Introducción: Accidente

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El festival de cine Sundance se celebra anualmente en las últimas dos semanas de enero, en Utah, Estados Unidos y Colin, ama el cine independiente de modo que la familia Bell va al festival todos los años desde que él cumplió los 13 y comenzó a in...

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El festival de cine Sundance se celebra anualmente en las últimas dos semanas de enero, en Utah, Estados Unidos y Colin, ama el cine independiente de modo que la familia Bell va al festival todos los años desde que él cumplió los 13 y comenzó a interesarse muchísimo por la industria cinematográfica.

Desde pequeño solía crear grandes historias con sus juguetes, junto a Tom, otro niño de la misma calle, a unas dos casas más allá. Se la pasaban jugando todos los días con sus juguetes, los cuáles eran una mezcla entre los de Colin y los de Tom. A veces eran aliens atacando la tierra, otras, piratas luchando con algún monstruo enorme o un caballero defendiendo su castillo de las garras de un dragón. En fin, se las ingeniaban con cualquier cosa y si ninguno de ellos tenia un barco de juguete lo armaban con alguna caja de zapatos o buscaban cualquier otra cosa que pudiese simular uno, aún si no tenía la misma forma. Su imaginación no tenia limites y sus historias tampoco. Incluso me atrevo a decir que en una de esas aventuras el soldado de Colin (Que por cierto, en realidad simulaba ser sólo otro príncipe) besaba en los labios al soldado de Tom (Que también simulaba ser otro príncipe). Enseguida el niño volteó su juguete como si se apartara rápido y asqueado.

-¿Qué haces idiota? Son príncipes, entre ellos no pueden besarse, sólo a las princesas.

Realmente Colin no le encontraba sentido a eso, sólo era un juego ¡Es que también habían dragones! Podría decirse que Tom hirió en parte los sentimientos del otro muchacho. No obstante se mantuvo callado, costumbre que poco le favorecería en el futuro, y siguió jugando adaptándose a las reglas de Tom.

A veces se iba temprano, y si no lo hacía, su madre llegaba corriendo hacia nosotros con un rodete en la cabeza y vociferando el nombre de su hijo. Luego lo agarraba de sus pelos castaños y se lo llevaba, mientras el lloraba pidiendo piedad a gritos. Como lo hizo ese día. A veces en esa casa todos se levantaban de mal humor y Tom cargaba con ese mal humor incluso hasta casa de Colin.

Lo que más inspiraba sus curiosas historias eran principalmente las películas, se juntaban en la casa de alguno y se ponían delante de la pantalla a ver la película que sus madres habían alquilado para ese fin de semana, eran dos niños inclinados y de piernas cruzadas sobre el sillón con la boca abierta atentos al televisor. Tom era hermoso y Colin lo notaba, cuándo lo veía entusiasmado por el final feliz y sonreía, o cuando estiraba su boca como el asesino de Scream al llegar a un giro inesperado en la historia. El cariño por Tom crecía tanto como su fascinación por las películas. Con la diferencia de que las películas no lo lastimaron ¿O si? En un principio el hijo de los Bell no entendía el porqué de sus ansias por estar con su vecino, haciendo lo que sea, como ver una película o jugar, sea lo que sea, le interesaba mucho más la persona que la actividad.

Fue a sus 9 años cuando una nueva familia se mudó muy cerca de ahí y ambos conocieron a Sarah, Hija de un norteamericano y una italiana. Era una niña muy simpática y muy bien educada, sus padres tenían normas demasiado rígidas y eso formó el carácter y educación de ella. Por el hecho de tener raíces italianas por parte de su madre, formó con el tiempo el objetivo de viajar allí, principalmente a Florencia, pues para ella era un lugar soñado.

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⏰ Última actualización: Nov 09, 2022 ⏰

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Una vida soñada (Three-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora