Pocahontas-Wanda

2

Wanda se encontraba mirando el pequeño río de la montaña. Lorna la había seguido en el pequeño trayecto, llegando hasta ella se sentó en sus piernas y se mesio.

—quiere que sea constante —murmuró Wanda —como el río —

Las dos hermanas miraron el agua, mirándonos fijamente. De este dos nutrias salieron, asustando a la pequeña Lorna haciéndola caer de espaldas al suelo.

—pero, en realidad no lo es— dijo Wanda divertida, ayudando a su hermanita a levantarse. —lo que me gusta del río es que nunca se mantiene igual —subió a la canoa que había dejado enfrente —el agua siempre cambia siempre fluye—

Lorna subió lentamente, justo cuando su hermana mayor empezó a remar.

—posible no es vivir así, un preso hay que pagar —le decía a su hermana mientras remaba algo rápido. —ser estable nos impide ver al frente —aumento la velocidad de la canoa —¡Que será quiero saber! ¡Pronto, que será quiero saber! —avanzó por el río serpentiante —¡con emoción. Ya mi sueño quiero ver! —Wanda le mostraba a Lorna como las nutrias saltaban —¡Mi corazón quiere ya saber! —navegaron a toda velocidad siguiendo a las nutrias —¡no se que es! Lo que sueño esperare. Que vendrá, quiero saber— las nutrias agotadas se acostaron sobre una roca a descansar —a mi, viene a mí —

Wanda navego hasta debajo de las cascadas. Lorna miraba a los lados tal hermoso lugar —es un murmullo que me avisa no lo puedo ignorar. Sutil sonido que distante llama— salieron de la cascada y vieron a lo lejos un castor —no lo cambiare por alguien que me ofrece un firme hogar —acarició el rostro de su hermana.

Lorna se acomodo entre las piernas de su hermana —con sueños tan hermosos vibra mi alma ¡que será quiero saber! ¡Que será quiero saber! —continuaron avanzando hasta bajar por la gran cascada, Lorna se abrazo de Wanda y cerró fuertemente los ojos, Wanda levantó los brazos y se dejó llevar por el viento —¡con emoción río abajo quiero ver! —tomó el control de la canoa, pues a menos de un metros varias piedras y peligrosas curvas se acercaban —Mi corazón no lo puede ver. No se porque mas allá mi sueño está— Wanda dirigió la canoa hasta llegar al agua más tranquila —¿que será? Quiero saber. Ya mi sueño quiero ver. —detuvo la canoa cuando se encontró frente a frente con dos tipos de caminos. El uno era tranquilo y recto y amplio. Pero el otro era más complicado, con curvas cerradas y varias piedras en medio de este —¿Esque firme debo ser? ¿Como el ritmo del tambor? —Wanda miró su reflejo en el agua, en esta la imagen de aquel hombre se vio junto a ella —¿Es mi vida Wonder man? ¿Y no mi sueño conocer?— alejo sus manos del agua y busco una señal en el viento o en cualquier lugar —¿Que otra señal me dirá el camino? ¿Qué será? Quiero saber — Wanda remo en la canoa y elegido el camino más complicado a seguir.

Avanzaron rápidamente por el río hasta llegar a un gran sause en medio del río.

Las hermanas bajaron y subieron por el gran tronco del viejo árbol.

—¿eres tu Wanda? —se escucho la voz de una anciana.

—abuela sauce, tengo que hablar contigo

Un rostro se formó en la corteza del sauce —hola pequeñas—le rostro de la anciana en el árbol parecía sonreírle —esperaba que me visitaras hoy, pero no con esta lindura —las hojas del árbol de sause acariciaron suavemente las mejillas de Lorna —el brazalete de mi hijo —dijo asombrada del verlo en la muñeca de Wanda

—abuela Sharon—Lorna abrazo al árbol y este la envolvía en sus hojas y ramas y la mesia.

—es por eso que quiero hablarte. Mi padre quiere que me case con Wonder Man —explicó Wanda.

—¿Wonder Man? —La abuela negó arrugando su nariz —pero si el es muy serio —

—lo se—dijo Wanda —mi padre cree que es lo correcto para mí. Pero últimamente he tenido un sueño y creo que es....—

La abuela sauce la interrumpió —¡un sueño! Cuéntamelo detalladamente— pidió la abuela.

Wanda asintió —bien —podía ver a la pequeña Lorna quedándose dormida poco a poco —estoy corriendo por el bosque y derrepente justo frente a mi hay una flecha y al mirarla empieza a girar —

—¿una flecha que gira? Que extraño.

—y gira más y más rápido y entonces se detiene —Wanda miró a Lorna, la pobre parecía mover su cabeza como si estuviera mareada, la tomó en sus brazos y la acomodo en sus piernas.

La abuela sause pensó un momento —a mí me parece que esa flecha que gira está señalandote tu camino —

—pero abuela sause ¿cuál es mi camino? ¿Cómo podré descubrirlo?

El árbol de sause reía suavemente —Charles me hizo la misma pregunta—

—¿que le dijiste?

—le dije, que escuchara. Por todos lados hay espíritus, viven en la tierra en el agua, en el suelo. Si los escuchas ellos te guiarán.

Wanda cerró sus ojos. Dejó sus manos sobre el tronco de sause, un suave brillo escarlata salió de sus dedos.

—escucho el viento —dijo, abriendo sus ojos lentamente y girando hacia dónde creía escuchar algo —no lo entiendo —

La abuela sause movió sus hojas y dejó entrar la luz. Lorna se rascaba los ojos y bostezaba, levantándose al sentir el viento entrar con algo de fuerza.

—algo se acerca, nubes extrañas— Wanda subió por las ramas del sauce hasta la parte más alta.

—¿ves algo? —preguntó Lorna desde abajo.

Wanda miraba maravillada, pero muy extrañaba grandes telas blancas amarradas a troncos, acompañadas por las aves del mar— veo...nubes extrañas —

Los animales salieron despavoridos al ver las nubes extrañas amarradas a una gran canoa de madera.