¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los cuatro Gryffindor se encontraban de pie, delante de su jefa de casa, quién se encontraba mirando seriamente a los cuatro.
―¿Qué hacían fuera de su sala común?
―Teníamos hambre profesora. ―se excusó Peter. ―Ya se lo dijimos, luego de ir por comida fuimos a la sala de menesteres y la encontramos ahí.
―Si no hubiéramos llegado, tal vez la pobre aún estaría llorando en un rincón. ―secundó James.
―No sabemos quién lo hizo, pero creemos que fue alguien cercano a ella. ―dijo Remus evitando mirar a los ojos de su jefa de casa. ―Sabemos que Freya solo habla con Demetria y Niklaus.
―Señor Lupin, ¿Me está queriendo decir que el señor Rowle fue quién abusó de Freya con la ayuda de su prima?
―No exactamente. ―dijo nervioso el hombre lobo, la mirada de su profesora lo intimidaba.
―Señor Black. ―llamó la profesora hacia el único que no había hablado y se mantenía con la cabeza baja. ―Ha estado sorpresivamente en silencio, ¿No tiene nada que decir?
―Éste anillo se encontraba en el piso, a un lado de ella.
Sirius dejó el anillo de compromiso sobre el escritorio de su profesora, quién lucía impresionada por el pequeño y redondo objeto.
―Escuchen muchachos, nadie se tiene que enterar de esto, si ustedes también fueran víctima de algo así, no creo que les gustaría que todos lo sepan, ¿Ha quedado claro?
―Sí profesora.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ver a dos Slytherin correr en la mañana un día jueves era extraño para muchos, y más si ambos tenían un rostro lleno de preocupación.
Esa mañana Demetria había despertado y se extrañó al no ver a Freya en su cama ya que era una costumbre que la castaña fuera quién despierte a la rubio fresa en las mañanas.
