Historia de supuestos desconocidos.

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Desconocido significa algo que no es conocido, ¿verdad? Es lo opuesto a conocer. Undesconocido es alguien que cruzamos por la calle, que no sabemos su nombre, ni suhistoria, de dónde viene o hacia dónde va. Desconocida es una comida que nuncaprobamos, que capaz sepamos de qué está hecha, pero no conocemos su sabor. Ouna fruta, que conocemos de nombre, o no, pero que no sabemos si es dulce oamarga, o si nos va a gustar.Algo deja de ser desconocido una vez que lo conocemos. Capaz suene muy obvio, unpoco lógico y sin sentido lo que dije anteriormente, pero ¿qué es conocer? Elsignificado de la palabra alude al tener información y experiencia directa, trato orelación si se trata de una persona, distinguir una cosa como distinta de otras.En mi opinión, conocer es saber a fondo de una persona, objeto, comida o situación.Probar una comida, no significa conocerla, si es que no sabemos cómo se prepara ode qué ingredientes está hecha. En ese caso sabríamos de qué comida estamoshablando, no sería desconocida para nosotros. Sabemos que existe, pero no laconocemos. Si se tratase de un objeto, una pintura por ejemplo, podemos saber dequé pintura se trata, pero no la conoceríamos a no ser que sepamos quién la pintó,dónde, cuándo, por qué y qué significa. Lo mismo con las personas, podemos sabersu nombre, apellido, dónde vive o qué estudia, pero si no sabemos su historia, todo lo quehay detrás, realmente no la conocemos.Por otro lado, a veces conocemos tan, pero tan bien a las personas, que preferimos desconocerlas. No sé si es algo que se pueda hacer, porque para ello tendrías que olvidarte de todo lo que sabes o compartiste con ella. Y no creo que sea muy fácil el hecho de ignorar uomitir vivencias con las personas o el curso de su vida si es que en algún momentofueron importantes. En fin, en mi vida conocí a dos personas que se conocían tanto,que prefirieron desconocerse. Y ésta es su historia.Los caminos de la vida no se controlan, ni se manejan. El mundo da muchas vueltas, ydicen que en cada vuelta es un amor.Ella era una persona que tenía una personalidad un poco particular, de esas que vande un extremo al otro, que siempre es un todo o nada. Capaz no muy simpática, nomuy alegre, medio tímida, de perfil bajo, pero sabía cómo divertirse. En su vida habíamuchos problemas, por todos lados, se escapaba de uno y surgía otro. Sin embargoera muy fuerte, los superaba, trataba de resolverlos, no daba el brazo a torcer, y sobretodo, nunca pero nunca se mostraba débil. Seguía adelante a pesar de todo.Él era todo lo contrario, el típico de vida fácil, y peleas de familia por rebeldía.Personalidad abierta, simpático, de esos que le gusta llamar la atención, siempre conuna sonrisa. De esos que están con varias por noche, que le gusta el exhibicionismo,de los que llegan y dicen "acá estoy". Alcohol, noche, jodas, descontrol. Era unapersona muy vacía, aunque lo negase. Siempre se mostraba inmune a los problemasy complicaciones que le surgieran, nunca demostraba interés ni dolor hacia nada.Porque por más de que se caiga a pedazos por dentro, tenía que mantener esaimagen de "todo lo puedo, no me importa nada".Vaya a saber uno cómo o porqué, estas dos personas aparentemente tan distintas,coincidieron. De a poco y con cuidado se fueron conociendo, abriéndose el uno al otro.Ella entregó hasta el más profundo de sus secretos y miedos. Pero él no hizo lomismo, porque sólo tenía una intención, pensó que sólo sería una más en su vida.Se entregaron el uno al otro, se conocieron por completo, de pensamientos, miedos,secretos y piel, hasta el último rincón de su ser. Y se querían, se querían mucho, o trataban de convencerse que así era. Había pasión, se deseaban, tenían ese cariño el uno hacia el otro.Hasta que llegó el momento de la verdad, de decidir cómo seguir, porque lo sin título ala larga pasa a ser nada, y esos encuentros en cualquier momento del día ya estabanmás llenos de placer que de sentimientos. Entre cuatro paredes era todo muy lindo,dejaban todo, entre suspiros y en la oscuridad, a su manera eran felices. Pero puertas afuera, ni siquiera se miraban, ni saludaban. Actuaban como desconocidos."¿Qué somos?" fue una frase que él no quería escuchar y que a ella le costó muchopronunciar. El silencio fue el que dió la respuesta. Él se levantó de donde estaba yempezó a vestirse. "Me parece que venimos hace bastante tiempo sin ponerle unnombre y no pasa nada, no entiendo porqué hay que darle un título a todo" fue la peorrespuesta que ella pudo haber escuchado. Sabiendo los antecedentes que tenía él, sabíaque no podía tenerle respeto a alguien que no era nada, porque por más de queparecían serlo todo, no eran nada, y lo había dejado muy claro con su respuesta."No se le puede tener respeto a un nada, yo sé cómo sos. Te quiero pero no voy aseguir prestándome sólo a esto". Respondió ella. Se le cortaba la voz hacia el final de la frase, pero era la verdad lo que sentía. "Aunque quiera, y te juro que lo quiero, no voy a poder estar nunca en serio con vos. No voy a poder cambiar y sé lo mucho que puedo llegar a lastimarte. Lo mejor es que te olvides de estos últimos meses y sigas con tu vida. Pasamos bien haciendo lo que hacíamos, pero no estoy para la seriedad en este momento y pensé que vos eras consciente de eso. Perdón." Terminó de decir él. Y con un profundo dolor en el alma, ella salió de la habitación.Y eso era todo, siempre fueron nada, y se usaban. Sí, se usaban mutuamente, sesacaban las ganas. Porque por más de que sabían todo uno del otro, y que sentimientos de por medio habían, no tuvieron los huevos para quererse como se debe, cuando se quiere tanto que duele. Él no quería cambiar, y ella no lo quiso cambiar. Ya sea por miedo, enojo, dolor o inseguridad, ella decidió desaparecer totalmente. Después de ese día, norespondió mensajes, ni llamadas. Decidió tragarse todo lo que sentía y seguir adelante. 

Eran dos almas perdidas que sólo sabían encontrarse en una habitación. Pero no entendían almas perdidas no se encuentran, se pierden más. Ambos necesitaban amor, y no se lo supieron dar. Pudieron ser todo y prefirieron salir por el camino más fácil, y no ser nada. Por miedo a sufrir, capaz, pero lo ocurrido los hizo sufrir más.

Reiteradas veces él quiso volver, cambió esa estúpida forma de ser, estaba dispuestoa cualquier cosa que ella quisiera. La buscó hasta el cansancio, hasta que se dió cuenta de que era momento de dejar de insistir. A veces para muestra sólohace falta un botón, y esta mujer ya había tenido muestra más que suficiente.Y ahora sólo piensa en ella, y la busca en otras personas, sabiendo que no la va aencontrar, pero cree que no pierde nada al intentar. Tardó en darse cuenta de lomucho que la quería, y hay trenes que sólo pasan una vez. Se arrepiente de haberlerespondido así, de no haber probado esto de cambiar en ese momento, de permitirque saliera de la habitación con el alma destrozada, de dejar que sufriera. Por fin seda cuenta que la indiferencia mata, y que ella finja no conocerlo, lo destroza. Pero lopeor es que él no puede hacerlo, no la puede sacar de su cabeza, por el simple hechode que ella lo quiso hasta cuando él se odiaba. Lloró, se arrepintió, pero ya no había nada por hacer. A veces es cuestión de perder a la persona, para empezar a valorarla. Él después de un tiempo, volvió a su vida de vacíos. Y ella dejó de confiar. Cada vez que se veían en algún lado, agachaban la cabeza, no se miraban, no se conocían. Como si todo lo vivido nohubiera pasado nunca, como si no se hubieran querido, como si todas esas palabrasno hubieran sido pronunciadas, como que nunca hubo un sentimiento. Fueron unanada por miedo a ser un todo. Se trataban como desconocidos, como había sido siempre que no estén dentro de la habitación.Sin embargo, por mucho que quieran desconocerse, siguen sabiendo todo el uno del
otro, y difícilmente se olviden de todos los buenos momentos. Hay personas correctasque llegan a nuestras vidas en los momentos equivocados, cuando lo único quequeremos hacer es volar y estar libres de ataduras, no tener los pies sobre la tierra. Ydespués nos damos cuenta de lo  mal que hicimos al haberlas dejado ir. Élno quiso dejar de ser por ella. Y cuando lo hizo ya no tuvo más sentido, porque esetren, estaba en otra estación.


.-Todavía sigo pensando en qué me hizo escribir de vos. Te juro que en mí ya noqueda ningún rastro tuyo, ni de lo que pasó. Fuiste de esas personas que pasan por tu vida, ysólo dejan una lección, y la mía es que la pasión y el deseo no llevan a generar un sentimiento,ni pudieron mantenernos unidos, no sirven, no bastan, no llenan-.

Des-conocidos.Where stories live. Discover now