5

3.2K 122 71
                                    

"𝙴𝚛𝚎𝚜 𝚖𝚒́𝚊"

Nᥲrᥙto

Estoy a mi limíte, estoy con la chica de mis sueños solos en un bosque.

Sigo tocando sus tetas con desesperación, quiero hacerla mía en este bosque de una maldita vez, pero no es correcto.

―Ah...Naruto-kun...hazme t-tuya...―Dijo gimiendo, con esa dulce voz que alimenta mis oídos.

―A partir de ahora ya no te tocarás tu misma, yo te haré ese favor.―Le susurré al oído con la voz más ronca que anteriormente.

En este momento estoy demasiado caliente, mi pene se saldrá de los pantalones, aunque no se si sea malo, ya que ella me mira mucho en esa parte.

―Ah!, por favor...Seré tuya las veces que quieras...―Dijo ella muy deseperada y retregando su cuerpo contra el mío.

Toqué mi propia erección y ella lo noto poniéndose muy roja, ella se veía tan jodidamente hermosa cuando se sonroja.

―Hinata.―Gruñí su nombre por tanta excitación.

Ella empezó a jadear fuerte.

―C-creo que también necesitas e-ese f-favor―Dijo respirando fuerte.

Sonreí con malicia sin pensarlo, y asentí satisfecho.

empecé a frotar mi erección encima de los pantalones, notando como ella se ponía más caliente.

Ella se acercó timídamente quitando mi mano para reemplazarla por la de ella.

Ella empezó a tocar mi pene encima de la tela, sus gentiles manos acariciaban suavemente ese gran bulto entre mis piernas, no podía evitar jadear.

―S-se siente duro...y g-grande...―Dijo ella mientras frotaba mi pene más rápido.

―Ah...―Gemí antes de besarnos apasionadamente, nuestras lenguas se acariciaban.

Sentía que estaba a punto de venirme en mis pantalones.

Yo aparte su mano.

―Quiero hacerlo yo también―Dije intentando tocar su vagina pero ella se aparta.

―A-aquí no...―Dijo avergonzada.

―¿Q-que te parece si vamos a mi casa?―Dije sonrojado y mirando a otro lado.

―¿E-eh?!―Dijo sorprendida y apenada.

―B-bueno, si quieres, ttebayo.―Dije rascandome la nuca.

Ella me abrazo mirándome con una leve sonrisa. en verdad ella es hermosa.

―S-si quiero ir...―Dijo y me dió un beso en la mejilla.

El camino a mi casa fue un poco incomoda, caminar con la verga dura en público es demasiado incomodo, mientras yo no le dejaba de ver los pechos a Hinata, que se movian maravillosamente mientras caminabamos.

Hasta que llegamos, abrí la puerta con mi llave y le hize un gesto para que entrará primero.

Que verguenza, había un poco de desorden.

―L-lo siento por el desorden―Me disculpé rascandome la nuca.

―No hay problema, Naruto-kun―Me sonrió tiernamente.

Cerré la puerta, me acerqué a ella y la besé con todas las ganas que pudé.

Ella gemía entre mis labios, ya que yo estoy sobando uno de sus grandes pechos.

Taking Over Me 🌑 NaruhinaWhere stories live. Discover now