Dios en un nuevo mundo.

Capítulo 23: En la isla de la locura

Aizen, Annika y Jillur estaban en la pequeña cabaña a la que tendrían que llamar una habitación durante su viaje. Jillur había tomado el colchón en el suelo, Aizen estaba en la litera inferior y Annika en la litera superior. Mientras Aizen estaba en el proceso de leer un libro, y Jillur simplemente estaba mirando al techo, Annika estaba hablando, asegurándose de que ninguno de ellos realmente pudiera dormirse, incluso si quisieran.

"Ainz-sama ~ ¿Puedo ayudarte a mantenerte caliente ~?" Preguntó en un tono coqueto mientras se inclinaba sobre el borde de su cama.

"Aprecio tu naturaleza desinteresada, Annika, pero puedo manejar nuestra situación actual". Aizen respondió con calma, todavía concentrado en su libro.

"Awww ... ~ No hay necesidad de ser así, Aizen-sama ..." Annika fue a decir, cuando Jillur la interrumpió.

"Annika, cállate. Estás molestando a Aizen-sama". Señaló, a lo que la mujer Espada frunció el ceño.

"Eso no es cierto, Jillur. Lo que está haciendo es muy bienvenido. La gente esperaría una conversación 'normal' entre nosotros". Aizen explicó.

"Exactamente. ~ Entonces ... ¿Por qué no hablamos de tu novia, Jillur ~?" Annika preguntó con una mirada y tono travieso.

"No tengo idea de lo que estás hablando". El hombre Espada comentó, luciendo extrañamente nervioso.

"Eres muy malo para ocultarlo entonces. ~ ¿O debería tratar de adivinar ~?" Ella sugirió con una sonrisa.

"Eres libre de hacer lo que quieras". Jillur respondió, recomponiéndose.

"Muy bien ~ Veamos ... Ella está relacionada con tu conexión con los Merfolk. ~ Para ser más específico, diría que ella es una de ellas ..." comenzó Annika, cuando Jillur la interrumpió con vehemencia.

"E-Eso es suficiente!"

Antes de que alguien pudiera decir algo más, sus sentidos superiores a la media captaron varias presencias inhumanas cada vez más cerca de la nave. Inmediatamente se callaron, con Jillur y Annika cambiando su comportamiento a su lado más serio, mientras que Aizen mantuvo su mirada tranquila, preparándose para cuando tendría que interpretar el papel de la víctima.

"Solo haz lo que discutimos".

"Como desées." Respondieron al unísono.

Pronto, sintieron que estas presencias comienzan a engancharse en el barco y comienzan a subirlo. Casi de inmediato, el grito enloquecedor que reconocieron que provenía de Georg pareció llenar el aire, mientras el caos se desataba a bordo de la nave.

La pequeña ventana de su habitación explotó hacia adentro, cuando algo intentó abrirse paso. Todos los ojos se dirigieron a lo que parecía la mezcla de un pez y un hombre, sus características claramente diferentes de las de un Merfolk. Jillur actuó rápidamente, cogió un trozo de vidrio de la ventana rota y se lo clavó fácilmente en el cuello.

Era algo que mataría a la mayoría de los seres, pero la criatura lo ignoró cuando su mano derecha fue al cuello del Espada. Afortunadamente, solo la parte superior del cuerpo de la criatura había entrado, por lo que todavía tenía la ventaja. Quitándose el cristal del cuello, Jillur continuó apuñalando a la criatura, teniendo que causar graves daños en el cuello y la cabeza para que se detuviera y volviera al océano.

"Tenemos que movernos. Deja tus cosas y sal de la habitación". Jillur ordenó.

Aizen dejó caer su libro, se arregló las gafas y esperó a que Annika estuviera frente a él, ya que en esta situación interpretaba al humano débil que realmente no podía defenderse. Agarrando un bastón de madera, Annika abrió la puerta de la habitación que llevaba a la salida, mientras Jillur seguía usando un trozo de vidrio para arremeter contra los que intentaban arrastrarse por la ventana. Luego siguió a los otros dos hasta la puerta, que Annika cerró rápidamente con su llave.