ví... -. No mintió en lo absoluto.

Bajó el pincel al vaso con agua para remover la pintura, el mayor solamente se quitó sus gafas para hacerle una pregunta: "¿Dónde está el señor Xarver y el señor Emil?". Esa pregunta le hizo titubear, había prometido que no le diría nada a los profesores acerca de su escapada. El barbón solamente alzó la ceja, acomodándose de nuevo sus gafas.

- ¿Y? ¿Usted lo sabe? -. Rebuscó más, viéndolo fijamente. Solo logró ponerlo aún más nervioso, desviando la mirada. - Faltaron a clases... Quizá decidieron faltar al mismo tiempo... No lo sé -. Mintió Hermann con una sonrisa mientras cambiaba de base, dejando al pie del gabete el roto.

- Usted deberá pagar eso, señor Hermann -. Le respondió el profesor, siguiendo su camino, pasando a su lado... En cuanto hizo eso, el menor soltó un suspiro aliviándose. Lo había pasado por alto, ¿O no? Por ahora pensaba que se había logrado escapar, viéndolo hablar ahora con otro de sus compañeros acerca del examen.

En cambio, aquellos muchachos, recién estaban empezando sus planes.

Emil finalmente se levantó del suelo sacudiendo la nieve de su uniforme, quitándose su gorro para igual sacudirlo. Hasta que se sentó, apoyándose detrás de una lápida. Xaver simplemente lo imitó, quedándose delante suyo de piernas cruzadas, uniendo sus manos enguantadas: entrelazándose entre sí con sus dedos debido al frío. Viendo sus propias manos, viendo disimuladamente a Emil, hasta que le habló alzó su mirada con atención.